La mayoría de los SUV nacieron a partir de un sedán, aunque no te lo parezca. El Toyota Corolla Cross simplemente es más sincero al respecto. En vez de ocultar su origen detrás de un nuevo nombre, lo presume. Tiene sentido cuando ese nombre ya tiene más 50 años de trayectoria y se ha convertido en el modelo más vendido del mundo. El apellido Cross simplemente lo adapta al formato de moda, el de los SUV, y viene a México con ánimo de superventas.
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OK, es un Corolla, pero no parece Corolla. Al menos no a simple vista. Toyota decidió no replicar las líneas del sedán en el SUV, sino dotarlo de una identidad propia, sin desprenderse del ADN de la marca ni completamente de la genética de este modelo.
Tiene elementos propios de un SUV, como una parrilla grande, pasos de rueda bien definidos, rieles en el techo, plásticos negros por todo el perímetro del vehículo y mayor altura respecto al piso, aunque también conserva un par de pincelazos del sedán, como las líneas en forma de L en los faros y las líneas de estilo a los costados de la fascia.
El Toyota Corolla Cross entra a la categoría de los SUV compactos "pequeños" por así decirlo. Sus 4.46 metros de largo no alcanzan la talla de un RAV4. Se coloca como complemento en la gama, para competir en la misma liga que el exitoso Volkswagen Taos o que el Mazda CX-30.
Por el momento sólo llega a México una versión, llamada LE, que no es el tope de gama en el portafolio global, sino una versión intermedia. Aún así mantiene el atractivo con rines de 17" e iluminación de LED. Al final, este SUV persigue la misma meta que el Corolla original: un diseño discreto —que no simple— porque su mayor atractivo está en la propuesta en conjunto, no sólo en un elemento como podría serlo el diseño.
Una cabina cómoda y bien equipada
Sí, estás viendo bien. El interior del Toyota Corolla Cross es exactamente el mismo que el del sedán, salvo por piezas muy especificas, como el compartimiento adicional en la consola central. Todo lo demás, incluido el diseño del tablero, el volante, la posición de la pantalla y los botones provienen del Corolla original.
Su similitud con el sedán es una buena noticia porque la simplicidad de su diseño facilita la manipulación en el día a día, y la calidad deja buen sabor de boca. En el tablero predominan un plástico de tacto gomoso y algunos acabados en contraste. Quizá lo único que no me convence del todo es el plástico rígido de la zona superior y el acabado tan sencillo de las puertas. En versiones más equipadas —disponibles en otros países— mejora el acabado de piezas específicas, como las manijas.
Sin duda el punto fuerte llega al hablar de equipamiento si lo contrastamos con el precio. Como te decía, la única versión del Toyota Corolla Cross a la venta en México en realidad es una intermedia a nivel global, por lo que mantiene tapicería en tela, en vez de piel, y un cuadro de instrumentos con una pantalla más pequeña, que acomoda información relevante en 4.2".
El equipamiento de serie incluye faros de LED de encendido automático, quemacocos, pantalla de 8", compatibilidad con Android Auto y Apple CarPlay, cámara de reversa, espejo retrovisor electrocrómico, freno de estacionamiento eléctrico y automático con función auto hold, climatización automática —de una sola zona— y llave inteligente.
Por los 469,900 pesos que cuesta, quizá el equipamiento te parezca completo, pero no extraordinario. Eso es porque no hemos llegado a lo que vuelve tan robusta su propuesta: la seguridad. Incluye nueve bolsas de aire, control electrónico de estabilidad y asistencias de la suite Toyota Safety Sense 2.0: alerta de colisión frontal con freno autónomo de emergencia, control de velocidad crucero adaptativo, asistente de luces altas automáticas y alerta de abandono involuntario de carril con asistente de permanencia dentro de las líneas. Lo único que se echa de menos es el monitor de punto ciego.
En lo que respecta a espacio, el Corolla Cross se coloca en la media de la categoría. El lugar para piernas en la banca trasera es adecuado y hay buen lugar para cabeza —muy superior a lo que sucede en el sedán. Los pasajeros de la segunda fila tienen sus propias salidas de A/C y dos puertos USB de carga, pero no un descansabrazos central ni una cabecera central regulable de altura —va fija. La cajuela sorprende por su gran capacidad, aunque no incluye cubierta como equipo de serie.
Al volante es exactamente lo que esperas
Conducir un Toyota Corolla Cross es caer en una experiencia conocida. Me imagino que justamente es lo que buscaba la marca: que quienes ya eran seguidores del Corolla, pero ahora quieren un SUV, dieran con exactamente la misma propuesta, pero trasladada a este tipo de vehículo.
