Por definición, un vehículo todoterreno es aquel que puede circular por zonas escarpadas e irregulares, capaz de realizar múltiples funciones y que se adapta a todo tipo de superficies. Para ilustrar tal descripción nada mejor que la Cheyenne Trail Boss, de Chevrolet, la nueva generación de uno de los vehículos más populares en el segmento de pickups.
La versión 2019 es una pickup igual de robusta e imponente que sus antecesoras, pero las supera en cuestiones tecnológicas y en el poder que le permite conquistar cualquier terreno off road.
Por fuera: imponente
Se trata, literalmente, de una pickup de altura, ya que cuenta con una nueva suspensión todo terreno está elevada dos pulgadas más que su antecesora, lo que le suma estabilidad para cruzar caminos irregulares.
A la vista muestra un lateral más esculpido, con pliegues nuevos y salpicaderas redondas, mientras que la parrilla tiene luces delanteras con tecnología LED. Además, presenta rines de aluminio negros de 18 pulgadas con llantas especiales para rutas difíciles que llevan un dibujo característico apto para recorrer la alta montaña.
El diseño es inteligente en puntos clave: en los costados del frente tiene unas nuevas ventilas aeroactivas que, además de lucir bien, sirven para regular la entrada del aire a la parrilla para mejorar la economía en combustible.
Otro cambio destacable es su caja de carga hecha con tecnología Durabed®, una aleación de acero cubierta con Spray-on bedliner que le da ese look rugoso que tanto aman los aventureros y que sirve para afianzar la carga y aumentar su durabilidad, algo muy necesario si se considera su máxima capacidad de carga que alcanza los 803 kilogramos. La caja también dispone de 12 arillos fijos para asegurar lo que se transporte.
La caja también cuenta con tomas de corriente para cuando se necesite energía mientras se está al aire libre. Este aspecto se complementa con un sistema para trabajar cuando hay poca luz, denominado Iluminación 360 grados (es decir, se cuenta con luces LED alrededor de todo el vehículo).
En la defensa trasera se encuentran un par de escalones auxiliares que facilitan el acceso a la caja de carga. Por su parte, cuenta con otra característica útil: la apertura automática de batea que se puede activar desde el interior de la cabina, el control remoto de la llave, o directamente desde la puerta.
Por dentro: inteligente
Para lograr la conquista de un terreno off-road es indispensable un motor poderoso. Y basta abrir el cofre de la Cheyenne Trail Boss para ver su motor V8 5.3L con potencia de 355 caballos de fuerza acoplado a una transmisión de ocho velocidades que otorgan una capacidad de arrastre de hasta 4,309 kilogramos.
Es una pick up con sistema stop start que ayuda a ahorrar gasolina y que suma al nuevo sistema de administración dinámica de combustible que también permite mejorar el rendimiento de gasolina desactivando los cilindros que no son necesarios dependiendo de las condiciones del terreno.
Tiene un tablero tecnológico con fácil acceso a una pantalla central touch a color de 8" que permite interactuar con aplicaciones en el teléfono y conectarse al nuevo hot spot de WiFi 4GLTE integrado y listo para conectar hasta siete dispositivos al mismo tiempo.
Al centro en el techo accesible también queda un sistema de atención personalizado OnStar que permite contactar a un asistente en tiempo real para resolver situaciones de emergencia y mecánicas, entre otras funciones.
El aire acondicionado es bizonal lo que permite regular la temperatura de manera independiente, algo bastante útil cuando se viaja en familia o grupo.
La amplitud destaca y se nota sobre todo en su zona trasera que tiene mayores dimensiones que las versiones anteriores, con más espacio para las piernas y para guardar artículos bajo los asientos.
Seguridad ante todo
Cuando el movimiento alcanza al término de todoterreno, intenso o rudo, debe ir ligado a la seguridad y la Cheyenne Trail Boss la integra con cada uno de sus sistemas: control de estabilidad, alerta de cruce trasero, bolsas de aire, alerta de punto ciego, sistemas ABS y sistema de diagnostico de frenos; además de seis bolsas de aire.
También destaca en sus sistemas el asistente en descenso de pendientes para regular la velocidad sin necesidad de ir pisando el pedal de freno lo que hace más práctica y segura la conducción con una capacidad de transformación en segundos que mejora la experiencia de manejo, convirtiéndola en la nueva dueña del off-road.
Chevrolet Cheyenne Trail Boss, además de imponente es inteligente y su motor es poderoso haciendo que este todoterreno no encuentre obstáculo alguno y confirmando que el uso rudo no está peleado con el estilo.