La receta para la aventura estaba más que puesta: un aventurero Salvador, la Ford Lobo 2015 y un atípico clima durante el mes de marzo. Situaciones que dieron la oportunidad de probar las capacidades de la nueva Ford Lobo 2015, aparte de hacerlo en manejo cotidiano, en situaciones no tan normales en México: sobre nieve, a -5°C y a escasos 4,000 metros sobre el nivel del mar.
¿Nueva Ford Lobo? Sí, totalmente nueva
De pies a cabeza los cambios y novedades en el modelo 2015 de la pick up más vendida del mundo se notan, se perciben y se agradecen. En primer lugar, y hablando de las entrañas, el chasís es completamente nuevo, orientado a conseguir mejores capacidades de carga y de remolque aunque tendremos que decir que después de un par de días de serio maltrato, percibimos un ligero rechinido en el chasís al pasar topes.
En lo que respecta al cuerpo de la camioneta, este está fabricado completamente en aluminio, una novedad tanto en el segmento de las grandes camionetas de trabajo como en la industria en general donde pocos autos, y mayormente de bajo nivel de ventas, cuentan con esta tecnología que reduce el peso y hace más resistente y durable al auto. Otro punto importante para mejorar las capacidades de trabajo de la Lobo.
Por último una gran novedad, dejando a un lado la nueva apariencia exterior, interior, equipamiento y lujo de los cuales hablaremos más adelante, está la incorporación de un motor EcoBoost V6 de 3.5 litros biturbo que entrega 365 HP y un elevado torque de 420 lb-pie que, en conjunto con la nueva carrocería de aluminio, le brindan un peso 300 kilogramos menor comparada con la anterior generación.
Exterior a tono con la nieve de los volcanes
Y si ya dijimos que "por debajo" todo es nuevo, en el exterior igualmente lo es. Las nuevas líneas cuadradas invaden la carrocería y le otorgan mucha presencia a la camioneta, su poder se nota desde el frente con su gran parrilla flanqueada por unas unidades de faros con llamativas luces diurnas y tecnología LED que también equipa en las calaveras.
La vista lateral permite darnos cuenta de los 5.89 metros de largo que mide la camioneta y lo difícil que podrá ser maniobrar o encontrar un lugar de estacionamiento en calles angostas así que una mejor idea es conducir la Lobo en el campo, en las zonas industriales, autopistas, montañas y demás espacios abiertos donde lucirá su exterior a plenitud, incluso en la nieve del Paso de Cortés donde ni el mismo color blanco de nuestra unidad de pruebas pasó desapercibido.
Poniendo a prueba el interior
Entrar y salir de la cabina podrá verse como una tarea difícil ya sea para personas de estatura baja o en situaciones de manejo off road pero los estribos eléctricos en conjunto con la amplitud de las puertas facilita mucho estos movimientos y cualquier esfuerzo que hagamos se olvidará al observar la gran amplitud y equipamiento en su interior que más de uno se dudará si realmente se encuentra dentro de una pick up o en la sala de su casa.
Todo es grande al interior; los materiales y los acabados se sienten y se observan de mucho mejor calidad con respecto a lo que Ford nos tenía acostumbrados, sin embargo, como lo he dicho antes, algunos rechinidos interiores delatan que a la marca todavía le falta ese pequeño pero importante paso para que en el andar de una camioneta como ésta, desaparezcan esos pequeños ruidos al interior que bien pudieron haber sido producto del manejo en terracería que le hicimos y, siendo sinceros, sí que la probamos a altas velocidades en caminos maltratados.
Sobre el equipamiento no hay queja alguna ya que 5 adultos tendrán todas las comodidades posibles con calefacción, aire acondicionado y masaje para los asientos delanteros dejando para las plazas traseras igualmente calefacción así como cinturones de seguridad inflables en caso de impacto.
Se tiene disposición el conocido sistema MyFordTouch firmado por Microsoft a través de una pantalla touch de 8 pulgadas situada en la parte central del tablero así como otra del mismo tamaño para el conductor colocada entre el velocímetro y tacómetro que muestra gran cantidad de información de la computadora de viaje y otros ítems para tener control sobre cualquier situación de manejo.
Todo es lujo y comodidad con asientos, volante y pedales con ajuste eléctrico, cámara y sensores de reversa (le vendrían bien unos sensores frontales), un gran quemacocos panorámico para las dos filas de asientos, un par de tomas de corriente para conectar cualquier aparato electrónico así como calefacción en el volante que sinceramente no creíamos utilizar hasta que nuestras manos se empezaban a entumecer con el congelante frío donde probamos la camioneta.
Pasando a lo más importante y lo más divertido, el manejo de su V6 de 3.5 litros biturbo, podemos decirles que... Continúa...
Fotografías | Salvador Sánchez Díaz Más en Motorpasión México | Ford Lobo 2015, prueba (parte 2)