Todo fanático de la industria automotriz conoce sin duda el nombre Mercedes-Benz, pues en esta época, la marca germana es por mucho uno de los mayores referentes en cuanto a vehículos de lujo se refiere, y sus modelos son ampliamente reconocidos por su calidad de construcción, lujo y, por supuesto, desempeño.
Sin embargo, lo que seguramente algunos no saben es la historia detrás del nombre Mercedes-Benz. Cabe recalcar que el fabricante automotriz no siempre ha tenido esta denominación y el relato detrás del mismo es cuando menos conmovedor y hoy es momento de recordarlo.
Todo comenzó hace 120 años, concretamente el 2 de abril de 1900, cuando Gottlieb Daimler, empresario dueño de la marca de automóviles Daimler-Motoren-Gesellschaft decidió cambiar el nombre a sus modelos y nombrarlos simplemente Mercédès, en honor a la hija de Emil Jellinek, cónsul y empresario austrohúngaro que fue de vital importancia para la fundación de Daimler, pues en el pasado había intercambiado modelos con la firma germana y los registró para eventos de carreras en Europa.
El primer vehículo que se creó bajo el nuevo nombre fue el Mercedes 35, nombrado así por los 35 caballos de fuerza que su motor podía entregar. El modelo no solo brilló sobre las pistas, sino que su diseño elegante y su amplio rendimiento lo convirtieron en el “prototipo del automóvil moderno”, fijando las bases para lo que sería en un futuro muy cercano la industria automotriz a gran escala.
Los buenos resultados de Mercedes no se detenían alrededor del mundo y llegó a ser tan amplio el dominio de la marca en los campeonatos mundiales que, tras concretarse una de las tantas victorias del Mercedes 35, Paul Meyan, secretario general del Club de Automóviles de Francia en aquel momento declaró “Hemos entrado en la era de Mercedes”.
Es a partir de aquí que las letras cursivas de “Mercédès” adornaron todos los radiadores de los modelos que lanzaría en un futuro la marca y para el 23 de junio de 1902, el dueño de Daimler cambiaría legalmente el nombre de la marca a “Mercedes”, para tiempo después, en 1926, unir fuerzas con el empresario y fabricante Karl Benz, dueño de la marca “Benz” quien había nombrado así su marca en honor a su esposa, Bertha Benz, dando así inicio a la historia de éxitos que ha cosechado “Mercedes-Benz”.
Tras 120 años de éxito, queda claro que la influencia de las mujeres en una de las marcas automotrices más importante del mundo no ha sido casualidad, pues cabe destacar que Bertha Benz fue una ingeniera brillante, que tiene entre sus logros haber creado la pastilla de frenos para automóviles, misma que seguimos utilizando hasta nuestros días.
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