Honda supo entender muy bien al consumidor mexicano desde hace tiempo, su alineación de productos se forjó una reputación que hasta la fecha la mantiene como una de las más populares. El Honda CR-V simplemente es el mejor ejemplo de su entendimiento por los consumidores nacionales, pues tras 17 años a la venta en diversas generaciones, simplemente parece no querer soltar su trono. Por ello para 2020 se actualiza con algunos detalles, fuimos a Morelos para conocerlo mejor, acompáñanos.
Sutileza en la imagen
Las actualizaciones o facelift pueden llegar a ser algo discretas o todo un cambio radical. En el caso de Honda CR-V se optó por una línea más discreta al sólo hacer pequeños retoques a la facia, parrilla, diseño de rines, ahumado de calaveras y salidas de escape cromadas.
CR-V mantiene ese look contemporáneo y gracias a ese buen trabajo de diseño, no tuvieron que cambiar mucho en este aspecto para mantenerlo vigente. La sutileza también llega al interior, pues hay cambios pequeños como la llegada de un cargador inalámbrico para smartphone en la consola central, misma que gana un poco más de espacio de almacenamiento.
En este apartado el equipo puede ser muy completo al ofrecer detalles como pantalla táctil de 7" compatible con Apple CarPlay y Android Auto, aire acondicionado automático de doble zona, asientos en piel con ajuste eléctrico para conductor y copiloto —añade memorias para conductor—; sistema de audio premium, cuadro de instrumentos con pantalla a color HD de buen tamaño, salidas de aire acondicionado en la parte trasera, espejo electrocrómico y Home Link para tres puertas eléctricas.
Manejo pensado en la familia y nueva alineación
Previo a esta actualización la gama de CR-V comenzaba con una variante que usaba un motor aspirado de cuatro cilindros y 2.4 litros, capaz de entregar 184 hp. Para el modelo 2020 Honda decidió darle a todas las versiones el motor de cuatro cilindros turbo de 1.5 litros de 188 hp y 179 lb-pie de par.
Este motor se acopla a una caja CVT y envía el poder al eje delantero. El manejo, al igual que el resto del vehículo, tiene una orientación familiar, pues la entrega de poder es suave y progresiva. Cuando quieres hacer un rebase o aceleración más brusca, la caja tarda un poco en entregar el poder. Al colocarla en modo Sport mejora un poco esta percepción, pero definitivamente podría ser más ágil. En cuanto a consumos, a pesar de andar a un ritmo rápido obtuvimos 10.2 km/l de consumo, si fuéramos a un ritmo más contenido, sin problema alguno podríamos haber pasado de los 13 km/l.
La suspensión es muy suave y hace que la vida en ciudad y en general en caminos accidentados no sea un problema. La dirección también recurre a una calibración suave que permita maniobrar fácilmente en espacios pequeños.
Seguro, pero con potencial de marcar el paso en el segmento
En este apartado CR-V mantiene el equipo de seguridad que conocemos con 6 bolsas de aire, frenos ABS, control de estabilidad y tracción, cámara de reversa, sensores de proximidad delanteros y traseros y Honda Lane Watch. Este nivel de equipo es bueno, sin embargo, pudieron ayudarse de lo que se anunció para la versión estadounidense, donde desde el modelo base cuenta con freno autónomo de emergencia, alerta de punto ciego, mantenimiento de carril y otras asistencias de la suite Honda Sensing.
Tal vez no añadiendo todo desde base, pero hacer un incremento gradual de este equipo pudo darle mayor ventaja para tener aún defensas más grandes contra los rivales que quieren hacerse de su corona y que en algunos casos comienzan a ofrecer esos detalles de equipo.
El Honda CR-V 2020 tiene todo para mantener ese liderato de manera cómoda, pero con un par de mejoras como las vistas para el modelo estadounidense, estamos seguros que podría afianzar sin problema alguno ese primer puesto que tiene en ventas por muchos años más.