La Fórmula 1 es considerada como el escalón más alto del automovilismo, la categoría a la que todo piloto quisiera llegar y que ha existido por varias décadas en las que ha competido por todo el mundo en circuitos legendarios y muy especializados, hasta en las calles de las ciudades más icónicas del mundo.
En esta competencia también han participado algunas de las marcas más importantes, grandes y que mayor historia tienen en las pistas. Una de ellas es Renault, la marca francesa que inició su camino como equipo y que a la vez introdujo el primer motor turbo de la F1, se convirtió en proveedor de motores, regresó como equipo, logró consagrarse como la mejor durante un par de años, abandonó el deporte de nuevo por un escándalo generado en la pista y tras cumplir su castigo, regresó con el objetivo volver a luchar en lo más alto. Te contamos un poco de su historia.
Comienzos en la F1 y el motor turbo
Renault Sport incursionó en la Fórmula 1 en 1977 como un constructor, para ese entonces todos los demás equipos usaban motores aspirados. Renault fue la primera en arriesgar por tener un V6 turbo, cosa que los demás equipos no creían que fuera posible, quitándole crédito a lo que intentaba la marca. Renault entró con un sólo coche —Renault RS01—, conducido por Jean-Pierre Jabouille.
Su primer temporada consistió de cinco carreras en las que lo más alto que lograron calificar fue la décima posición, sin embargo, en casi todas las carreras, el auto se retiró por problemas de durabilidad. En su segunda temporada en 1978, el auto había mejorado, aunque seguía presentando problemas de confiabilidad constantemente. Durante ese año dieron su primer golpe sobre la mesa al calificar en tercer lugar en dos ocasiones y logró terminar su primer carrera en ese mismo año en Watkins Glen.
Para 1979, pudieron fabricar un segundo auto y contratar a otro piloto, ahora Jabouille estaría acompañado por Rene Arnoux. Durante ese año en el GP de Sudáfrica Jabouille consiguió su primer Pole Position, sin embargo, más adelante en la temporada lograron lo mejor. Para el Gran Premio de Francia, Renualt deleitó a su público de casa al colocar a Jabouille y Arnoux en primer y segundo lugar, lugares que conservaron durante toda la carrera, entregando la primera victoria al equipo.La racha buena continuó ese año en el que el equipo repitió el podio en otras dos ocasiones.
En 1980 Renault ya se consolidaba como uno de los equipos fuertes del campeonato, además el motor turbo demostraba tener mucha más ventaja sobre los demás cuando competían en circuitos que estaban ubicados en locaciones altas como Brasil. Durante esa temporada tuvieron varios éxitos, desafortunadamente, en el GP de Canadá Jabouille tuvo un accidente que lo obligó a retirarse como piloto de Fórmula 1, todo a causa de las lesiones que sufrió.
Para 1981, se había contratado a un joven llamado Alain Prost, que sería el reemplazo de Jabouiller. En el 82 y 83, Renault con Prost al volante lograron hacer que el piloto francés estuviera cerca de coronarse como campeón del mundo, todo parecía ir bien. Sin embargo, al terminar la temporada 83 cuando perdió el campeonato mundial en la última carrera, Prost declaró que su Renualt carecía de desarrollo, cosa que molestó a los directivos de la marca y que causó el despido del francés, que de inmediato se unió a McLaren.
Durante 1984 y 1985 otros equipos comenzaron a usar motores turbo y empezaron a dejar a los Renault atrás, tuvieron un par de buenas actuaciones, pero en general no tan buenas como antes. Para 1985, un problema financiero en la marca, hizo que su CEO de aquel entonces, decidiera sacar al equipo de la Fórmula 1 por los gastos que se generaban para mantener un equipo compitiendo. En 1986 sólo suplieron motores a Ligier, Lotus y Tyrrell. Fue hasta 1989 cuando regresaron dándole motores a Williams y creando una de las épocas dominantes para el equipo inglés.
El nuevo siglo, el nuevo equipo Renault
En el 2000, Renault adquirió al equipo Benetton, pero mantuvieron el nombre de ese equipo durante 2000 y 2001, para usar el nuevo de Renault F1 Team hasta que estuvieran consolidados y pudieran dar batalla, haciendo que la imagen de la marca fuera fuerte y pudiera repercutir bien como una estrategia de marketing.
