Cuando se trata de vehículos deportivos, sus prestaciones en el papel nos adelantan todas sus posibilidades, es decir, tipo de motor, potencia, aceleración de cero a 100 km/h, etcétera, pero cuando se trata de la ficha de un Ferrari, las cifras cobran otro sentido.
Sin embargo, este Ferrari F12tdf en particular, parece que fue, más que enjaulado, domesticado, por decir lo menos, ya que su velocidad máxima fue limitada electrónicamente a 24 km/h, una verdadera tragedia para el motor V12 de 7.3 litros y 780 caballos de fuerza que vive en sus entrañas y que, en sus años gloriosos, le permitirían acelerar de 0 a 100 km/h en 2.9 segundos y desarrollar una velocidad máxima de 340 km/h, pero existe una razón para haber hecho esa barbaridad.
De acuerdo con el vendedor, un sitio de subastas estadounidense llamado Bring a Trailer, se trata de un prototipo del F12tdf el cual, una vez terminada su función, y ya con el F12tdf comercializado, Ferrari limitó el coche y el motor electrónicamente para que no pudiera ser utilizado más que como un elemento decorativo.
Una práctica habitual en la industria del automóvil y que no es exclusiva de Ferrari pues, las marcas automotrices, al vender sus prototipos, no quieren que se usen en carretera, esto para evitar futuros litigios y mala publicidad. Y es que, al no ser un producto final, un prototipo no cumple con los estándares del fabricante en términos de acabados, equipamiento y sobre todo confiabilidad, por no mencionar el elevado kilometraje que han acumulado debido a las pruebas.
Un concesionario lo importó a Estados Unidos como coche de exhibición, la única manera legal de hacerlo. Tras unos años como dueño, el concesionario decidió venderlo, aunque sería casi imposible ponerle placas de circulación y usarlo en carretera, no sólo porque es más lento que un patín eléctrico sino que, además, carece de número de chasis.
Es más, en uno de los componentes de la suspensión, donde se vería su número VIN, se puede leer “vehículo ilegal en carretera”. Una jubilación lamentable, sobre todo porque se trata de un coche que puede dar muchos kilómetros más de diversión.