Las inundaciones se están saliendo de control y en Brasil también están desesperados. Su gobierno quiere obligar a las marcas de autos a vender coches que funcionen en el agua

Resulta muy curioso que, mientras los legisladores europeos han pasado los últimos años presionando a los fabricantes de automóviles para que produzcan vehículos de combustión interna más limpios y más coches eléctricos, sus homólogos en Brasil tengan otra agenda, pues están considerando obligar a las marcas de autos a vender modelos anfibios, pues consideran firmemente que poner a disposición de sus ciudadanos este tipo de coches podría ayudar a salvar vidas en zonas de este país propensas a inundaciones.

Derivado de lo anterior, el proyecto de ley 1824/24 propone que los fabricantes de automóviles estén obligados a construir automóviles que puedan funcionar tanto en tierra como en agua, siguiendo los requisitos técnicos y de seguridad establecidos por el gobierno brasileño.

“La oferta de coches anfibios contribuirá a la protección de la vida y los bienes de los ciudadanos, posibilitando respuestas más ágiles y eficaces en situaciones de emergencia”, afirmó el autor del proyecto de ley, el diputado Clodoaldo Magalhães.

Aunque parezca una causa noble, es poco probable que esta idea se convierta en ley, ya que existen muchos obstáculos que se deben superar antes de que eso suceda. De acuerdo con Journal opcao, la propuesta primero tendría que ser analizada por las comisiones de Integración Nacional y Desarrollo Regional; Industria, Comercio y Servicios; y Constitución y Justicia y Ciudadanía. Si supera esos obstáculos, el proyecto de ley tiene que ser aprobado por la Cámara y el Senado.

Pero, incluso, en el remoto caso de que se convirtiera en ley, surge el cuestionamiento de qué fabricantes de automóviles van a gastar miles de millones de dólares en desarrollar un vehículo tan especializado. A lo largo de la historia del automóvil ha habido varios intentos de comercializar coches anfibios, pero nunca llegaron a triunfar.

El más famoso fue probablemente el Amphicar, un pequeño convertible alemán de principios de los años 60, del que se fabricaron un total de 3,878 unidades, la mayoría de ellas destinadas a Estados Unidos.

Cuatro décadas después, Gibbs produjo el Aquada, que se vendió en cantidades muy pequeñas. Pero el Quadski, un vehículo todoterreno anfibio que más tarde fabricó la empresa, fue visto por millones de personas en el programa de televisión Top Gear, cuando Jeremy Clarkson lo utilizó para cruzar el lago Como, en Italia, y venció a Richard Hammond, que recorrió la ruta por carretera alrededor del lago en un Alfa Romeo 4C.

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