No se ve (mucho), pero bajo todo ese camuflaje hay un KIA Stinger. Lo mostraríamos al desnudo, pero retirar todas esas fundas es tan complicado como armar un cubo de Rubik y, salvo el momento de la sesión de fotos, el auto debe permanecer oculto, sin embargo eso no evita que podamos conducirlo por doquier para descubrir sus secretos.
El Stinger es lo más reciente de KIA. El modelo que estamos probando es un preserie que no lleva ni materiales ni ensambles ni equipamiento definitivo, pero sí una de las configuraciones mecánicas con la que estará disponible en México: un motor turbo de cuatro cilindros de 2.0 litros, capaz de desarrollar 255 hp y 260 lb-pie de par.
Este sedán con alma de Gran Turismo estará disponible a finales de este mismo año. La firma coreana busca plantar cara a propuestas premium, como el BMW Serie 4 Gran Coupé o el Audi A5 Sportback. La apuesta de KIA es por un diseño imponente —vaya que lo es—, acabados de gran calidad y prestaciones dignas de sus rivales alemanes.
Como es costumbre, antes de publicar nuestra reseña habitual, queremos aprovechar que el auto duerme en nuestro garaje para resolver todas las dudas que tengas al respecto. La sección de comentarios queda abierta.