De acuerdo con Associated Press, el Departamento de Justicia de Estados Unidos presentó una demanda contra Apple, acusando al gigante tecnológico de ejercer prácticas anticompetitivas para mantener su control sobre el mercado estadounidense de teléfonos inteligentes, sin embargo, la mira del Departamento de Justicia va más allá de los iPhone.
Y es que el gobierno de Estados Unidos también expresó su preocupación por los servicios de información y entretenimiento CarPlay de próxima generación. En ese sentido, la agencia gubernamental sostiene que Apple CarPlay y su servicio de clave digital ejemplifican las tácticas empleadas por la empresa para atraer a los consumidores a su ecosistema tecnológico y, posteriormente, disuadirlos de desviarse; además alega que estas prácticas sofocan la innovación dentro del sector automotriz.
Por ejemplo, los desarrolladores que quieran integrar una clave digital en el iPhone deben hacerlo a través de Apple Wallet. Esto dirige a los usuarios a la aplicación de Apple en lugar de a la del fabricante de automóviles, lo cual es parte de un patrón que la compañía de tecnología utiliza para mantener a los usuarios atrapados en su ecosistema de aplicaciones.
"El estado predeterminado de Apple Wallet dirige a los usuarios a Apple Wallet en lugar de permitir que terceros presenten las llaves digitales del automóvil sólo en su propia aplicación multiplataforma, lo que aumenta la dependencia de Apple y el iPhone cada vez que usan su automóvil. Al mismo tiempo, disminuye los incentivos de los fabricantes de automóviles para innovar", señaló el departamento.
La denuncia también genera preocupaciones sobre la próxima versión de Apple CarPlay. En un anuncio de 2022, la compañía reveló planes para que la aplicación controle todas las pantallas dentro de un vehículo, incluido el grupo de instrumentos. De hecho, Porsche y Aston Martin ya presentaron prototipos que ilustran esta visión.
“Después de aprovechar su dominio de los teléfonos inteligentes para los sistemas de información y entretenimiento del automóvil, Apple ha dicho a los fabricantes de automóviles que la próxima generación de Apple CarPlay se hará cargo de todas las pantallas, sensores e indicadores de un automóvil, lo que obligará a los usuarios a experimentar la conducción como una experiencia centrada en el iPhone”, señaló el Departamento de Justicia en la demanda.
De acuerdo con las propias estimaciones de Apple, la compañía de tecnología controla más del 70 por ciento del mercado estadunidense de teléfonos inteligentes, aunque el Departamento de Justicia afirma que esta cifra podría estar subestimada. El gobierno alega que este control sobre el mercado y la actitud “anticompetitiva” de la empresa tecnológica han enriquecido a la empresa y constituyen “una conducta amplia, sostenida e ilegal”.
Por su parte, Apple calificó la demanda como "incorrecta desde los hechos y la ley" y señaló que se “defenderá enérgicamente” contra las acusaciones del Departamento de Justicia de la Unión Americana.