El año pasado no fue uno especialmente bueno para Bentley pues, en comparación con el 2022, la firma de vehículos de lujo anunció que sus ventas cayeron un 11%, así lo dio a conocer Adrian Hallmark, el CEO de la marca británica, quien aseguró que los altos tipos de interés y una economía cada vez más débil influyeron en buena medida en sus resultados, aunque también argumentó que sus clientes tienen “sensibilidad emocional”.
De acuerdo con Reuters, Hallmark declaró que: "Aunque nuestros clientes todavía pueden permitirse nuestros automóviles, hubo un nivel de sensibilidad emocional que frenó la demanda", haciendo referencia a que algunos de sus clientes no se sienten bien comprando un Bentley con el panorama que tenemos en el mundo.
Cuando Reuters se puso en contacto con Bentley, para preguntar qué significaba exactamente que los clientes de la marca tuvieran “sensibilidad emocional”, la explicación fue que: "Es precaución al dar muestras de riqueza en algunos mercados, como China y el Reino Unido, que están experimentando continuas dificultades económicas y políticas."
Lo anterior se puede traducir como que a los ricos les de vergüenza enseñar sus riquezas porque empatizan con el resto de la gente y entienden que no es lo ideal en el contexto actual, lo que explica que Bentley venda menos coches, pero la marca tiene una estrategia para garantizar sus beneficios: vender menos coches, pero que las unidades que entreguen sean más caras para así generar más dinero.
“Ante la incertidumbre que se espera que domine el mercado este año, tenemos previsto adaptar nuestro modelo empresarial para que mantengamos una posición equilibrada y podamos ajustar los aumentos o descensos de demanda. Priorizaremos aún más el valor para el cliente por encima de los volúmenes de producción. Además, celebraremos importantes eventos de presentación de productos en la segunda mitad del 2024”, concluyó Hallmark.
Concretamente, los beneficios de explotación de Bentley alcanzaron los 589 millones de euros en 2023. Son buenos números, pero el presidente y CEO de la compañía, no pasa por alto que vendieron menos coches.