A la hora de comprar un coche, hay muchos factores que considerar, la mayoría tienen que ver con datos técnicos como rendimiento de combustible, equipamiento, seguridad (que debería ser la prioridad), espacio interior, practicidad, potencia y mucho más. Sin embargo, el color es una decisión meramente visceral.
Ahora, ¿qué pasa si les digo que el color de tu próximo auto afectará el valor de reventa del mismo? ¿Cambiarían de opinión a la hora de elegirlo? Es una estadística que pocos, muy pocos tomamos en cuenta y que vale la pena analizar a fondo.
Un estudio realizado por el buscador de autos iSeeCars, que analizó más de dos millones de transacciones realizadas nos arrojó resultados interesantes. Por ejemplo, la devaluación promedio de un coche en los primeros tres años de uso es de 33.1%, mientras que coches de color amarillo se devalúan menos, sólo 27% en promedio. En el otro espectro del análisis encontramos coches de color dorado, que alcanzaron una devaluación de hasta 37.1%.
Sigamos adentrándonos en este mundo de colores. Los coches amarillos suelen ser de talante exclusivo, es decir, deportivos, convertibles o ediciones especiales y por eso la demanda es alta, lo cual es una influencia para que mantengan un precio alto para el segundo propietario. Ahora bien, el análisis nos dice que carrocerías más comunes como SUVs y pickups amarillos también mantienen el mismo promedio más bajo de pérdida de valor a la par de los antes mencionados.
Por último, el elevado valor de los autos señalados no lo es todo, ya que a la hora de anunciar tu coche amarillo tardarás en promedio 41 días para venderlo, anaranjado 38 y verde 36. Un auto de color común y que vale un poco menos como seminuevo tarda 36 días en promedio.
La decisión final es tuya, si es por negocio, vandidad o nostalgia, ahora sabes que el color de tu coche es importante para cuando decidas venderlo, mientras tanto, disfrútalo, cuídalo y maneja siempre con mucha precaución y respetando las reglas de vialidad, ya que un coche amarillo "rayado" no vale lo mismo que uno gris en perfectas condiciones.