Seguramente a ti, a nosotros y a millones de conductores más nos ha sucedido que en alguna ocasión hemos dejado de repostar a tiempo y cuando nos damos cuenta, la aguja del marcador de nivel se encuentra hasta abajo, precisamente en la zona de reserva.
Es entonces cuando varias cuestiones acuden a nuestra mente: “¿Por qué no cargué combustible en la última gasolinera? ¿Qué le voy a decir a mi familia cuando nos quedemos varados a mitad de la carretera sin nada de gasolina? Sin embargo, la primera pregunta que acude a tu mente cuando se enciende la luz de reserva de combustible en el tablero es: ¿Cuánta gasolina me queda y cuántos kilómetros puedo recorrer con ella?
Esa, mis amigos, es la pregunta del millón. La pregunta que eleva tu nivel de estrés y que hace agudizar la vista, esperando ver muy pronto el anhelado letrero de “Pemex” en la lejanía. Hay, desde luego, conductores que “se la juegan”, manejando por kilómetros y kilómetros con la reserva del combustible; a veces por necesidad, otras, porque simplemente son valientes.
Desde aquellos lejanos años cuando mediante una palanca se liberaba la reserva del tanque de gasolina en los coches de antaño, mucho han cambiado las cosas hasta la actualidad. No es un secreto que, con excepción del testigo del freno de estacionamiento, nunca queremos que se prenda ninguna luz en el tablero de nuestro auto, pues eso significa problemas.
Tampoco es un secreto que existen diferentes capacidades en lo tocante a los tanques de combustible de los autos, lo cual va de la mano de otros factores, como el tamaño del auto, el cubicaje del motor y su consumo. Así, hay tanques que se llenan con 40 litros, otros tienen capacidad para 50, 60 o más.
Una vez que se ha encendido la luz o que la aguja ha llegado al límite de la reserva, el promedio de recorrido, en la mayoría de vehículos, ronda entre los 50 a los 80 kilómetros e incluso más, antes de que el motor se apague por falta de “alimento”.
Consideraciones importantes sobre el funcionamiento del tanque de combustible de tu auto
Lo anterior no es, desde luego, una regla, debido a algunos factores dignos de considerar, como por ejemplo, que el testigo de alerta funcione correctamente, lo mismo que el medidor del nivel de combustible, el sensor de reserva, el flotador, etc. Incluso estas cifras pueden variar si la capacidad del tanque de gasolina de tu auto se ha visto afectada. ¿Cómo? Con un golpe asestado en un tope o un bache, por ejemplo.
¿Utilizas repuestos originales cuando llevas tu auto al taller? Si echas manos de accesorios genéricos que no corresponden al modelo de auto, como por ejemplo, una bomba de combustible que no coincida con las especificaciones de fábrica, puede afectar el consumo de combustible y la cantidad de kilómetros que puedes recorrer sólo con la reserva.
En los autos de modelo reciente, los sensores de reserva del tanque de gasolina se encuentran separados del sensor del nivel de combustible, aunque en algunos casos están juntos. En cualquiera de los dos casos, cualquier alteración a la calibración, cuando se cambia la bomba de gasolina, puede afectar su funcionamiento.
Por todo lo anterior no es recomendable circular por mucho tiempo con la reserva, puesto que la cantidad de gasolina podría no ser la calculada. Además, es muy importante tomar en cuenta que la reserva se creó para poder brindar cierto grado de tranquilidad, mientras llegamos a la siguiente gasolinera, no para comprobar cuán valientes somos.
Otra cosa importante es considerar que el andar circulando con la reserva de combustible aumenta el nerviosismo y el estrés. ¿Te imaginas manejar de esta forma, mientras te encuentras inmerso en un tráfico caótico?
"Me quedé sin la gasolina de reserva, pero puedo rellenar con un garrafón". No, no es tan sencillo.
El sistema de llenado de los coches actuales hace que esta labor sea muy complicada, debido a los mecanismos de seguridad. Además, en algunos modelos de coches es necesario purgar el sistema de alimentación de combustible, antes de poder encenderlo nuevamente.
Conducir con la reserva también puede acarrearte gastos innecesarios. ¿Por qué? En primer lugar porque puedes dañar la bomba de combustible debido a que esta requiere hacer un mayor esfuerzo para absorber la poca gasolina que queda en el depósito.
Poca cantidad de combustible puede generar burbujas de aire que de igual forma ponen en peligro la integridad de la bomba. Asimismo, entre más baje el nivel, más probabilidades hay de que la bomba succione las impurezas que descansan en el fondo.
Una gran ventaja de los autos modernos es que cuentan con múltiples alertas que evitan llegar a la reserva del tanque. Sin embargo, los datos aportados por la computadora del auto tampoco podrían ser confiables, debido a que el cálculo de ésta, toma como base la media de consumo en un determinado periodo de tiempo y distancia.
Dicho en otras palabras, si cruzas la ciudad, llegas a la caseta e inicias el recorrido por carretera con la reserva del tanque, pensando que puedes legar sin problemas a la siguiente estación, probablemente no será la mejor idea, puesto que los consumos no serán equiparables. Sobre todo si durante la mayor parte de los días conduces por la metrópoli. Asimismo influyen hábitos de manejo, altitud, condiciones climatológicas, etc.
También es importante considerar que cada fabricante maneja distintos criterios para avisar a sus clientes cuando el auto ha llegado a la reserva de combustible. Una primera alerta podría llegar cuando al auto le quedan 40 kilómetros, mientras que en otros casos, el primer aviso podría presentarse cuando le quedan 60 km de recorrido. En todo caso, la finalidad es la misma: Mandar una señal de alerta para que cargues combustible lo más pronto posible.
La respuesta a la pregunta primigenia es: Sí, si puedes circular todavía algunos kilómetros cuando la aguja o el marcador del auto llegue a la zona de reserva, pero nuestro consejo es que aproveches esa ventaja para llegar a la gasolinera más cercana.
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