Los SUV medianos no son los vehículos más demandados del mercado, pero no es por falta de opciones. Entre toda la ola de propuestas, una de las más recientes es la del Mazda CX-9, la segunda generación del SUV japonés que combina los atributos de un vehículo familiar con algunos destellos del segmento premium. No es una alternativa a un Audi, pero sí un SUV para 7 pasajeros con sabor a lujo y tecnología.
Lo tuvimos en nuestro garaje por una semana. Aprovechamos ese tiempo para conducirlo en diferentes escenarios y descubrir qué tan bien se desenvuelve en carretera y ciudad, en qué medida cumple como vehículo familiar y cuán completa es la oferta de seguridad y equipamiento respecto a lo que encontramos en el segmento. ¿Te quedas a ver nuestra evaluación?
El Mazda CX-9 es una cara bonita, pero hay más que eso
De la vista nace el amor, y en Mazda lo saben. Es difícil diseñar autos tan grandes que resulten atractivos, pero de alguna manera los japoneses lograron llevarse los trazos y proporciones de la corriente de diseño KODO a un SUV que mide 5.07 metros de largo y 2.2 metros de ancho.
Sus trazos, como el resto de la familia Mazda, muestran un rostro enfadado. La parrilla acapara el mayor peso visual del frente y se integra de manera interesante al diseño de los faros de LED. En la parte trasera, la decoración cromada y la iluminación LED de las calaveras aumentan el atractivo. No disimula sus dimensiones en lo absoluto, pero las aprovecha para convertirse en un SUV imponente.
De cualquier forma, el Mazda CX-9 es más que sólo una cara bonita. Al interior nos encontramos con un habitáculo que bien puede ser llamado la referencia del segmento. Los acabados presumen una gran calidad. Son acolchonados y suaves en la mayoría de las superficies con las que tenemos contacto, incluso donde van las rodillas.
Los materiales no son del mismo nivel de calidad que un BMW X5, por ejemplo, pero da la impresión de casi serlo al combinar diferentes texturas y colores a lo largo y ancho del habitáculo. Hay insertos cromados, detalles que simulan aluminio cepillado, insertos de piel, plásticos en acabado tipo piano y asientos con tapicería color hueso que contrastan con los tonos del resto del interior. Son atractivos, sí, pero también parecen fáciles de ensuciar... y eso no es precisamente un atributo que busquemos en un vehículo para la familia. A petición del cliente se puede pedir con piel negra.
A nivel equipamiento también hay un buen sabor de boca. El Mazda CX-9 cuenta con llave inteligente, sistema de infotenimiento con pantalla de 8 pulgadas, navegador con alerta de límite de velocidad, un head-up display con gráficos atractivos, climatizador automático de tres zonas, vestiduras en piel, quemacocos, apertura eléctrica del portón trasero, sistema de sonido Bose con 12 bocinas, freno de mano eléctrico, cámara y sensores de reversa, monitoreo de punto ciego, alerta de tráfico cruzado y 6 bolsas de aire.
A diferencia de otros SUV que incluyen un reproductor de DVD para los asientos traseros, el sistema de entretenimiento del Mazda CX-9 consta de dos iPad mini de 32 GB con soportes y un par de audífonos inalámbricos. Con esto se aumentan las opciones de entretenimiento para viajes largos, pero también requiere el uso de datos móviles si queremos reproducir alguna película —o descargarla previamente— e imposibilita conectar otros dispositivos desde un puerto HDMI o RCA, como sucede en el Honda Pilot, que además tiene un enchufe de 115 V. En el CX-9 sólo hay dos tomas de corriente de 12 V.
Los modelos de Mazda usualmente no son referentes en materia de espacio interior, pero el trabajo hecho con el CX-9 es muy interesante. Las plazas delanteras, como es de esperarse, gozan de una posición elevada y suficiente espacio a lo largo, ancho y alto. En la segunda fila también hay muy buen lugar para cabeza, piernas y espalda, incluso con los tres asientos ocupados; además tiene sus propios controles del aire acondicionado.
En la tercera fila el espacio no es abundante, pero sí suficiente para un adulto de estatura promedio que podrá soportar viajes medianamente largos gracias a que las rodillas no van pegadas al respaldo de adelante y que la cabeza no queda tan cerca del techo. Eso sí, se agradecería que hubiera algo más de espacio para colocar los pies debajo de los asientos de la segunda fila.
Como la mayoría de los SUV de tres filas de asientos, la tercera fila penaliza la capacidad de la cajuela. Mazda anuncia una capacidad de 407 litros con todos los asientos en su lugar. Esta cifra, en principio, podría parecer tan interesante como la de un sedán compacto, pero en la práctica parece apenas suficiente para acomodar el equipaje de toda la familia. Aquí vale la pena mencionar que, si sólo viaja una persona en la tercera fila, los asientos se pueden abatir individualmente para incrementar el volumen de la cajuela.
