Del primer Volkswagen Golf GTI, al rarísimo G60 Limited y el nuevo R: visitamos un garaje con los Golf más especiales de la historia
No existen las máquinas para viajar en el tiempo —y si sí, reto a mi yo del futuro a viajar a este preciso momento y que me lo diga—, pero tampoco son necesarias para trasladarnos a otra época. El sonido, el olor o la forma correcta puede llevarnos a otra década y desenterrar esa memoria. Intentémoslo: recuerda el primer coche del que tengas memoria de tus padres. Cómo sonaba la puerta al cerrar, el ruido que hacía el casete o un CD cuando lo introducían al reproductor de música, a qué olía cuando hacía calor o cómo se sentían los botones al oprimirlos. ¿Ves?
No sé qué auto imaginaste ni cuántos años tienes, pero en cualquier caso pudo haber sido un Volkswagen Golf. Con 50 años de trayectoria, en algún momento pudo haber sido el auto de tu abuelo, de tus padres o incluso el tuyo. Ahí la gracia. No todos vivimos la misma época, pero en todas las épocas que podamos recordar hubo un Golf que evolucionó al ritmo de la industria automotriz. Seas de la etapa del casete o del CD, de los cristales manuales o eléctricos o de esos motores que ya casi no se escuchan en las calles.
Para celebrar el medio siglo de su icónico hatchback, Volkswagen reunió a varios de sus Golf deportivos en la fábrica de Osnabrück, en Alemania, y me invitó a conocerlos. O más bien, a recordarlos, desde el primer hasta el último Golf GTI, hasta ediciones rarísimas como el G60 Limited. Ponte cómodo para este viaje en el tiempo.
Golf GTI, primera generación: el comienzo de todo
Auto Show de Frankfurt de 1975. El Golf apenas comenzaba a dar sus primeros pasos y Volkswagen ya se estaba aventurando con una versión deportiva. Le pusieron un contorno rojo, tapicería especial y el emblema GTI que, 50 años después, seguimos encontrando en los GTI. Seamos sinceros, si hay una marca que ha sabido hacer negocio con la nostalgia, esa es Volkswagen.
Lo miro y me detengo a pensar si la persona que decidió cómo hacer lucir especial a este primer Golf deportivo tenía idea de que, indirectamente, estaba decidiendo la apariencia del resto de los Golf GTI de la historia. Todos y cada uno han tenido la parrilla con el contorno rojo, tapicería especial y esa tipografía para el emblema. Bueno, casi todos, pero ya llegaremos al de cuarta generación.
Aquel primer GTI tenía una fórmula deliciosa: un motor de 1.6 litros de 110 hp para un coche que pesaba tan solo 810 kg. Más adelante llegó un nuevo motor de 1.8 litros que sólo ganaba 2 hp, pero su manera de entregar el poder bajaba notablemente el tiempo de 0 a 100 km/h: de 9 a 8.2 segundos.
El auto fue todo un éxito. Volkswagen se dio cuenta de que el apellido GTI no daba solamente para una segunda parte o una trilogía: tenían toda una saga por delante, e incluso la oportunidad de llevar el apellido a otros modelos. De hecho, en tiempos recientes Volkswagen quiso revivir la fórmula de su Golf GTI original con el Up!, su auto más pequeño, cuya versión GTI imitaba el peso, la potencia y el tamaño del primer Golf GTI.
Segunda generación: VW se dio cuenta que podía hacer lo que quisiera con un Golf
Llegamos a 1984, que por ponernos en contexto de lo que estaba sucediendo en la época, fue el año debut de Bon Jovi y el año en el que Queen estreno Radio Gaga. Volkswagen, mientras tanto, presentaba la segunda generación del Golf GTI, con un nuevo chasis y una nueva cara —con los mismos detalles deportivos que su predecesor—, aunque con el mismo motor. Al menos al principio, porque Volkswagen no tardó en reemplazar ese motor de 1.8 litros de 8 válvulas, por uno de 16 válvulas, que iría más holgado en revoluciones, llegaría a 139 hp y bajaría el 0 a 100 km/h a 7.9 segundos.
Con esta generación, Volkswagen se dio cuenta de que podía hacer todo lo que quisiera con su GTI. Puedo imaginar perfectamente una conversación de pasillo entre los ingenieros, preguntándose qué pasaría si le pusieran un supercargador… y no se quedaron con la duda. Hubo un Golf con motor de 1.8 litros supercargado y 160 hp, que para la época era una locura en un hatchback de este tipo. Lo genial es que no se detuvieron ahí. Lanzaron una versión llamada G60 Limited que al día de hoy es una rareza total: sólo se fabricaron 71 unidades, cada una llevada a 210 hp y con tracción integral. Es como si hoy Volkswagen se atreviera a lanzar un Golf de 400 hp… que, con el Audi RS3 en las calles, la verdad ya tienen la mitad de la tarea hecha.
Tercera generación: este motor te va a sonar muchísimo
Llegamos a la tercera generación y el Golf GTI sigue creciendo en todo aspecto, tanto en tamaño, como en motor. Aquí fue cuando llegó el emblemático motor de 2.0 litros de 8 válvulas de 115 hp que en México lo conocemos de maravilla. Sin temor a equivocarme, podría decir que es el motor que conocen todos los mecánicos; lo encontramos hasta hace no mucho —hasta 2015— en Jetta Clásico y en Ibiza. Sí, ambos modelos llevaban el motor del Golf GTI de 1991…
Poco después, en 1993, este Golf GTI evolucionó hacia un motor más interesante: misma cilindrada, pero ahora con 16 válvulas, para llegar a 150 hp. Curiosamente, su aceleración de 0 a 100 km/h era muy parecida a la del primer GTI (8.3 segundos), pero el chasis era otra cosa. Tras 20 años de evolución, la electrónica ya se manifestaba en tecnologías como frenos ABS.