El Corolla Cross utiliza la misma plataforma TNGA que otros modelos de la marca, incluido el propio Corolla, aunque en este caso no lleva una suspensión trasera independiente, sino una barra de torsión. En el día a día esto no provoca gran diferencia. De hecho, su comportamiento es muy similar al del Corolla original, aunque con una amortiguación aún más suave, lo que se agradece en caminos maltratados como los que abundan en las ciudades de nuestro país.
Me gustó que a pesar de lo suave de sus reacciones y de que hay cierta inclinación de la carrocería, el Corolla Cross se apoya bien en curvas. La dirección tiene un tacto muy ligero y a la vez transmite precisión cuando es necesario. Quizá dinámicamente no proponga mucho a manos de entusiastas, pero este modelo persigue a clientes en busca de un SUV cómodo y funcional. En ese sentido cumple, y si llegan a haber maniobras buscas, el Corolla Cross reacciona como se esperaría, sin hacer movimientos extraños.
Ahora bien, hablemos del motor. Comparte el de 2.0 litros con el Corolla sedán tome de gama. Desarrolla 168 hp y 147 lb-pie, suficientes para moverse con soltura. La potencia no le sobra, pero en ningún momento llega a sentirse que le haga falta más. Es un motor que le queda a la medida.
Me gusta que desde bajas revoluciones tienes suficiente poder, y que la transmisión automática CVT está bien programada para sacarle jugo al motor cuando sea necesario. Tiene ese efecto clásico de aceleración de las CVT, pero simula bien los cambios al arrancar y reacciona con cierta rapidez. No llegas a extrañar del todo una caja automática tradicional. Por cierto, tiene 10 cambios y modo manual, aunque no un programa Sport.
El Corolla Cross que llega a México incluye start & stop, un sistema que apaga el auto al llegar al alto total y lo vuelve a encender tan pronto soltamos el freno, esto para ahorrar combustible. Me gusta que el sistema no es tan intrusivo como el de otros modelos. De hecho, si llegas a un semáforo y no pisas con más firmeza el pedal, el auto no se apagará, por lo que se puede controlar a voluntad cuando queramos que se mantenga encendido.
El resultado de todo lo anterior es un rendimiento de combustible en torno a 10.9 km/l en ciudad, que me parecen adecuados para el tamaño y la potencia del vehículo. A nivel global existe una versión híbrida, aunque aún no hay fecha de lanzamiento para México.
Un SUV de argumentos convincentes
El Toyota Corolla lleva años siendo el auto más vendido del mundo, y ya es también el auto que más se ha vendido en la historia si acumulamos sus ventas desde su estreno en 1966. La clave de su éxito ha sido equilibrar comodidad, diseño, seguridad, rendimiento y espacio. No apostarlo todo a una sola cosa, sino ofrecer una propuesta redonda.
Este SUV sigue exactamente esa fórmula. Por los 469,900 pesos que cuesta, me parece la mejor opción disponible en la categoría a ese rango de precio. Su etiqueta lo deja justo donde termina la gama de SUV más pequeños, como Tracker o Seltos, pero con una oferta de seguridad y una calidad de marcha superior, sin perder demasiado al comparar su equipamiento.
Frente a sus rivales naturales, como Volkswagen Taos, SEAT Ateca o Mazda CX-30, el Toyota Corolla Cross únicamente compite contra sus versiones de entrada. Sus mejores cartas de presentación son las asistencias de conducción y un manejo cómodo.
Ahora sólo queda esperar a que Toyota expanda el portafolio de versiones de este modelo, con opciones más equipadas e incluso una variante híbrida, que apenas comienza a fabricarse en Estados Unidos, desde donde también llega el modelo que probamos.
8.8
A favor
- Buen equilibrio entre calidad, equipamiento y precio.
- Conducción muy cómoda.
- Incluye asistencias de manejo de serie.
En contra
- Por el momento sólo hay una versión disponible.
- La cajuela no incluye cubierta.
- La cabecera central trasera no es regulable.
Toyota Corolla Cross LE
$469,900
- Motor: 4 cilindros de 2.0 litros
- Potencia: 168 hp @ 6,600 rpm
- Par: 147 lb-pie @ 4,600 rpm
- Transmisión: Automática CVT
- Tracción: Delantera
- Frenos: Disco / disco
- Peso: 1,400 kg
- Neumáticos: 215/65 R17
- Suspensión delantera: Independiente tipo McPherson
- Suspensión trasera: Barra de torsión
- Longitud: 4,460 mm
- Cajuela: 434 litros
- Consumo en ciudad: 10.9 km/l
- Capacidad del tanque: 47 litros
- Fabricado en: Estados Unidos