Pesa dos toneladas y se mueve de maravilla
El Mazda CX-9 no es infiel a la filosofía de la marca, donde siempre se hace énfasis en las sensaciones de manejo. Cuesta trabajo creer que un vehículo que marca 1,960 kg en la báscula se pueda mover así de bien. Desde el volante se siente el peso del CX-9, pero la asistencia eléctrica de la dirección mantiene la sensación de control.
La calidad de marcha es uno de sus mejores atributos, principalmente por el nivel de insonorización y la gran capacidad de filtración que tiene la suspensión, que pese a ser blanda, es ligeramente más firme que la media, lo que favorece el comportamiento en curvas y evita el lancheo. La versión que probamos cuenta con tracción integral, lo que añade peso, pero mejora el control en escenarios de baja adherencia, como curvas con pavimento mojado.
Hay que saber, además, que Mazda dejó atrás los motores V6 para apostar por un motor turbo de cuatro cilindros de 2.5 litros, que no es radicalmente más ahorrador, pero sí mejora ligeramente los consumos y ofrece un desempeño mucho mejor. Desarrolla 250 hp, pero lo interesante es la cantidad de par: 310 lb-pie, disponibles desde las 2,000 rpm. De esta manera, al CX-9 no le cuesta trabajo despegar, porque además la transmisión automática de 6 velocidades busca mantenerse cerca de ese rango de revoluciones.
No hay aceleraciones brutales ni algo parecido, pero sí incorporaciones ágiles y sensación de seguridad al realizar rebases en carretera. Los consumos no son espectaculares porque el peso pasa su factura, pero sí son mejores que un V6 promedio. En ciudad conseguimos 8.3 km/l; en carretera, si sabemos moderar el pie derecho, conseguiremos alrededor de 12 km/l.
El Mazda CX-9 es una propuesta muy redonda y competitiva
Lo que hace tan interesante al Mazda CX-9 es que casi no tiene puntos flacos; se mantiene competitivo en todo: una oferta mecánica eficiente, acabados bien resueltos, buen espacio interior y entretenimiento para la familia en viajes largos. El único pero es que sólo puede transportar a 7 pasajeros, mientras que algunos otros SUV del segmento permiten llevar a 8 por el mismo precio.
La competencia no es poca ni fácil. El Mazda CX-9 debe enfrentarse a la propuesta de versatilidad del Honda Pilot —que ya rebasa los 700,000 pesos—, la reputación de confiable que goza el Toyota Highlander y la completa gama del KIA Sorento, que arranca por apenas 422,000 pesos y ofrece 7 años de garantía.
Con una etiqueta de 684,900 pesos, el CX-9 no es barato, pero vale cada centavo. Para bolsillos menos opulentos, Mazda sumó a la gama una opción en 584,900 pesos. Muy interesante pues el recorte de equipamiento no ha sido drástico y pierde el sistema de tracción integral —innecesario en la mayoría de las circunstancias— lo que reduce el peso y, por tanto, los consumos.
8.8
A favor
- La calidad de los acabados, lo mejor del segmento.
- El balance entre consumo y prestaciones.
- Hay suficiente espacio en la tercera fila.
En contra
- Sólo puede llevar a 7 pasajeros (la competencia lleva a 8).
- El sistema de entretenimiento trasero no va integrado al infotenimiento del auto.
Ficha técnica del Mazda CX-9
Versión probada | i GT AWD | ||
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Motor | 4 cilindros turbo | Suspensión delantera | Independiente tipo MacPherson |
Cilindrada | 2,488 cm³ | Suspensión trasera | Independiente Multilink |
Potencia máxima (hp @ rpm) | 250 hp @ 5,000 rpm | Longitud | 5,075 mm |
Par máximo (lb-pie @ rpm) | 310 lb-pie @ 2,000 rpm | Cajuela | 407 a 1,082 litros |
Transmisión | Automática de 6 vels. | Consumo urbano' | 8.3 km/l |
Tracción | Integral | Consumo en carretera'' | 11.05 km/l |
Frenos | Disco / Disco | Consumo combinado'' | 9.78 km/l |
Peso | 1,960 kg | Capacidad del tanque | 74 litros |
Velocidad máxima | N.D. | Emisiones de CO2' | 190.2 g/km |
Aceleración 0-96 km/h' | 7.2 s | Precio | $684,900 |
' Cifras publicadas por el fabricante '' Cifras publicadas por la Environmental Protection Agency (EPA)
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