“Tendríamos que dejar de fabricar el Ibiza y el Arona”: el CEO de SEAT habla del daño colateral que los aranceles a China harían a sus dos modelos superventas si no les ponen freno

“Tendríamos que dejar de fabricar el Ibiza y el Arona”: el CEO de SEAT habla del daño colateral que los aranceles a China harían a sus dos modelos superventas si no les ponen freno
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SEAT atraviesa un gran momento. La firma española aumentó sus ventas un 7.5% respecto al año pasado y, aun sin un auto eléctrico en el horizonte, ya tiene un León PHEV con 120 km de autonomía eléctrica y prepara variantes híbridas para Ibiza y Arona. Sus planes, sin embargo, podrían evaporarse rápidamente debido a los aranceles que Europa ha impuesto a China. Wayne Griffiths, CEO de la firma española, lo dice claro y fuerte: si no se eliminan los aranceles "tendremos que dejar de fabricar el Ibiza y el Arona".

Ibiza Arona

¿Qué tienen que ver los SEAT Ibiza y Arona fabricados en España, con los aranceles impuestos por Europa hacia China? Que CUPRA, filial de SEAT S.A., produce su modelo eléctrico Tavascan en China y a su precio se le suma un 20.7% extra (adicional al 10% de impuestos que ya había a autos de origen chino en Europa) debido a los aranceles anunciados el año pasado. Hoy CUPRA está absorbiendo ese sobreprecio, pero su CEO tiene claro de que no podrá hacerlo para siempre y que tarde o temprano recaerá en sus clientes.

Europa quiere ver cada vez más autos eléctricos en las calles. Marcas como CUPRA veían gran oportunidad de éxito con modelos como Tavascan, echando mano de manufactura china. El reto se encuentra en que Europa quiere más autos eléctricos, pero no los quiere de origen chino. Para 2027, las normas de emisiones en Europa exigirán que las marcas vendan un auto eléctrico por cada cuatro coches a gasolina o híbridos.

En 2027, Europa exigirá a las marcas vender un auto eléctrico por cada cuatro coches híbridos o a gasolina.

Aquí es donde el Ibiza y el Arona quedan en jaque. En 2024 vendieron en conjunto un total de 197,000 unidades, lo que representa el 64% de lo que vende hoy la marca. Si SEAT y CUPRA quieren llegar a la proporción de autos eléctricos que exigirá Europa en dos años, tendrá que reducir el volumen de producción de sus dos modelos estrella o incluso eliminarlos de la gama, sacrificando el potencial que todavía tienen en el mercado y el impulso que les daría la introducción de versiones híbridas este año.

Cupra Tavascan

Wayne Griffiths ha sido contundente con sus declaraciones, recopiladas por Autocar. Explica que los aranceles a China no están protegiendo a la industria europea, sino que la está poniendo en riesgo. Los impuestos inflan tanto el precio del Tavascan eléctrico, que sus ventas no alcanzarían la proporción necesaria para mantener el volumen de producción de la gama híbrida y a gasolina. SEAT se vería obligada a reducir drásticamente la producción de Ibiza y de Arona —los modelos que mantendrían a la marca con números saludables hacia 2030— y como efecto colateral, habría también un alto volumen de empleos perdidos debido a la reducción en la producción.

El ejecutivo, junto con otros altos mandos del sector automotor, se encuentra negociando alternativas con la Comisión Europea. Griffiths asegura que cuenta con el respaldo del gobierno español y que los legisladores entienden el reto al que se enfrentan los fabricantes, sin embargo, sus decisiones han traído inestabilidad al sector: "lo que los reguladores necesitan entender es que los fabricantes, cuando tomamos decisiones, son decisiones a largo plazo en tecnología, modelos, plataformas y puntos de producción. No puedes cambiar de un día a otro, necesitas confianza a largo plazo".

CUPRA no es la única firma occidental que se ha visto afectada por los aranceles de China. Marcas como BMW o Tesla también venden en Europa modelos fabricados en el China, y se han manifestado en contra de los aranceles. Coinciden con Griffiths en que, lejos de proteger a la industria europea, le estarían haciendo daño.

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