Hubo una época en la que las marcas japonesas dominaban los eventos del WRC. Las míticas batallas en la década de los 90 entre Mitsubishi y Subaru no fueron más que la continuación del éxito que gozaban los fabricantes asiáticos en el Rally Mundial. Una de estas marcas fue Toyota que marcó el primer campeonato de pilotos obtenido en un auto japonés con Carlos Sainz en 1990, seguido por otros tres campeonatos seguidos en 1992, 93 y 94.
Sin embargo fue 1999 el último año de Toyota en el WRC ya que decidieron enfocar todos sus recursos a un fallido programa de Fórmula 1. Ese fue el año en el que la marca logró su última victoria durante el Rally de China y tendrían que esperar 18 años para volver a estar en lo más alto del podio de una competencia del WRC.
Durante el pasado Rally de Suecia, el Yaris WRC de Gazoo Racing obtuvo el triunfo de las manos del piloto finlandés Jari-Matti Latvala gracias a que el Hyundai que ocupaba el primer lugar se accidentó cerca del final de la competencia, dejando la segunda fecha de la temporada 2017 en manos de Toyota.
Parece que la supremacía europea que reinaba el WRC desde que Peter Solberg fuese campeón con un Subaru en 2003 llegará a su fin. Desde entonces sólo ha habido dos campeones: Sebastien Loeb con Citroën y Sebastien Ogier con Volkswagen. Parece que Hyundai y Toyota pelearán por el título este año y no le vendría nada mal al WRC que alguien que no se llama Sebastien por fin sea campeón.
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