El nombre Skyline ha estado entre la familia Nissan desde 1957. Durante el Auto Show de Tokio de 1968 se presentó por primera vez una versión GT-R, que con el tiempo terminaría convirtiéndose en el máximo deportivo de la firma japonesa y en un modelo totalmente distinto al Skyline, cuya nueva generación se presenta en Japón con cuerpo de Infiniti.
No es la primera vez que un Skyline adopta un desarrollo de Infiniti. Para este nuevo modelo se toma como base al Q50, incluido su motor V6 twin-turbo de 3.0 litros, capaz de generar 400 hp y 350 lb-pie. Todo el poder se envía al eje trasero gracias a una transmisión automática de siete velocidades. Existen también variantes híbridas.
Visualmente tampoco es muy distinto al sedán de Infiniti. El nuevo Nissan Skyline conserva prácticamente todos los elementos de la variante de lujo, salvo la parrilla, que deja atrás el estilo de Infiniti para adoptar el diseño del emblemático GT-R. Las calaveras mantienen su forma, aunque cambian el dibujo de su iluminación de LED.
Lo más importante del Nissan Skyline radica en su tecnología. Es el primer modelo en contar con el sistema ProPILOT 2.0, que permite cierto grado de conducción autónoma sin necesidad de tener las manos en el volante. El conductor indica la ruta en el navegador y el auto será capaz de seguir el camino —en un mismo carril— en autopistas.
El Nissan Skyline ya está disponible en Japón y no está contemplado su lanzamiento fuera de ese mercado. Su lugar en nuestro país lo ocupa el Infiniti Q50, cuya gama va de 732,600 a 1,042,500 pesos.