La Fórmula 1 se ha posicionado como el punto más alto del automovilismo, dónde sólo un grupo de los pilotos más hábiles puede tener un lugar. Esa misma categoría está plagada con desarrollos tecnológicos que a veces parecieran salir de la ciencia ficción y que en varias ocasiones vemos como de alguna forma migra a los autos de calle de las marcas que tienen un equipo ahí.
Sin embargo, al tratarse de autos de carreras y coches para la calle, hay diferencias abismales, entonces ¿hasta que punto podemos creer que un auto de calle verdaderamente tiene tecnología de F1 y hasta dónde es una simple estrategia de mercadotecnia?
La historia y el éxito asociado a las ventas
Cuando hablamos hace unos meses de la historia de NASCAR, mencionamos la frase "Win on sunday, sell on monday" —Gana el domingo, vende el lunes—, que hacía referencia a que los autos ganadores de las competencias del fin de semana, veían un repunte en sus ventas durante el lunes, pues el mismo coche que veías tener éxito en la pista, podría ser tuyo para el día a día.
Algo similar puede pasar en la Fórmula 1, claro que no podremos comprar un monoplaza de más de 40 millones de pesos para usar diario, pero sí podemos adquirir un auto de la misma marca que de alguna forma lleva el "ADN" ganador. Como estrategia de mercadotecnia es algo perfecto, la relación entre el triunfo en eventos de suma relevancia para el mundo motor y la satisfacción del cliente por contar con el prestigio y respaldo de décadas ganando campeonatos y carreras es un gran extra por el que muchos podrían pagar. Si no me creen, pregúntenle a los dueños de algún Ferrari, McLaren, Mercedes o incluso Honda y Renault.
Es más que obvio el hecho de que nuestro pequeño o gigantesco auto de calle no llevará exactamente los mismos componentes mecánicos que un coche de Fórmula 1, sin embargo, si podemos encontrar variaciones o adaptaciones de alguna tecnología o solución que surgió ahí y que sirvió de apoyo para los coches que tú y yo usamos a diario.
Podemos empezar por cosas tan simples como el volante, en un auto de Fórmula 1 podemos ver que es posible elegir mapeos de motor, operación del diferencial, ajustes de frenos, comunicación y cientos de funciones más. En los coches de calle principalmente los botones aparecieron para dejarnos controlar el sistema de entretenimiento, aunque claro, hay algunos coches que también te permiten elegir modos de manejo, configuración de suspensión y hasta el control de tracción.
Otra cosa que podemos ver y experimentar son los aceites usados para lubricar los motores de los autos. Compañías como Castrol, Mobil 1, Shell y otras más usan lo aprendido en los autos de carreras que operan a temperaturas muy altas con motores trabajando al máximo el 90% del tiempo, para perfeccionar sus fórmulas y ofrecer a los consumidores un producto duradero y que ayude a la vida útil del motor de su auto.
Más ejemplos encontramos en las transmisiones semiautomáticas. En su momento los monoplazas de F1 tenían cambios manuales como el de cualquier coche de calle, sin embargo, durante los 90, se introdujo el cambio secuencial, que evitaba engranar velocidades incorrectas, evitaba perder tiempo entre cambios y permitía al piloto concentrarse más en el trazado sin quitar las manos del volante, gracias a la paletas con las que se hacen los cambios, montadas en el mismo volante.
Los monocascos y el uso de fibra de carbono también son otro avance y derivación a coches de calle, McLaren fue el primer equipo en incorporar ambos, varios años después podemos leer fichas técnicas que nos dicen que cierto auto que puede ser usado para calle, lleva un monocasco de fibra de carbono o algún elemento en dicho material ligero y extra rígido.
La suspensión adaptativa también migró y se adecuó a los coches de diario, en la pista ofrecía más velocidad en el paso por curva y mejor estabilidad, en nuestros coches además de estabilidad, hace más cómodos los caminos y ayuda al desempeño en general.
Más tecnológico y restringido, pero ya usable, los sistemas de recuperación cinética de energía, el famoso KERS, que se puede encontrar en algunos superdeportivos y que transforma la energía cinética y calor generados en las frenadas para alimentar baterías que a su vez pueden ofrecer un impulso extra de poder, liberado con la acción de un botón.
Finalmente, dentro de una lista gigantesca con la que podemos seguir, están los frenos. En su momento la introducción de frenos de disco fue algo revolucionario cerca de los 50, y eso lo hizo Jaguar. Nos adelantamos en el tiempo y ahora podemos encontrar discos de freno carboncerámicos que ya se pueden montar en deportivos de calle, a un precio muy alto, pero posible a fin de cuentas.
La Fórmula 1 ha sido de gran influencia para los autos y una gran aliada ha sido la mercadotecnia
Si bien los equipos de fábrica en la F1 han logrado llevar sus hallazgos, invenciones e innovaciones a la calle, también han entendido que la mercadotecnia es una herramienta perfecta para mostrar al cliente de los autos de calle, como ha sido posible derivar esos inventos al auto que ellos usarán para ir a trabajar, a la escuela o de viaje el fin de semana.
Es un trabajo en conjunto, aunque claro hay veces en las que la mercadotecnia domina sin necesariamente introducir un gran avance, y otras donde el avance es el que domina y sólo se apoya un poco en la mercadotecnia. Ejemplo claro de esto último es la llegada del Mercedes-AMG Project One, un hipercoche que usará el mismo motor de un monoplaza de F1, pero con algunas modificaciones para ser legal y durar un poco más que un auto de carreras, probablemente ese sea el mayor representante de la migración de tecnología y funciones de la pista, a las calles.
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