En lugares como Dubai o los Emiratos Árabes, es hasta cierto punto normal que super autos incautados por las autoridades, terminen integrándose a la flota de vehículos policiales, algo que raramente se ve de este lado del charco, sobre todo en Estados Unidos, donde la policía de Texas acaba de estrenar un deportivo con más de 1,000 hp.
El cuerpo de la policía estatal de Texas, incautó en 2021, un flamante Dodge Challenger Hellcat Redeye, luego de desatarse una intensa persecución, al haber terminado una carrera callejera clandestina, sí, al total estilo de The Fast and The Furious, cuando Toretto huye a toda velocidad a bordo de su Mazda RX-7.
Una vez decomisado el vehículo en cuestión, un juez dio la orden de que el Redeye, pasara a formar parte de la flota policial, es decir, convertirse en un auto de uso oficial para ser utilizado en persecuciones, algo que sin duda alguna, suena por demás emocionante.
Pero eso no es todo, no se trata de un “simple” Hellcat Redeye con 807 hp de fábrica, sino que está bestia tiene en su haber una serie de modificaciones en el performance, por lo que de acuerdo al propio Texas Highway Patrol, el auto entrega 1,080 caballotes de pura diversión.
Por supuesto, una vez a disposición de la policía, la unidad ya recibió el tratamiento estético que demanda un vehículo perteneciente a su flotilla y además de lucir las características luces, también ya viste los colores negro y blanco respectivos.