Un coche de 138 hp no parece una amenaza para nadie, pero lo es. Apenas seis meses después del estreno de su tercera generación, el Suzuki Swift Sport llega con argumentos muy convincentes: motor turbo de 1.4 litros, un chasís preparado para ir más rápido, transmisión manual y, como arma letal (para sus rivales), un peso inferior a la tonelada.
Su alma racing se nota desde fuera. Hay una buena dosis de equipo aerodinámico, un vistoso difusor con doble salida de escape, tomas de aire más grandes en la fascia, rines de 17 pulgadas y una parrilla de acabado tipo panal con decoración tipo fibra de carbono, pero su espíritu deportivo va más allá de las apariencias.
Al ser 40 mm más ancho y tener una distancia entre ejes 20 mm mayor respecto al Swift Sport anterior, esta nueva generación asegura mayor estabilidad. La suspensión fue rebajada 15 mm para mejorar su comportamiento en curva, donde también hace gala de un esquema de suspensión endurecido y avalado por amortiguadores Monroe tanto al frente como atrás, todo con el fin de disminuir el body-roll y dotarlo de mayor agilidad al entrar rápido en curvas.
No es la potencia, sino lo que haces con ella
Sin caer en complejidades innecesarias, el Suzuki Swift Sport 2018 mantiene el espíritu deportivo de un hot-hatch sin cuantiosas cifras de potencia. De hecho la cantidad de caballos de fuerza es casi la misma que la generación pasada: 138 hp, pero esta vez acompañados de 169 lb-pie y provenientes de un motor turbo de 1.4 litros.
Suzuki promete una "cantidad impresionante de torque" desde bajas revoluciones, lo que favorece arranques y mantiene bajos consumos de combustible. Hace gala de sistemas como inyección directa, start & stop y una válvula que adapta la presión del turbo según las exigencias durante el camino.
Pero más allá de su naturaleza turbo y de mantener viva la llama de la transmisión manual —gracias, Suzuki—, la verdadera joya del Swift Sport es su plataforma. Se llama Heartect y destaca por sus niveles de rigidez en un cuerpo que no supera la tonelada. En báscula marca sólo 970 kg, que ya es una reducción de 80 kg respecto a la generación pasada gracias a la optimización de piezas al interior, incluidos los asientos, y de otros componentes.
En el habitáculo encontramos diferentes detalles racing, como volante chato en la parte baja, pedales de aluminio, costuras rojas, asientos tipo cubo y decoraciones rojas en algunas piezas del tablero y del cuadro de instrumentos. El equipamiento puede incluir climatizador automático, navegación, alerta de colisión frontal con frenado automático y detección de peatones, asistente de mantenimiento de carril, entre otros.
El nuevo Suzuki Swift Sport estará a la venta en México en 2018
Si el manejo de la tercera generación del Suzuki Swift sin apellido Sport ya nos dejó un grato sabor de boca, esta variante de altas prestaciones promete convertirse en uno de los favoritos del segmento. No ofrece el refinamiento de hatchbacks como un Volkswagen Polo GTI ni los mismos niveles de potencia, pero lo compensa con un cuerpo ligero que le promete una mejor relación peso/potencia y mayor agilidad en curvas.
Todavía no hay fecha concreta para su lanzamiento en México. La versión convencional tardó sólo tres meses en llegar luego de su lanzamiento internacional, por lo que siguiendo este antecedente podemos imaginar que estará disponible a principios de 2018, aunque todavía no está confirmado.