A estas alturas del partido recomendar un vehículo con los ojos cerrados es una misión un tanto complicada, sobretodo por la cantidad de opciones que existen, sin embargo, también están aquellos que, con la confianza que han generado con el paso de los años, se mantienen en la “zona segura” y sí, con los ojos cerrados son una recomendación segura; en ese espacio está Toyota Camry.
Un vehículo que tuvimos a prueba y que como ha sucedido en cada ocasión nos recuerda lo brillante que es, aunque sí es un hecho, con esta nueva generación lograron mejorar lo que ya por sí solo era bastante bueno.
Rejuvenece aún más
Hablemos del diseño. Aunque sí se notan a simple vista los cambios respecto a la generación anterior, en realidad tampoco sorprende. Y no me lo tomes a mal, su imagen es atractiva y moderna, sin embargo, también bastante predecible, puesto que con el cambio que tuvo el actual Prius, esperábamos algo similar en Camry.
Todas las versiones de Camry 2025 cuentan con defensas y espejos laterales en color de la carrocería, con ajuste y desempañador eléctricos, además de luces direccionales. Rines de aluminio de 18" en las versiones XSE, XSE Bitono y XLE, mientras que en la versión LE son de 16”. También integra faros delanteros LED con encendido y apagado automático, así como luces diurnas en tira LED en las versiones XSE, XSE Bitono y XLE.
Lo tiene todo
La cabina es otra historia; aquí los cambios sí que no se esperaban pues le dan un personalidad completamente nueva, una cabina mucho más fresca y moderna, algo que se intentó con la generación pasada pero que en definitiva ahora sí se logró.
El nivel tecnológico escaló, ahora integra una pantalla multi información de 12.3” en todas las versiones a excepción de la LE en donde es de 8”. La botonera para el aire acondicionado y los asientos calefactables se mantiene, y eso en definitiva se agradece.
La conectividad es sencilla y el sistema de infoentretenimiento integra Android Auto y Apple CarPlay inalámbricos, aire acondicionado automático de 2 zonas con S-Flow y modo ECO, con salidas para la segunda fila de asientos, así como cargador inalámbrico para celular en la consola central.
Fórmula garantizada
Ahora bien, en cuanto a la motorización no tenemos cambios, mantiene el propulsor de combustión interna de 2.5 L y 4 cilindros en línea que trabaja en conjunto con un motor eléctrico tipo sincrónico de imanes permanentes, generando entre ambos 225 hp.
Y aunque se mantiene en esa misma línea, con un tren motriz híbrido mejorado -menciona la marca- las sensaciones de manejo son bastante similares a lo que ya conocíamos, es decir, un manejo dinámico si eliges el modo Sport o algo más “tranquilo” si tu objetivo es meramente mantener un consumo promedio excepcional.
De cualquier manera, estamos hablando de uno de los mejores híbridos en el mercado, lo que quiere decir que aunque en ocasiones te quieras divertir un poco al volante con el modo de manejo Sport, siempre te ofrecerá un muy buen consumo de gasolina.
Finalmente, la cereza del pastel para esta generación en definitiva es que ya todas las versiones son híbridas, un plus que lo hacen sobresalir de sus competidores y sí, ser la mejor opción.
Versiones y precios
- LE: $599,900
- XSE: $679,900
- XSE Bitono: $689,900
- XLE: $734,900