No, no se trata de una crisis en la que el Ford Mustang ha quedado mal parado y ahora tenga que dejar de fabricarse para enmendar un error. Se trata del mismo fenómeno que aqueja a la mayoría de los deportivos tras un par de años de haber lanzado una nueva generación. Las compras bajan y en ocaciones llega a aumentar el número de reservas en los almacenes del fabricante.
En el caso del Mustang se tiene una reserva para 89 días de venta, mientras que lo normal en un ciclo de producción y venta para los estadounidenses debe ser de 60 días. Por ello en diferentes mercados a nivel mundial han llegado algunas ofertas para poder aliviar el exceso de producción. Y como medida secundaria se detendrá su fabricación por una semana.
Decimos que esto es normal, ya que con cada uno de los deportivos de producción que han existido, este fenómeno se repite, a una escala diferente pero llega a pasar. La razón de que sus ventas sean tan fuertes durante los dos primeros años tras el lanzamiento, es que, literalmente son una novedad y muchos quieren tener uno. La pasión domina y se hace la compra. Conforme avanza el tiempo, la novedad pasa y con ello baja un poco su popularidad. De hecho lo mismo ha pasado con su rival directo, el Chevrolet Camaro, auto que para finales de septiembre acumulaba una reserva de 120 días de venta.
Regresando al Mustang, las ventas se han reducido un 32% de septiembre de 2015 a septiembre de 2016. Lo anterior, como mencionamos, no significa un riesgo, es más que nada un ciclo común, mismo que seguramente verá un segundo aire cuando llegue el facelift de 2018.
En Motorpasió[n México | Toma de contacto: Ford Mustang Shelby GT350 y Ford Mustang EcoBoost en el Speed Track Day 2015