Cuarta generación: bienvenido a la era del turbo
El Golf IV se estrenó en 1998. Fue el GTI que rompió momentáneamente con la tradición del contorno rojo en la parrilla, sin que eso lo hiciera menos GTI que los demás ni la oveja negra de la familia. En todo caso, sólo lo hace peculiar.
Esta generación tuvo una infinidad de motores, desde aquel 2.0 litros de 115 hp hasta una versión turbo de 1.8 litros de 180 hp para la edición de 25 aniversario. De hecho, ese fue el primer Golf GTI con motor turbo en la historia, con excepción del turbodiesel que existió en la primera generación y que, a fin de cuentas, no era un GTI, sino un GTD. A gasolina, el Golf GTI IV fue el primer turbo en la saga. Fuera de la edición especial, su motor turbo desarrollaba 150 hp.
Quinta generación: si me lo preguntas, mi favorito
Con este Golf GTI, Volkswagen encontró una fórmula a la que apegarse aún en nuestros días. A partir de aquí, de 2004, el Golf GTI lleva un motor turbo de 2.0 litros —como ahora—, una talla más o menos parecida al modelo actual y ofrece por primera vez una transmisión automática de doble embrague, la famosa DSG. También incluye control electrónico de estabilidad como equipamiento de serie y suspensión multilink.
Esta generación es, a mi parecer, a la que mejor le han sentado los años. Su diseño es minimalista, sin caer lo sencillo. También fue la primera generación en alcanzar 200 hp —para las versiones normales— y extenderse hasta 230 hp para la edición de 30 aniversario. Fue, además, el primer GTI que logró una aceleración de 0 a 100 km/h en menos de 7 segundos.
Sexta generación: si la fórmula funciona, ya no le muevas
Con este Golf VI nos damos cuenta de que, efectivamente, Volkswagen había dado con la fórmula ideal para su hot-hatch. Podríamos pensar incluso que a partir de esta generación, el Golf GTI ha sido más de lo mismo, pero también te digo que llevamos años tomando Coca Cola y nos enojaríamos si le cambiaran el sabor.
Con este Golf GTI, que llegó en 2010, no hubo un aumento radical de potencia. Conservaba un motor turbo de 2.0 litros, llevado ahora a 210 hp. Las mejoras en realidad se centraron en el chasis y la electrónica. Se introdujo, por ejemplo, el sistema XDS, un diferencial electrónico que aún en nuestros días me parece una de las claves de éxito en la dinámica del GTI.
Séptima generación: tan reciente, que aún no llegamos a extrañarlo
Marzo de 2013, fecha de nacimiento de la séptima generación del Golf GTI. Volvemos a tener un motor turbo de 2.0 litros con un sutil incremento de potencia: ahora 220 hp, con 230 hp reservados para una variante más deportiva y que marcaba el mejor 0 a 100 km/h hasta el momento, 6.5 segundos. Tiene tan poco tiempo que dejó de fabricarse, que mejor saltaremos a la octava generación, porque anunció novedades recientemente.
Octava generación: ahora con chat GPT y más potencia
Aunque esta generación del Volkswagen Golf GTI llegó a México hace pocos meses, en Europa rueda desde hace ya algunos años, así que no debe sorprendernos encontrarnos ya ante su actualización de media vida. Con este facelift, el Golf GTI gana rasgos más afilados, retoques en faros y calaveras, parachoques más agresivos y, lo más importante, más potencia. De los 241 hp originales, el Golf GTI 2025 llega a 261 hp. La versión Clubsport lo sube incluso a 300 hp.
Al interior también hay novedades. Para empezar, el volante vuelve a tener controles físicos —gracias— y el sistema de infotenimiento ahora cuenta con integración con Chat GPT, de modo que podemos introducir comandos de voz naturales, con respuestas asistidas por inteligencia artificial. El sistema permite desde controlar funciones de navegación o A/C, hasta responder a preguntas cotidianas.
El Volkswagen Golf R también marca su lugar
En 2002, Volkswagen lanzó en Europa una de las versiones más especiales del Golf hasta la fecha: el icónico R32. Llevaba un motor V6 de 3.2 litros, capaz de generar 241 hp y 236 lb-pie. Iba con tracción integral y, además, fue el primer auto de producción en llevar una transmisión automática de doble embrague.
La respuesta fue tan buena, que Volkswagen se quedó corta en producción. De las 5,000 unidades que tenía previsto fabricar, terminó rebasando las 30,000. Marcó, además, el inicio del apellido de más alto desempeño en la marca. Su heredero llega a nuestros días bajo el nombre de Golf R.
Para 2025, el Golf R también recibe mejoras. Había que alejarse del mejorado GTI 2025, así que recibe un extra de potencia, para llegar a 330 hp. Elimina la transmisión manual de su portafolio, pero conserva la automática DSG, el sistema de tracción integral y el modo Drift. Al interior también adopta inteligencia artificial con Chat GPT.
En resumen, el Volkswagen Golf sigue siendo el testimonio de la evolución moderna de los autos compactos, desde las tecnologías más sencillas de las que las nuevas generaciones no han escuchado ni hablar, hasta sistemas tan complejos que hace 50 años no eran ni capaces de imaginar.