Alguien cercano a ti, seguramente te recomendó su uso, más que nada por el precio o porque “te sacan del apuro”. Sin embargo, en algunas personas ese apuro se hizo costumbre y hoy en día mueven un mercado muy grande. Ante el latente peligro que representa montar llantas de segunda mano, la Dirección General de Tráfico (DGT), en España, advierte, con números en mano, sobre su influencia en accidentes viales.
Según el DGT:
Los neumáticos de segunda mano están presentes en la mayoría de los accidentes de tráfico, influyen en tres de cada cuatro accidentes.
Desde 2009, España importa más que lo que exporta, con 51%. Los neumáticos de segunda mano provienen en su mayoría desde Francia y Alemania.
En España, la compra de llantas de segunda mano muestra una tendencia a la alza. Con un porcentaje del 73%, son el tipo de llantas que más se venden en los talleres.
No está de más recordarte que un neumático usado pasó por un tiempo de almacenamiento, cuya procedencia es completamente desconocida y que el envejecimiento en su estructura se esconde detrás de la pintura con la que fue remozado. Mucho cuidado, a la hora del rodamiento el agarre podría ser nulo.
En México, no cantan mal las rancheras
Ante la inminente entrada de llantas de bajo costo a México, Bridgestone introdujo recientemente una línea económica, en este caso, enfocada a camiones. Según la compañía, nuestro país se verá invadido por productos de baja calidad y de origen asiático. Al mismo tiempo, se tratará de atacar “la competencia desleal” desde Estados Unidos, con la introducción de llantas usadas.
Según Bridgestone, en el sector camionero cerca de 40% del mercado nacional utiliza productos de bajo costo, y estos han mostrado un incremento desde el año 2009. Si los “autos chocolate” han entrado sin impedimento a México, qué podemos esperar de las llantas.