El futuro del Nissan Juke parecía incierto al momento de su lanzamiento en 2011, pero el tiempo ha jugado a su favor. Si bien en México sus ventas no son de gran volumen, en Europa es uno de los modelos más populares del fabricante japonés. Tras este éxito internacional, es momento reciba un par de actualizaciones menores con el fin de mantener su dominio en el interesante segmento de los SUV subcompactos.
El exterior recibe muy pocos cambios. LEDs en los faros superiores, un nuevo diseño de parrilla y retoques en la fascia son las principales novedades estéticas en la parte delantera. Atrás nos reciben unas calaveras que mantienen inalterado su diseño, pero renuevan su configuración interna, y una defensa de diseño deportivo.
El apartado técnico se ve iluminado por un nuevo bloque de 1.2 litros turbo, que se sumará al actual 1.6 DIG-T. En los países donde se ofrece con tracción integral, el sistema ha sido revisado y mejorado. Por su parte, la cajuela creció un 40% en las versiones con tracción delantera; ahora tiene una capacidad de 354 litros.
Por su parte, la versión Nismo RS recibe ajustes mecánicos para llevar su motor 1.6 DIG-T de 200 a 218 caballos de fuerza. El par de 280 Nm es enviado al eje delantero a través de una caja manual, apoyado por un diferencial de deslizamiento limitado.
Tras haber vendido 420,000 unidades en menos de 40 meses, el Nissan Juke está listo para hacer frente a sus rivales por el tiempo de vida que le queda a esta generación. En nuestro mercado compite contra Ford EcoSport, Chevrolet Trax, Mitsubishi ASX, Peugeot 2008 y, de manera indirecta, al MINI Countryman.
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