La noticia del lanzamiento del Volkswagen Polo hindú—un secreto a voces— fue un bombazo en el estómago para el consumidor mexicano que conoció al Polo europeo (Q.E.P.D.) con su motor 1.2 TSI, frenos traseros de disco e interiores de calidad destacable. Volkswagen dejó de lado el modelo fabricado en España para traer el fabricado en la India bajo el argumento de volverlo más accesible.
La ola el tsunami de comentarios en su respectivo post nos hizo reflexionar: en México no se ofrecen los eficientes motores diésel que los fabricantes venden como pan caliente en Europa, nos privan de mecánicas turbo y restan equipo de seguridad de última generación (alerta de colisión, monitoreo de punto ciego, etc.); todo por culpa de nuestros combustibles de baja calidad, consumidores poco informados y calles maltratadas. Esto nos lleva a la pregunta de la semana:
¿La tecnología de punta en la industria automotriz es alérgica a México?
¿De quién es la culpa? ¿De nuestros dirigentes por no apostar por una renovación energética en el país? ¿De la falta de una legislación que obligue a los fabricantes a aumentar los niveles de seguridad? ¿Del consumidor que aún se deja impresionar por un quemacocos? Cerramos los comentarios del post. Todas las respeustas las esperamos en nuestra sección de preguntas.
En Motorpasión México | ¿La tecnología de punta en la industria automotriz es alérgica a México?