La industria automotriz poco a poco abandona el petróleo en busca de fuentes de propulsión más limpias. Aunque la apuesta del momento es hacia vehículos eléctricos, mucha de la energía del mundo todavía se produce de la quema de combustibles fósiles. BMW ya investiga mejores alternativas: autos eléctricos alimentados por hidrógeno. Así lo propone su BMW i Hydrogen NEXT Concept.
Lo que propone esta tecnología no es que los motores quemen hidrógeno, sino que celdas de combustible generen electricidad a través de la energía liberada por la combustión de hidrógeno. La gran ventaja es que el único residuo de este proceso es vapor de agua y, a diferencia del tiempo que toma recargar un auto eléctrico, el tanque de hidrógeno puede reabastecerse en menos de cuatro minutos.
Existen otras ventajas del hidrógeno como fuente de electricidad para autos: se puede conseguir mejor autonomía, hay poca dependencia de las condiciones climáticas y es un elemento muy abundante. ¿El problema? La mayoría de los países apenas comienzan a desarrollar infraestructura de suministro, por lo que no supone una solución a corto plazo.
¿A qué viene, entonces, el BMW i Hydrogen NEXT Concept? A recordarnos que se está trabajando en ello. La división i de la firma alemana va más allá de la electrificación. Todo combustible alternativo encajará en la submarca, que además demuestra la versatilidad de este sistema de propulsión en un vehículo tan complejo como un X5.
BMW y Toyota han trabajado muy de cerca en esta tecnología desde 2013. En 2016, de hecho, firmaron un acuerdo para el desarrollo conjunto de modelos, con componentes modulares para sus vehículos con celdas de combustible. La firma alemana planea presentar la siguiente generación de este sistema de propulsión en 2022 y poner a la venta algún modelo con esta tecnología en 2025... si es que las condiciones del mercado —y la infraestructura— lo permiten.