Se me ocurren mil maneras de explicar la experiencia de ir al volante del BMW 540i. Podría caer en el cliché de decir que es como conducir el futuro en el presente, y aunque en parte es cierto, la descripción se queda (muy) corta. Para ser más claro, dejaré que tu mismo cerebro lo explique. Coloca tus manos así y mira fijamente tus dedos índices. ¿Notas cómo, sin que tú lo ordenes, empiezan a acercarse hasta el punto de tocarse? No intentes resistirte porque es imposible. Así de telepática es la conducción del BMW Serie 5.
Los años no han pasado en vano dentro de la industria automotriz. La conducción ha avanzado tanto, que esa parte de nuestro cerebro que no sabe mantenerse en el carril o guardar su distancia respecto al coche de adelante ya ha sido reemplazada por el cerebro del auto: basta con que nuestra mala puntería tenga la voluntad de quedarse en el carril, para que el Serie 5 actúe y sutilmente nos coloque al centro.
Eso y más es lo nuevo de BMW. Un sedán que ha evolucionado a imagen y semejanza del buque insignia de la casa, el Serie 7, y aprovecha las virtudes de su tecnología y su diseño. Basta echar un vistazo para encontrar el parecido estético, de apariencia ejecutiva y hasta cierto punto discreta, pero con un extraordinario trabajo de iluminación LED, costados esculpidos hasta la cintura y los destellos deportivos propios de un vehículo vestido con accesorios M Sport.
Pero no, lo más precioso del Serie 5 no está en su apariencia —aunque también— sino en el escaparate tecnológico del que no hemos podido evitar hablar desde el principio. ¿Qué es eso de tocar la pantalla o utilizar una perilla para ajustar el volumen? ¡No! En el BMW 540i basta con hacer señas frente a la pantalla para que el infotenimiento obedezca nuestras instrucciones.
Si ya te sientes viejo por tener que explicarle a los niños por qué el teléfono se cuelga, espera a tener que decirles en algún momento debías tocar las pantallas para realizar acciones. La generación touch ha durado poco y ya va de salida, lo de hoy son los controles por gestos: girar el dedo índice para subir o bajar volumen, levantar el pulgar para aceptar una llamada, mover la palma hacia la derecha para rechazar una opción... vamos, como en ciencia ficción.
Y todo, por supuesto, rodeado de una atmósfera magnífica. Magnífica por la atención en sus acabados, por el diseño, el espacio interior y el extraordinario aislamiento acústico. Es una experiencia tecnológica aderezada con el sabor premium de una firma como BMW.
El BMW 540i es un sedán rápido y bien aislado del exterior
Lo menos que puedes esperar de un sedán ejecutivo como el BMW Serie 5 es la excelente calidad de marcha que ofrece. Su andar es suave, sumamente sedoso e increíblemente estable. La insonorización es perfecta y el aislamiento de imperfecciones —ruidos, baches, etc.— es sorprendente, porque trae tranquilidad al habitáculo sin necesidad de anestesiar las sensaciones al volante. Es, en pocas palabras, el equilibrio perfecto entre lo que nos gusta sentir y lo que preferimos ignorar.
Se mueve gracias a un motor de seis cilindros en línea de 3.0 litros de la familia TwinPower Turbo de BMW. Desarrolla 340 hp y 331 lb-pie de par desde 1,380 rpm (¡casi desde relentí!), por lo que le resulta pan comido llegar a 100 km/h en sólo 5.1 segundos. Es rápido, pero no es un deportivo. Se puede configurar el modo de manejo hacia modos Comfort, Eco Pro, Sport o Sport + según el humor con el que vayamos; la suspensión ajustará su firmeza, al igual que la dirección, mientras que acelerador y transmisión cambiarán sus parámetros de operación según el modo seleccionado.
En modo Sport, por ejemplo, la suspensión se endurece, pero jamás llega a ser incómoda. El acelerador se vuelve más sensible y la transmisión hace los cambios a más altas revoluciones. Así es como mejor se aprecia el ímpetu velocista de su tren motor y su esquema de tracción trasera, aunque el peso propio del vehículo y su corte ejecutivo no se rinden por completo a la conducción deportiva.
