En paralelo al camino que van trazando los autos eléctricos, nuevas regulaciones van surgiendo alrededor del mundo. En Corea del Sur se han puesto más estrictos con las medidas que seguridad que deberá cumplir cualquier vehículo eléctrico que esté a la venta en el país, y todo suena ligado a un incendio masivo que hace algunas semanas.
Todos los fabricantes deberán presentar información al Ministerio de Territorio, Infraestructura y Transporte de Corea del Sur para obtener un nuevo certificado de baterías. El gobierno tenía la intención de implementar este programa hasta febrero de 2025, pero finalmente entrará en vigor a partir de octubre. Parte del certificado ya existía, aunque era opcional.
Entre las medidas se encuentra una nueva obligación hacia las marcas de comunicar el origen de las baterías de sus autos eléctricos a los consumidores. Esta información suele ser confidencial. Otras regulaciones, encaminadas hacia infraestructura, buscan incrementar el número de cargadores inteligentes que eviten el sobrecalentamiento.
Las medidas más polémicas van orientadas al consumidor. Medios locales mencionan que las estaciones de carga rápida en Seúl no permitirán cargar autos eléctricos más allá del 80% y si la carga está por encima del 90% no se podrán estacionar en estacionamientos subterráneos, donde ahora también se tendrán que instalar nuevos rociadores de incendios, como en otros espacios públicos.
Estas medidas en realidad no aportan más seguridad
El objetivo de Corea del Sur es evitar incendios de autos eléctricos a toda costa, sin embargo, las medidas no tienen un fundamento claro. Por ejemplo, no existe evidencia de que un auto eléctrico con mayor carga en la batería tenga más tendencia a incendiarse, y evitar que llegue al 100% tampoco evita la saturación de la batería; nunca llegan a su máxima capacidad, aunque el indicador marque 100%.
Por otra parte, el incendio de un auto eléctrico es un gran desafío para los servicios de emergencia. El agua no siempre es efectiva para apagar el fuego de una batería, y existe la posibilidad de que, una vez apagada, vuelva a arder. Existen líquidos especiales para apagar estos incendios.
El panorama de los autos eléctricos se ha complicado en los últimos tiempos. Sus ventas no están alcanzando los objetivos previstos, algunos países han comenzado a quitarles los incentivos y otras marcas han pospuesto sus proyectos. Ford, por ejemplo, canceló el desarrollo de un nuevo SUV grande eléctrico; lanzará uno híbrido enchufable en su lugar. Volkswagen, BMW y Mercedes-Benz seguirán invirtiendo en motores de combustión interna, en algunos casos incluso más de lo planeado.