Si eres un petrolhead lo más probable es que en algún lugar de tu casa tengas un Hot Wheels, además en tu memoria seguro tienes recuerdos de tu infancia jugando con ellos, de las pistas o los sets que tuviste o quisiste tener. Estos pequeños autos más que un juguete son las inspiración de muchos y también uno de los primeros lugares y momentos donde descubrimos nuestra pasión por los autos. Hoy vamos a conocer un poco de su historia.
Nacidos de la necesidad, pero pensados verdaderamente para entretener y asombrar
Los Hot Wheels vieron la luz en 1968, hace más de 50 años aproximadamente, siendo una respuesta al dominio de otras empresas que se dedicaban a producir autos a escala. Hasta ese entonces Matchbox dominaba el mercado con varios modelos que simplemente imitaban lo visto en las calles, usando colores similares a los de producción y escalas proporcionales a lo que tendría el auto de verdad sobre el que se basaban.
Al ver eso el cofundador de Mattel, Elliot Handler, decidió retar a su equipo de creativos a crear coches de juguete que fueran más entretenidos y que cautivaran por excelencia a los niños de aquella época. El resto de los directivos pensaron que esta decisión era una mala idea, pero lejos estaban de saber que entrarían a una mina de oro que a más de medio siglo, sigue dando ganancias.
Tanto Elliot Handler, como Ruth Handler, ambos cofundadores de la empresa y matrimonio, decidieron apostar a lo grande por los Hot Wheels, por ello contrataron a diseñadores de autos que laboraban en General Motors, Chrysler y Ford para que diseñaran sus productos. Como punto a diferenciar de la competencia, los diseñadores le dieron un look más bajo y ancho a los autos, además optaron por colores vibrantes y llamativos para sobresalir en los anaqueles y estimular aún más a los niños a preferir sus productos sobre los de la competencia. Finalmente les dieron llantas con contraste de color y diseños de rines un poco más deportivos que los de la competencia.
La receta secreta de los Hot Wheels fue una guitarra que no perdía la afinación
¿Una guitarra que no pierde la afinación? ¿En serio, Motorpasión me está trolleando? No, jamás haríamos eso... a menos que sea 28 de diciembre, claro está... Sin embargo, no sólo los diseños y colores más atrevidos fueron parte del éxito de Hot Wheels. Lo que los volvió aún más interesantes era su velocidad y relativa estabilidad. En ese entonces compañías como Matchbox dotaban a sus autos de llantas de metal y les daban ejes también de metal, aunque algo gruesos considerando su tamaño. Eso hacía que los autos fueran algo lentos, pesados y que al jugar con ellos y darles impulso, la deformidad de las ruedas y su alineación, hicieran que tomaran direcciones al azar.
En Hot Wheels notaron lo anterior y decidieron fabricar las llantas de los autos con plástico, además a cada llanta le dieron un poco de inclinación —también conocido como camber—, para asegurar que los autos pudieran ir en línea recta. Por si fuera poco no le dieron un eje rígido grueso como el de los autos de Matchbox.
En su lugar usaron una cuerda de metal que estaba destinada a otro proyecto, en el que Mattel buscaba crear una guitarra de juguete que jamás perdiera la afinación; tal guitarra resultó muy difícil y costosa de desarrollar por lo que se canceló el proyecto y las toneladas de cuerda sobrante se destinaron a los nuevos autos de Mattel, para servir como ejes. Gracias al menor peso, delgadez del eje y las llantas de plástico que ofrecían menor resistencia, los coches de Hot Wheels eran más rápidos y por ende más atractivos para los niños.
16 autos y una idea de éxito más, las pistas de plástico de color naranja
Tras dar en el clavo con lo anterior, Hot Wheels presentó su primer colección de autos, en la que tenían 16 modelos, incluyendo algunos basados en coches de verdad como el Custom Mustang, Camaro, Barracuda, Firebird, Cougar, Corvette, El Dorado, Thunderbird, Dodge Deora Concept y Volkswagen Beetle; el resto eran autos completamente diseñados por el equipo de Hot Wheels.
Casi al mismo tiempo del lanzamiento de los autos, Hot Wheels lanzó las famosas pistas de plástico y color naranja. Mismas que favorecen la velocidad de los autos y que con el tiempo fueron creciendo y teniendo nuevas temáticas para mantener felices a los niños que jugaban con estas pistas, además de que las piezas podían combinarse para crear circuitos únicos.
El legado de Hot Wheels va más allá de los autos de juguete 1:64 y las pistas
Hot Wheels se ha tenido que adaptar a los tiempos modernos en los que los videojuegos también han atrapado la atención de esas audiencias que antes sólo se enfocaban en los autos de juguete. Por ello han desarrollado más de 10 videojuegos para distintas plataformas, incluso series dirigidas a los más pequeños y hasta películas.
Poco a poco también expandieron su rango de operaciones a líneas de juguetes más grandes y detallados, además de aliarse con equipos de carreras o seriales para aparecer como patrocinadores y mantenerse vigente hasta en la mente de quienes dejaron de jugar con sus autos hace varias décadas.
Personalmente puedo decir que aún conservo una cantidad enorme de estos autos, algunos en muy buen estado y otros con las cicatrices que un pequeño petrolhead les dejó tras miles de horas jugando con ellos. También uno de mis mejores recuerdos con videojuegos es el Hot Wheels Stunt Track Driver para PC que jugué durante varios años desde que tenía cerca de 5 años. Después de eso fue una grata sorpresa y golpe de recuerdos jugar el DLC de Hot Wheels para Forza Horizon 3.
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