Para que nuestra ciudad se convirtiera en lo que conocemos hoy, a punto de despedir el 2029, con la infraestructura ideal, una mejor cultura vial, aditivos inteligentes, vías bien planteadas, carriles confinados y respetados, tuvieron que pasar más de 20 años. Por fin nuestros vehículos autónomos, eléctricos y otros modelos de movilidad aprendieron a convivir entre sí.
Pese a que aun falta para que el parque vehicular se conforme al 100% por los modelos pilotados de manera autónoma, ya es un gran avance evitar las emisiones de CO2, si contemplamos que el otro 50% son solo eléctricos.
El gran trabajo realizado por el gobierno y las empresas privadas permitieron que se formara un ambiente sano de movilidad. Actualmente ya contamos en el 90% de la Ciudad de México semáforos inteligentes que se comunican en todo momento con los coches autónomos, permitiendo conocer en tiempo real si existen accidentes.
Con el tiempo hemos comprobado que la tecnología que ofrecen estos modelos se ha ido perfeccionando; hoy no se han reportado fallas e imprudencias, a pesar de que, en un inicio, si no mal recuerdo, solo un par de coches quedaron varados en diferentes avenidas por una pequeña falla, para lo que de inmediato la compañía automotriz se hizo cargo del problema y enseguida siguieron en circulación.
Si duda los coches autónomos han venido funcionando como se debe, también gracias a la infraestructura de las calles, con todos los carriles bien marcados, y como comenté en un principio, respetando en todo momento los lugares asignados para otro tipo de vehículos, como motocicletas eléctricas, patines, bicicletas, e incluso los lugares únicos para peatones.
Esto es tan solo el principio, nos falta abarcar el otro 50% del mercado, que todo parece indicar, será más rápido de lo que creemos, sobre todo, por la cantidad de incentivos que ofrecen las marcas para la adquisición de estos modelos, además de que el próximo año, se espera la llegada de nuevos productos al país.