El Koenigsegg CCXR no sólo es un hiperdeportivo de altísimas prestaciones, sino también un vehículo sumamente exclusivo. La firma sueca fabricó únicamente cuatro unidades, de las cuales una fue vendida a la familia real Al-Thani de Qatar. A finales del año pasado, ese ejemplar azul fue adquirido en México y quedó destruido en un accidente hace un par de días en Ciudad de México.
Según información de medios locales, el Koenigsegg CCXR Special One era conducido por el padre del propietario al momento del accidente. El dueño solía presumir su auto exótico a través de su cuenta de Instagram (@don_koenigsegg). El vehículo estaba valorado en alrededor de 30 millones de pesos.
Una bestia que se devoraba el velocímetro
El Koenigsegg CCXR fue presentado en 2008 en el Auto Show de Ginebra y su producción estuvo limitada a sólo cuatro unidades, cada una con un V8 de 4.8 litros y dos supercargadores, capaz de desarrollar 1,018 hp y 782 lb-pie. Según cifras de la marca, acelera de 0 a 100 km/h en 2.9 segundos —y de 0 a 200 km/h en 13 segundos— y alcanza una velocidad máxima de más de 400 km/h.
Entre su equipamiento de serie incluye piezas visibles fabricadas en fibra de carbono, dos airbags, equipo aerodinámico especial, frenos carbonocerámicos con ABS, suspensión de altura ajustable a través de un sistema hidráulico, cámara de reversa, reproductor de DVD, climatizador automático, llave de plata, cuadro de instrumentos Chrono, entre otros.
Fotografía | Ben Ramírez |