El día de ayer, El Poder del Consumidor presentó un documento titulado La protección de los ocupantes, un atributo de seguridad que demandan los consumidores, en el cual se analizan las especificaciones de seguridad de 84 versiones correspondientes a los 23 modelos más vendidos en México durante 2015, cubriendo aproximadamente al 60% de los autos vendidos en el país.
El estudio de este organismo encontró que 9 de los 23 modelos no cuentan con bolsa de aire frontal, un dispositivo de seguridad que en Estados Unidos se comenzó a utilizar a principios de la década de los 70 y que se hizo obligatorio en 1998.
De igual forma, el estudio arrojó que 19 de los 23 modelos no cuentan con bolsa de aire lateral por lo que difícilmente podrían cumplir con la prueba de impacto lateral; además, 17 de 23 no cuentan con sistema de control electrónico de estabilidad y 8 de 23 no cuentan con sistema ISOFIX para los asientos de infantes.
Al calce de esta información, el Poder del Consumidor afirma que estos sistemas de seguridad son obligatorios para todos los vehículos que entran en el mercado de Estados Unidos, Canadá y Europa. Lo curioso es que el 80% de los autos producidos en México cuentan con ellos pero son modelos destinados a los mercados internacionales.
La esperada norma NOM-194-SCFI ¿resolverá el problema?
En el documento presentado se establece que, al incluir en la regulación un abanico de posibilidades de conformidad con la futura NOM-194-SCFI que regulará los dispositivos de seguridad vehicular de los autos nuevos, México no está cumpliendo con el compromiso adquirido al adherirse al Plan Mundial para el Decenio de Acción para la Seguridad Vial 2011-2020, cuyo objetivo es reducir las muertes a 9,806, salvando la vida de aproximadamente 52,836 víctimas potenciales para 2020.
Lo anterior permitirá que en el mercado nacional se comercialicen versiones atrasadas respecto a las recomendaciones internacionales, lo que allana el camino a la industria automotriz para que le sea permitido comercializar autos con estándares de seguridad obsoletos o inexistentes.
México es el séptimo productor mundial de vehículos, fabricando más del 80% de vehículos con los mejores estándares de seguridad a nivel internacional, sin embargo, las autoridades solapan la venta de autos inseguros en nuestro país.
El Poder del Consumidor afirma que no hay justificación posible para seguir comercializando autos extremadamente inseguros en México, sobre todo considerando que existe la tecnología para hacer autos más seguros. El organismo afirma que Hay gobiernos que han decidido proteger desde la prevención, a través de estrictas regulaciones a la industria, que impiden la venta de autos inseguros, pero ello no aplica del todo en nuestro país.
Debemos seguir el ejemplo de países que deciden proteger a sus ciudadanos
“Al hablar de gobiernos que protegen a sus habitantes, nos referimos no sólo a países desarrollados sino también de economías emergentes como India, Ecuador, Brasil y Argentina. Ellos son quienes llevan la delantera en normas de seguridad vehicular.” afirmó Stephan Brodziak, coordinador de seguridad vehicular en El Poder Del Consumidor.
Y agregó, “La única explicación posible para entender la permanencia del mercado sub-estándar que protege prácticas corporativas perversas basadas en la ignorancia de los consumidores por un lado y por el otro en la debilidad gubernamental, es la ganancia de la industria automotriz.”
El organismo afirma que ello posibilitó la comercialización de millones de autos que no son seguros, los cuales han sido probados frecuentemente por Latin NCAP, que los ha reprobado. Brodziak afirma que aunque hay compañías que han corregido estos problemas, aún existen algunas que han puesto oídos sordos a las exigencias de los organismos encargados de cuidar la integridad de los automovilistas mexicanos.
Cambian seguridad por cosas que no son del todo necesarias
El coordinador de seguridad vehicular puntualizó que: “Actualmente no hay una justificación económica que pueda mantener las tecnologías de seguridad, tecnologías que salvan vidas, fuera del alcance de los consumidores de más escasos recursos. El hecho de que estas tecnologías estén disponibles sólo en las versiones más equipadas o en los modelos alta gama en México, responde a la discrecionalidad de la industria automotriz.
La estrategia común de las marcas es agrupar las tecnologías de seguridad en los autos que ostentan otras amenidades completamente irrelevantes para la protección de los ocupantes como: quemacocos, conexión bluetooth, asientos de piel, estéreo potente, manijas cromadas, rines de aleación. Las compañías colocan al mismo nivel las amenidades que las tecnologías en seguridad, estrategia a través de la cual pueden obtener mejores ganancias al dar un sobrecosto a estas tecnologías como parte del paquete general de la versión equipada.”
En el marco la campaña Qué Tan Seguro Es Tu Auto, El Poder del Consumidor lanzó una animación para informar de manera didáctica y atractiva a los consumidores acerca de las tecnologías de seguridad vehicular, las cuales hacen la diferencia entre la vida y la muerte.
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