Con el acelerador a fondo nuestra espalda golpeará el respaldo inmediatamente, pero sin todo el estruendo de un vehículo deportivo. El sonido del motor se cuela en la cabina, pero no con el mismo ronroneo de un vehículo auténticamente deportivo. Quien quiera deportividad pura y dura, que espere al M5.
En resumen, BMW ha creado un auto que no admite críticas
Si eres lector habitual de Motorpasión, sabes que en los autos que probamos siempre encontramos algo que no nos termina de gustar. El BMW Serie 5 es el primero que no admite críticas: consumos razonables, tecnología avanzada que sí funciona, acabados magníficos, gran espacio interior, una conducción tan ágil como cómoda... la lista puede seguir.
A título personal —y creo que hablaré por todos los que odian las "lanchotas"— prefiero vehículos más pequeños. El Serie 5 mide 4.93 metros, pero no hay razón para alarmarse, porque seguramente la próxima generación del BMW Serie 3 heredará mucha de la tecnología de este 540i, pero en un formato más pequeño.
En resumen: BMW, nos has puesto muy difícil criticar al nuevo Serie 5. El salto respecto a su generación anterior ha sido magnífico, al grado de no saber qué decir cuando nos preguntan qué fue lo que no nos gusto. Si acaso, agradeceríamos una mayor entrega a la deportividad, pero aún hay un par de Serie 5 más poderosos: el 550i y el M5.
Incluso el precio, que rebasa el millón de pesos, nos parece razonable. No tenemos los 1,089,000 pesos que cuesta, pero si los tuviéramos, no lo pensaríamos dos veces. La atmósfera de calidad y tecnología opaca a propuestas que se mueven a precios similares, como las de Volvo con el S90 y Mercedes-Benz con el Clase E. Ambos productos excelentísimos, pero sin tanto "factor wow" como el Serie 5.
9 "factores wow" del BMW Serie 5
- Para ajustar el volumen basta con girar el dedo índice frente a la pantalla táctil.
- Tiene cámara de visión de 360º que no sólo muestra una vista aérea, también podemos ver el auto (virtual) de costado en el escenario real, casi en 3D.
- El sistema de infotenimiento puede leernos las noticias.
- El servicio de concierge de BMW nos puede dar información de restaurantes y hoteles vía el call center de la marca.
- Se puede estacionar de manera remota a través de la llave (sólo en línea recta).
- Cuenta con sistema de estacionamiento automático
- El control de velocidad crucero mantiene la distancia respecto al coche de adelante y, sin hacerse cargo por completo del volante, ayuda a mantenernos en el centro del carril.
- El seguimiento a baja velocidad no se frena súbitamente si un auto se mete a nuestro carril.
- El sistema de sonido es Harman Kardon y está compuesto por 16 bocinas.
9.7
A favor
- Es lo más tecnológico que hay por ese precio.
- La conducción: ágil, pero cómoda.
- Los acabados son magníficos.
En contra
- Mide 4.93 metros: no cabe en cualquier espacio.
Ficha técnica del BMW 540i
Versión probada | 540iA M Sport | ||
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Motor | 6 cilindros biturbo | Suspensión delantera | Independiente tipo McPherson |
Cilindrada | 2,998 cm³ | Suspensión trasera | Independiente multibrazo |
Potencia máxima (hp @ rpm) | 340 hp @ 5,500 rpm | Longitud | 4,936 mm |
Par máximo (lb-pie @ rpm) | 332 lb-pie @ 1,380 rpm | Cajuela | 530 litros |
Transmisión | Automática de 8 vels. | Consumo en ciudad | TBD |
Tracción | Trasera | Consumo en carretera' | 19.2 km/l |
Peso | 1,670 kg | Consumo combinado' | 14.1 km/l |
Frenos | Disco / Disco | Capacidad del tanque | 68 litros |
Velocidad máxima' | 250 km/h | Emisiones de CO2' | 167 g/km |
Aceleración 0 - 100 km/h' | 5.1 s | Precio | $1,089,900 |
Precios del BMW Serie 5 en México
- 520iA Executive ? $789,900
- 520iA Sport Line ? $819,900
- 530iA Sport Line ? $889,900
- 540iA M Sport ? $1,089,900