Los autos eléctricos parecen ser la solución a corto plazo y lo que la mayoría de las marcas en el mundo están persiguiendo. En algunos países más avanzados llegan a ser ya una gran parte de las ventas de autos nuevos, además gracias a la infraestructura de esos lugares, se han vuelto algo común. Desafortunadamente en otros países como México, diversos factores los siguen colocando como un avistamiento raro. Hasta la falta de información juega contra ellos y una de las dudas más comunes es la que rodea a la durabilidad de sus baterías después de varios años. Hoy te contamos como las trata el tiempo.
Varios estudios y artículos como el de EVGuide aseguran que las baterías de ion-litio que usan la mayoría de los autos eléctricos de la actualidad llegarían a durar entre 10 a 20 años acorde al trato que reciban, los cuidados de la misma y las temperaturas a las que tenderán a operar. Ya que al igual que las baterías de otros objetos, estas mismas pueden alterar su eficiencia acorde a diferentes factores externos.
En Reino Unido, Auto Trader, realizó un experimento con un Nissan Leaf de primera generación, un auto que compraron como usado tras 10 años de haber salido de la agencia por primera vez. En dicho experimento se propusieron ver qué tan bien ha envejecido la batería para saber si un auto usado de este tipo vale la pena o si bien debemos evitarlos a toda costa.
A grandes rasgos el Nissan Leaf de primera generación prometía una autonomía de 166 km por carga bajo el protocolo de homologación NEDC que nunca fue muy preciso que digamos. Sin embargo, la EPA en Estados Unidos, le dio un estimado de 117 km por carga, algo considerablemente más realista.
Ese rango se obtenía gracias a su pequeña batería de 24 kWh que solo alimentaba un motor y su poder de no más de 110 hp. Además en el mismo experimento constatan que tras 10 años de operación, la batería ha perdido un 33% de su capacidad, con lo que lograron recorrer un total de 106 km, una diferencia de solo 9 km respecto a los 117 km que estimaba la EPA cuando era nuevo, o bien 60 km menos de los 166 km estimados en protocolo NEDC, que recalcamos era muy poco preciso.
Tal 33% puede sonar alto aún para un tiempo de 10 años, sin embargo, hay que tener en cuenta que la batería del Leaf de primera generación se enfriaba con aire y no contaba con un sistema líquido o de gestión térmica tan avanzado como el de modelos más recientes, por lo que Nissan reconoce que su degradación podía ser algo más rápida que las más actuales.
De igual forma, se constata que a pesar de la degradación de la batería, el motor y todos los demás sistemas siguen funcionando de forma correcta. Por lo que realmente podría ser claro que su confiabilidad es buena, solo es tener en cuenta el factor de la autonomía y si es suficiente para nuestro día a día si es que buscamos un modelo usado.
Finalmente también hay que dejar en claro que la tecnología de las baterías eléctricas ha mejorado mucho, tanto en costos como en capacidad. Hace 10 años pasar de 30 kWh era un logro, hoy normalmente vemos modelos con baterías de más de 65 kWh, algunos llegando a niveles de más de 100 kWh y autonomías superiores a los 400 km por carga. Conforme pase el tiempo, tendrán mejores sistemas de gestión energética, térmica y más
Al igual que la batería de un celular, sufren degradación
En este mundo no hay nada eterno, claramente las baterías de los autos eléctricos tampoco lo son. Para entender la forma en la que se desgastan podemos tomar como ejemplo el desgaste que sufren las baterías de un celular. Seguramente te has dado cuenta como tu teléfono pierde capacidad de retener energía, haciendo que poco a poco la energía en vez de durarle 24 horas, ahora solo llegue a 20 horas o 18 horas.
Esto sucede porque la capacidad de retención de la misma va mermando con el paso del tiempo y los ciclos de carga completados. Entendamos al ciclo de carga como cada vez que la batería se vacía y se vuelve a cargar. Este desgaste afecta la capacidad de retener energía y aunque en pantalla veamos que diga que está al 100%, ese 100% no durará el mismo tiempo cuando recién lo sacamos del empaque que tras uno o dos años de uso.
Factores que degradan la batería y cómo cuidarla
En términos automotrices, la mayoría de las baterías de autos eléctricos son de ion de litio. Muy similares a las que usamos en dispisitivos móviles como celulares, laptops o videojuegos portátiles, sin embargo, con dimensiones considerablemente más grandes.
Este tipo de baterías tienden a variar en rendimiento por cosas como la temperatura. Y es que bien se sabe que este tipo de baterías operan mejor en un rango entre 1º centígrado y 27º centígrados. Si trabajan a cualquier temperatura por encima o por debajo de las ya mencionadas, el proceso de degradación se puede acelerar. No a un ritmo catastrófico que las deje inútiles en semanas, pero tal vez en vez de durar un estimado de 10 a 20 años, puedan resistir entre 8 y 15 años.
Esto se ha contrarrestado últimamente con la llegada de sistemas de optimización térmica que a través de software y a veces hasta a través de líquido, pueden enfriar o calentar las baterías para mantenerlas siempre en su estado óptimo tanto en carga como en descarga.
Finalmente, las baterias de ion litio, pueden sufrir por el nivel de carga que lleven, es decir, el proceso de degradación se puede acelerar si operan con menos del 20% o si continuamente van al 100%. Muchos especialistas recomiendan siempre operar entre el rango de 20% y 80% cuando se tiene ese tipo de batería para alargar al máximo su ciclo de vida.
En el caso de Tesla, modelos más recientes como el Model 3 y Model Y usan baterías de litio-ferrofosfato, que gracias a su composición química no tienden a sufrir el mismo estrés que las baterías de ion-litio comunes y por lo tanto pueden llevar constantemente ese 100% de carga o bien operar con menos de 20% sin sufrir desgaste prematuro por ello.
El siguiente gran paso en este tema, son las baterías de estado solido, que usarán menos metales raros, serán más baratas, podrán retener más energía y también durar más en un estado óptimo.