Hyundai Tucson Hybrid, a prueba: ágil, rendidor y tecnológico, pero no es barato

México no es precisamente un mercado que brille por la cantidad de vehículos híbridos que se venden, pero poco a poco van creciendo las opciones. Curiosamente una de las categorías donde se están concentrando la mayoría de las opciones híbridas es la de los SUV compactos, y el Hyundai Tucson Hybrid quiere llevarse su rebanada con una propuesta que no sólo habla de eficiencia, sino también de diseño y tecnología. ¿Vale la pena? Lo tuvimos a prueba.

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A nivel diseño no hay nada nuevo que contar, pero sí detalles interesantes que platicar. El Tucson Hybrid es idéntico al Tucson no-híbrido en versión tope de gama. A diferencia de otros SUV híbridos, aquí no se diferencia por insertos en distintos colores o rines de diseño específico. No. El Tucson Hybrid es una calca del Tucson normal, y eso es una gran noticia por la cantidad de líneas de estilo que conserva y la espectacular iluminación, que al frente se da a notar por su firma en forma de triángulos, y en la trasera por una línea continua.

Al interior es la misma historia. Nos encontraremos con los mismos acabados, el mismo diseño e incluso el mismo equipamiento. El Tucson Hybrid combina piezas azules y negras a lo largo del tablero, con una mezcla de texturas que va desde materiales gomosos, hasta insertos en tela, detalles plateados y uso de acabado piano al por mayor alrededor de la pantalla y en la consola central. Luce futurista y atractivo, pero es un material que puede rayarse con facilidad.

El Hyundai Tucson Hybrid está disponible en México bajo un solo nivel de equipamiento, el tope de gama. Tiene prácticamente todo: climatización automática de tres zonas, dos pantallas de 10.25”, espejo retrovisor electrocrómico, cargador inalámbrico, techo panorámico y una de las mejores suites de asistencias avanzadas de manejo. Por ejemplo, el freno autónomo de emergencia también tiene función de giro, y hay una alerta de descenso seguro para no golpear ciclistas u otros vehículos al abrir las puertas.

¿Qué me faltó? Quizá, por el precio, asientos con calefacción o ventilación —más lo segundo que lo primero— y un sistema de sonido premium. El incluido cumple y deja buena sensación de calidad, pero un Harman Kardon —por mencionar alguno— ayudaría a mejorar la sensación hi-tech a bordo.

Eficiente, sí, pero la sorpresa está en su potencia

Desde que vi sus especificaciones, había algo que me despertaba curiosidad en el Hyundai Tucson Hybrid. A diferencia de otros híbridos, aquí el motor de combustión es turbo. ¿Cómo se siente la combinación de un motor turbo y uno eléctrico? Genial. No diré que es un SUV explosivo ni que revienta el cronómetro en aceleraciones, pero sí se siente rápido y con una respuesta por encima de lo que encontraremos en la categoría.

Bajo el cofre lleva un motor turbo de 1.6 litros de 177 hp y 195 lb-pie, apoyado por un motor eléctrico de 59 hp. En total son 226 hp enviados al eje delantero mediante una transmisión automática de doble embrague de seis cambios. Gracias al motor eléctrico no existe nada de turbolag, y el nivel de aislamiento es digno de aplaudir; en ocasiones hay que ver al cuadro de instrumentos para saber si vamos o no en modo completamente eléctrico.

El lado B de tener ese nivel de respuesta y de potencia está en el consumo. Está lejos de ser un mal rendimiento, pero sí queda una rayita abajo de lo que ofrecen competidores como Toyota RAV4 Hybrid. En ciudad promedié 16.8 km/l, muy buenos en relación con la potencia, pero abajo de los 17.5 a 18 km/l que ofrecen algunos rivales. Repito, totalmente justificados.

Ahora, en cuanto a sensaciones de manejo, todo en el Hyundai Tucson Hybrid está orientado hacia la comodidad. Pese a la buena respuesta del motor, no hay nada de sabor deportivo en su manejo. A mí, que me gustan los autos con chispa, me pareció muy anestesiado, pero para el 90% de las personas que buscan un SUV cómodo, el Tucson deja buen sabor de boca por su nivel de aislamiento y la suavidad de sus reacciones.

Atractivo, ágil y tecnológico, pero no muy barato

Sin darnos cuenta, la categoría de los SUV compactos se llenó de opciones híbridas. Los principales rivales del Tucson Hybrid son X-Trail e-POWER, Escape Hybrid, RAV4 Hybrid y CR-V Hybrid, cada una con un enfoque muy particular. El punto fuerte del Hyundai está en el equilibrio: no es ni el más caro ni el más barato, pero sí el que pone una oferta de equipamiento y, sobre todo, de potencia muy racional respecto al precio: 850,700 pesos. Si quieres más tecnología, Ford tiene una propuesta sólida, pero se eleva casi 100,000 pesos; si buscas eficiencia y espacio, pero no tanto estilo ni refinamiento, RAV4 Hybrid cuesta 100,000 pesos menos.

Al final, hay opciones para todos. El Hyundai Tucson Hybrid es una opción interesante por todo lo que propone y, sobre todo, porque no tiene puntos flacos. Si acaso, el aspecto a mejorar es la accesibilidad: sólo está disponible en versión tope de gama, pero ¿qué tal apostar por variantes menos equipadas, pero igual de eficientes, a precios más competitivos?

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