Manejamos el KIA Sportage 2019: antes que un 'facelift', es un 'techlift'
Los planes de KIA en México son muy ambiciosos. Buena parte de esa sed de éxito proviene de los resultados del Sportage en los últimos años. Su generación actual fue lanzada al mercado en marzo de 2016 y rápidamente se ha colocado entre los modelos preferidos del frugal segmento de los C-SUV. Con tan solo un par de vueltas al calendario, es inevitable pensar que su facelift llega temprano. Su prematura actualización trae a buen tiempo retoques estéticos y una dosis extra de tecnología.
Para descubrir a detalle todos esos cambios en el KIA Sportage 2019, la firma coreana nos convocó para ponerle las manos encima en una breve ruta desde Ciudad de México hasta Tepoztlán. ¿Te quedas a descubrir sus novedades?
Esto cambia en el KIA Sportage 2019
Cuando algo funciona, no es necesario cambiarlo, mucho menos si lleva tan poquito tiempo en el mercado. La actualización en el diseño del Sportage 2019 obedece al acelerado ritmo del segmento C-SUV y al nuevo estilo de KIA, que lleva al Stinger como eje central. Su retoque estético fue tan sutil, que habrá quien necesite de una lupa —y una explicación— para encontrar todo lo nuevo.
El frontal adopta una fascia más agresiva, con un inserto cromado que la recorre por todo lo ancho y un nuevo diseño de faros de niebla. El acabado de la parrilla Tiger Nose ahora es de apariencia más deportiva y las calaveras estrenan luces de conducción diurna de LED de cuatro puntos.
La actualización llega tan solo dos años y medio después de su lanzamiento de esta generación.
Desde atrás, el rediseño se concentra en la configuración interna de la iluminación de LED de las calaveras. El parachoques también recibe algunas modificaciones en la zona de las luces direccionales y del difusor. Pierde el inserto cromado que iba sobre la tapa de la cajuela y estrena otro colocado transversalmente sobre la defensa.
En la cabina, las dos novedades más evidentes son el nuevo diseño de volante —o, mejor dicho, de sus botones— y la pantalla táctil, que ahora es de ocho pulgadas en las versiones más equipadas y alberga un sistema de infotenimiento más rápido e intuitivo. Si miras con más atención, también encontrarás pequeños cambios en el cuadro de instrumentos, en las rejillas de ventilación y en los botones del aire acondicionado.
El Sportage aún no se atreve a un motor turbo
Con el pretexto de esta actualización, muchos creíamos que el Sportage por fin apostaría por algún motor turbo, bien fuera el de 1.6 litros de 201 hp o el de 2.0 litros de 240 hp. Al final, el modelo 2019 se queda con la misma gama de propulsores atmosféricos, de 153 hp para las versiones más accesibles y de 181 hp para las más equipadas, todas con transmisión automática de seis velocidades y tracción delantera, salvo el tope de gama, que puede solicitarse con tracción integral.
Hay dos motores disponibles, ambos atmosféricos: uno de 2.4 litros de 181 hp y otro de 2.0 litros de 153 hp.
Durante la prueba de manejo sólo estuvieron disponibles los Sportage con el motor más grande, el de 2.4 litros. Su respuesta es buena en entornos urbanos y suficiente para carretera. Su peso de más de 1,500 kg, combinados con la entrega de par en la zona alta del tacómetro, invita a ser pacientes en recuperaciones y rebases a velocidad de autopista. Podemos accionar el modo de manejo Sport para una conducción relativamente ágil al mantener siempre alto el rango de revoluciones, aunque tenga una repercusión directa en el rendimiento de combustible. El trayecto de ida y vuelta nos dejó un consumo de 8.8 km/l.
Su manejo le da mucha prioridad al confort. Aunque la amortiguación parece firme, la suspensión trabaja con bastante suavidad, lo que ayuda a mantener un buen nivel de comodidad en general. Su paso por curva crea un claro subviraje, sin que interfiera con la sensación de control. En modo Sport, la dirección se endurece lo necesario para transmitir mayor precisión; en ciudad será mejor activar los modos Eco o Normal, donde se vuelve más blanda.
La tecnología tiene el ojo puesto en la seguridad
Además del diseño, la otra gran novedad del KIA Sportage 2019 se centra en la tecnología. La versión más equipada —llamda SXL— ahora lleva un amplio catálogo de asistencias de conducción, entre las que figuran una alerta de colisión frontal con freno autónomo de emergencia, control de velocidad crucero adaptativo, asistente de mantenimiento de carril, alerta de tráfico cruzado trasero y monitoreo de punto ciego.
Otros de los highlights del tope de gama son el techo panorámico, los faros de LED, el cargador inalámbrico para smartphone, el sistema de infotenimiento con navegador y sonido Arkamys, el freno de estacionamiento eléctrico, la cajuela de apertura manos libes y los rines de aluminio de 19 pulgadas.
Las versiones con motor de 2.0 litros se importan de Eslovaquia; las de 2.4 litros, de Corea del Sur.
Como buen KIA, la relación valor/precio es uno de sus principales atributos, y es que por menos de 500,000 pesos —en la versión sin tracción integral— se puede acceder a un SUV con asistencias de conducción de última generación. En las versiones más accesibles, con motor de 2.0 litros —muy apretado en potencia, por cierto— también hay buena dosis de confort. Desde la versión EX contamos con elementos como espejo retrovisor electrocromático, climatizador de doble zona, cámara de reversa, sensor de luz y de lluvia, llave inteligente y sensor trasero de estacionamiento.
En términos generales, la calidad del habitáculo es buena. La selección de materiales no es la referencia del segmento, aunque tampoco encontramos plásticos de apariencia económica. Los ajustes entre piezas parecen sólidos y no hay ruidos que acusen un mal trabajo de ensamble, al menos al principio de su ciclo de vida. Las versiones con motor de 2.0 litros se importan de Eslovaquia, mientras que las de 2.4 litros llegan de Corea del Sur.
Un C-SUV competitivo en un segmento muy concurrido
El KIA Sportage vive en un segmento donde compite contra más de una decena de rivales. De entre todos ellos, su principal atributo es la buena dosis de equipamiento en relación con el precio. La gama del modelo 2019 queda compuesta por seis versiones, con precios que van desde 372,400 hasta 513,900 pesos.
El Sportage es un SUV para clientes interesados en la comodidad, la tecnología y el confort... y las estadísticas dicen que ese tipo de clientes no son pocos. Su margen de mejora queda en la oferta de motores, donde la ausencia de algún turbo abre paso a Volkswagen Tiguan, Honda CR-V, SEAT Ateca o Peugeot 3008 ante clientes que busquen mejor rendimiento de combustible y prestaciones más altas. No se descarta la introducción de un motor de este tipo en la gama Sportage a mediano plazo.