Todos hemos visto alguna vez un Chevy con cuernos y nariz de reno o un Aveo con un arbolito de Navidad atado al techo. Independientemente del nivel de Grinch que llevemos dentro, seguro nos hemos preguntado cómo es que esos adornos afectan la aerodinámica del auto. En GMC nos tienen una respuesta: un ingeniero llora cada que decoras tu auto.
Aprovechando el lanzamiento de la nueva generación del Terrain y el tiempo libre de sus ingenieros, GMC realizó un estudio en su túnel de viento a baja velocidad con el fin de saber en qué medida las decoraciones navideñas afectan la aerodinámica del auto y cómo es que esto se refleja en el consumo de combustible.
Los resultados hablan por sí mismos. Los cuernos y la nariz de reno son los más inofensivos: elevan el coeficiente aerodinámico un 3% y aumentan apenas 0.43 km/l el consumo en carretera. Lo preocupante llega al hablar del moño y del árbol. El primero eleva el coeficiente un 15% y aumenta el consumo 1.49 km/l, mientras que el segundo rompe por completo con la aerodinámica al incrementar un 70% la resistencia al viento y aumentar el consumo un 30%. Curiosamente, la corona de adviento atada a la parrilla no afecta en lo absoluto.
Dicho esto, no queda nada más que seguir el consejo de Joel Ruschman, ingeniero a cargo de esta prueba: si te sientes muy festivo esta temporada, decora tu casa, no tu coche.