Probamos el Volkswagen Crossfox, un urbano con alma de aventurero

Hay cosas que deberían mantenerse en su estado puro sin mezclarse con otros agentes que le hagan perder su esencia o que intenten mejorarla y terminen por exagerar las cualidades o defectos, haciendo de tal mezcla algo poco atractivo, afortunadamente, ninguna de las anteriores fue el caso de Volkswagen.

La marca alemana decidió hacer caso de la frase popular "el que no arriesga no gana" y dotó de botas de montaña a un hatchback urbano con la esperanza de que tuviera un buen impacto entre los consumidores. Volkswagen acertó y así nació el Crossfox. Un auto que ya ha durado un buen tiempo en el mercado y que con el modelo 2016 buscará mantenerse en su sitio por más tiempo, para saber si será así nos pusimos al volante del mismo. ¿Te animas a ver cómo nos fue?

Más detalle, más presencia

El Volkswagen Crossfox recibe una actualización para ponerlo al corriente con los demás integrantes de la marca. Conserva las molduras en plástico negro que le dan un toque más aventurero y que le ayudan a protegerse de los rayones que pudiera sufrir ante un día en el campo o un trayecto al trabajo o a la escuela.

Adopta una nueva serie de detalles cromados que le dan un extra en el apartado de refinamiento, si bien son cosas pequeñas, le aportan ese sazón extra para mantenerlo vigente y atractivo para su público objetivo.

Nos agrada ver como un producto simple puede verse atractivo sin tener que caer en diseños forzados o aditamentos que pierden el sentido al no ir completamente alineados con la esencia del auto.

Espacio justo para una familia joven o sólo para uno

Abro la puerta y me recibe un ambiente agradable donde domina el plástico y la tela. Tenemos un volante multifunción con comandos simples para navegar en la computadora de viajes y controlar el sistema de sonido con conexión Bluetooth para smartphones, radio AM/FM, lector de CD y mp3, entrada auxiliar y puerto USB para iPod.

Los plásticos usados en el tablero se sienten duros y ligeramente rugosos, pero afortunadamente no son brillosos en su totalidad; acabados aceptables que se perciben bien ensamblados en su mayoría, digo en su mayoría porque al menos en el volante pude encontrar algunas rebabas, que de hecho eran fáciles de percibir con las manos, pequeños detalles que sin duda atraen atención a dónde no debería ir.

Los asientos frontales tienen detalles en color rojo a los extremos y la leyenda 'Cross' en la parte central, además cuentan con unas bolsas pequeñas a los costados, lucen bien y se sienten cómodos. Por su parte, el asiento del conductor lleva un ajuste de altura considerable.

Los asientos traseros nos son muy diferentes, sin embargo, debido al mismo tamaño compacto del auto nos encontraremos con un espacio reducido para las piernas. El espacio de la cajuela tampoco es amplio, al menos hasta que abates los asientos. También sería una bueno si se le añadieran anclajes ISOFIX en los asientos traseros.

Girar la llave y engranar primera...

Bien, hora de poner en acción al zorro de Volkswagen. Giro la llave y el motor hace lo suyo, sorprende lo bien aislado que está el sonido del motor de la cabina. Engrano primera marcha y es muy agradable notar la suavidad del clutch, comenzamos a ganar velocidad y tras pasar los 20 km/h se cierran automáticamente los seguros. Se siente un andar noble y una dirección precisa y responsiva a la velocidad —ágil, en pocas palabras. En ciudad absorberá bien los impactos de los baches, sin embargo, la rueda de emergencia vibra mucho y podremos escucharla sonar más seguido de lo que nos gustaría.

La visibilidad al frente y costados es buena gracias a las ventanas grandes con las que cuenta, en la parte trasera es un tanto reducida por la misma posición de la llanta de refacción, para maniobras de estacionamiento le vendrían muy bien sensores de proximidad.

Una vez dejando en el espejo retrovisor a la ahora Ciudad de México, nos

adentramos en la autopista con rumbo a La Marquesa y empezamos a acelerar con mayor alegría. Es en este punto donde las cosas se ponen un poco pesadas para este auto. Mantener una velocidad superior a los 85 km/h en una pendiente no tan pronunciada le costará trabajo, hay que jugar con los cambios para mantener suficiente impulso. En cuanto el terreno se nivela, la potencia es suficiente y resulta sencillo superar los 120 km/h sin mucho esfuerzo.

Su altura hace que en las curvas la carrocería se incline, como todo auto de esta categoría. Se mantiene bien plantado, pero genera una sensación un tanto incómoda para aquellos que no estén acostumbrados a ir rápido. Mantén un manejo más relajado, reduce bien tu velocidad antes de entrar a una curva y no tendrás mayor problema. Aunque sí, nos gustaría que contara con control de estabilidad para evitar sustos. A nivel seguridad únicamente cuenta con frenos ABS y 2 airbags.

A pesar de su aspecto aventurero, no esperes llevarlo a una ruta off-road como tal, para un día de campo o ir a la playa es adecuado, y te llevará y regresará sin ningún problema, pero no cuenta con ningún elemento de todoterreno más allá que su altura respecto al piso.

¿Crossfox sí o Crossfox no?

El Crossfox presenta grandes mejoras, pero sigue dejando algunos nichos vacíos, sobre todo en el aspecto de seguridad, por un precio menor puedes conseguir un Toyota Yaris que en su versión de entrada equipa 9 bolsas de aire, frenos ABS con distribución electrónica de frenado, control de tracción y estabilidad —sólo por citar un ejemplo—, aunque claro, sin el estilo off-road del que sí goza el minicrossover de Volkswagen. La llanta montada en la tapa de la cajuela juega a su favor y en su contra; le resta accesibilidad —no podremos abrir la cajuela hasta no haber abierto por completo el brazo sobre el que está colocada— pero le añade su sello de personalidad en el mercado.

El Corssfox destaca por su imagen fresca, que puede resultar atractiva a un mercado joven o adulto, tiene un nivel de equipamiento acorde a su precio y es bastante económico en cuanto a consumos, en ciudad llegamos a obtener 14.1 km/l mientras que en carretera alcanzamos los 16.7 km/l. Es la opción ideal si buscas algo relativamente accesible con un look aventurero, podrás sacarlo del asfalto pero en caminos no tan sinuosos.

Fotografía | Mau Juárez | Fernanda Aurea

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