El Auto Show de Ginebra no son sólo autos. Durante la muestra suiza, Goodyear exhibió su concepto de neumático del futuro, el Oxygene. Se trata de una innovadora llanta rellena de musgo capaz de realizar fotosíntesis para absorber el dióxido de carbono de las ciudades más contaminadas y convertirlo en oxígeno.
El reto al que se enfrentan las grandes urbes es complicado. La Organización Mundial de la Salud estima que más del 80% de las personas que viven en zonas urbanas están expuestas a una mala calidad de aire. Para 2050, se prevé que dos terceras partes de la población mundial viva en entornos urbanos.
Con el Oxygene, Goodyear busca mejorar el aire que respiramos. La marca lo plantea así: en una ciudad con 2.5 millones de autos —como, por ejemplo, París— sus neumáticos serían capaces de absorber más de 4,000 toneladas de dióxido de carbono al año y transformarlo en alrededor de 3,000 toneladas de oxígeno puro.
Más que sólo fotosíntesis: la llanta conectada al Internet de las Cosas
Al contar con musgos vivos dentro de la pared lateral y una estructura abierta, el Oxygene también es capaz de absorber la humedad y el agua de las superficies por las que circula, lo que ayuda al proceso de fotosíntesis, mismo que es utilizado para generar la electricidad necesaria que hace funcionar al neumático.
¿Y para qué quiere electricidad una llanta? Te preguntarás. A lo largo de su estructura hay sensores, una unidad de procesamiento de inteligencia artificial y una franja de luz personalizable que utiliza para advertir sobre maniobras, cambios de carril o frenado. Recurre a un sistema de comunicaciones de luz visible —también llamado LiFi— para conectarse al internet de las cosas. En otras palabras, permite el intercambio de datos entre vehículo y vehículo, y vehículo e infraestructura.
En lo que respecta a su fabricación, su construcción no neumática está impresa en 3D con polvo de caucho de llantas recicladas. La marca asegura que la estructura es liviana, absorbe golpes y supone una solución duradera y libre de ponchaduras para prolongar su vida útil. La estructura abierta proporciona mayor seguridad, pues optimiza el agarre en mojado al absorber el agua de la banda de rodamiento.
Por ahora se trata sólo de un prototipo, pero en Goodyear parecen tener muy claro hacia dónde rodarán las llantas del futuro. Estos días la marca está celebrando sus 120 años de trayectoria y, en palabras de Chris Delaney, Presidente de Goodyear Europa, Medio Oriente y África, les entusiasma su pasado, pero les emociona todavía más su futuro.