Ya con su nombre oficial en 2002 compitieron con los pilotos Jarno Trulli y Jenson Button. Dicho año terminaron en cuarto lugar en el mundial de constructores, con varias carreras en las que justamente un auto Renault ocupó el cuarto lugar.
Para 2003, Jenson Button dejó el equipo y su sustituto fue un joven español que había competido con Minardi y fue piloto de pruebas de la marca, Fernando Alonso. Ese año y a 20 de haber ganado su última carrera (1983), en el Gran Premio de Hungría, Alonso le dio la primera victoria al equipo francés.
En 2004 consiguieron un par de podios y Renault escaló al tercer lugar en el campeonato de constructores, Fernando Alonso, se elevó hasta el cuarto puesto en el campeonato de pilotos.
2005 fue el año definitivo de la marca, tan sólo cinco años después de su regreso Fernando Alonso y Renault desbancaron a Ferrari, un equipo que había dominado la Fórmula 1 como pocos durante su historia. De igual forma, se hicieron con el campeonato de constructores. En 2006 continuó el dominio, pues repitieron el campeonato de pilotos y constructores de nuevo. Desafortunadamente, al final de la temporada, Alonso anunció que dejaba Renault para ir a McLaren.
En 2007 Renault bajó su rendimiento y no ocupó lugares tan altos como en 2005 y 2006. Para 2008, y tras una temporada difícil y llena de controversias en McLaren, Fernando Alonso regresó a Renault, desafortunadamente el desempeño de Renault no estaba en su mejor nivel. Ese mismo año se vivió una de las carreras más recordadas en la F1 el GP de Singapur y el famoso crashgate. En esa carrera hubo una orden de equipo para que el compañero de Alonso, Nelson Piquet Jr, chocara deliberadamente para ayudar a que Alonso pudiera ganar una gran ventaja estratégica sobre los demás y así hacerse de una victoria.
Durante 2009 con un auto que no estaba en su mejor nivel, a media temporada, Renault despidió a Piquet y promovió a Romain Grosjean. Piquet en consecuencia decidió contar que lo sucedido en el GP de Singapur de 2008, había sido un acto planeado. Con ello ING, decidió dejar de patrocinar a Renault y hubo varias acciones disciplinarias tomadas en contra de varios representantes de la marca.
En 2010, tuvieron un repunte con el apoyo de Robert Kubica, parecía que las cosas iban mejor, pero las consecuencias de las acciones de años pasados hicieron que Renault vendiera parte de sus acciones a inversionistas privados. A parir de 2011 Renault como constructor dejaría de existir para volverse Lotus Renault y continuar vendiendo motores a otros equipos.
Un nuevo comienzo y un plan muy claro
En 2016, Renault regresó como un constructor de nuevo, en este caso ya en la nueva era de la F1. Quedó claro que la marca intentaría escalar de nuevo hasta lo más alto y justo así lo comunicaron, generando un plan de trabajo a largo plazo. Su primer año tuvo como pilotos a Jolyon Palmer y Kevin Magnussen, en 2017 llegó Nico Hulkenberg al equipo y a finales de temporada Palmer fue despedido y sustituido con Carlos Sainz Jr.
Para 2018 la dupla Sainz-Hulkenber continuó y cada año han mostrado un mejor rendimiento y un ascenso en la tabla de constructores. El plan con ellos es que para 2020 -2021 puedan pelear por ganar carreras y de nuevo ser contendientes por el título de pilotos y constructores.
Este 2019, e Daniel Ricciardo competirá junto a Nico Hulkenberg, haciendo una de las duplas más experimentadas de la categoría. Sin embargo, el próximo año, el francés, Esteban Ocón, hará su regreso a la máxima categoría con Renault, reemplazando a Hulkenberg.
Como hemos visto Renault ha tenido un paso muy peculiar por la F1, disfrutando de lo mejor y también viéndose envuelta en situaciones más que complicadas. Con los cambios en su alineación y la progresión de su desarrollo, todo parece que podrán cumplir su objetivo. Sin embargo, habrá que ver el desenlace de este esfuerzo en un par de años más. Las ventajas del equipo radican en su poder de pago, pues al ser un equipo de fábrica, respaldado por uno de los fabricantes de autos más poderosos del mundo, es más fácil obtener recursos similares a los de Mercedes-Benz y Ferrari.