La gama de sedanes de Cadillac atraviesa un proceso de renovación y reestructura. El CTS, que por muchos años se colocó en el punto medio entre los sedanes medianos y ejecutivos alemanes, dice adiós para abrir paso al nuevo CT5, un modelo que retoma su filosofía, pero mucho mejor enfocada en cumplir el propósito de Cadillac: tener un rival directo para BMW Serie 3.
El Cadillac CT5 sube a los escenarios del Auto Show de Nueva York con una propuesta de diseño fresca, fiel a los principios estéticos de la casa, pero con rasgos menos señoriales. Su silueta es evidencia de la intención de la marca por romper el molde; no se trata de un sedán tradicional, sino de uno inspirado en un fastback. El poste C se desvanece en un ángulo muy inclinado y remata directamente con el alerón.
El largo total del CT5 es superior al de cualquier competidor directo. De hecho, con 4.92 metros de largo, lo nuevo de Cadillac debería hacer frente al BMW Serie 5 o al Mercedes-Benz Clase E, sin embargo, por características mecánicas y precio, Cadillac lo enfoca a un segmento abajo.
Una cabina que reinterpreta el lujo
Cuando parece que ya está escrito todo en términos de lujo, Cadillac nos propone una serie de tecnologías interesantes para el cliente premium. El CT5 cuenta con un sistema llamado Adaptive Remote Start, que de manera automática activa funciones de conveniencia, como la ventilación/calefacción de asientos, el climatizador o la calefacción del volante, según la temperatura exterior.
Uno de sus protagonistas tecnológicos es el sistema Super Cruise, que permite circular en autopistas de acceso limitado de manera autónoma, sin necesidad de que el conductor tenga puestas las manos al volante —como lo solicitan la mayoría de los sistemas de control de velocidad crucero adaptativo con seguimiento de líneas de carril.
Al hablar de la cabina, Cadillac hace énfasis cinco pilares de desarrollo: interfaces simples, enfoque en la calidad, atención al detalle, autenticidad de los materiales y una fabricación impecable. Los botones se colocan en un mismo grupo, ordenado bajo una pantalla táctil de 10 pulgadas, que también puede controlarse desde una perilla en la consola central.
Tracción trasera y preparación deportiva
Como buen Cadillac, el CT5 utiliza una plataforma de tracción trasera. La marca habla de una experiencia de manejo "estimulante" que combina refinamiento, comfort y desempeño. Ofrece programas Tour, Sport, Snow/Ice y MyMode para modificar los patrones de cambio de la transmisión, tacto de dirección y frenos, reparto de par entre ejes (para versiones con tracción integral, claro) y el sonido del escape.
La gama de motores está compuesta por dos opciones, ambas turbocargadas, con función de desactivación de cilindros, sistema start & stop y asociadas a una transmisión automática de 10 velocidades. La primera opción es de cuatro cilindros y 2.0 litros, capaz de desarrollar 237 hp y 258 lb-pie. La segunda es un V6 de 3.0 litros, capaz de generar 335 hp y 400 lb-pie.
Tras los pasos de Serie 3, Clase C y Volvo S60
Triunfar en la categoría del Cadillac CT5 no es sencillo. Entre su lista de competidores figuran ejemplares top of mind con larga trayectoria en el mercado, como BMW Serie 3, Audi A4 y Mercedes-Benz Clase C. De la "nueva escuela" llegan a la fiesta los Volvo S60, Jaguar XE e Infiniti Q50.
El Cadillac CT5 llegará a los concesionarios de la marca en Estados Unidos este otoño y brillará por un diseño llamativo, alto refinamiento interior, una talla superior y un buen nivel de prestaciones. Retomará el trabajo que dejaron pendiente los ATS y CTS.