Desde la administración de Biden, buscaban parar el cambio climático impulsando la electromovilidad, pues formaba parte como uno de sus objetivos de campaña, pero tendrá que posponerse, al parecer no se están vendiendo tantos autos eléctricos como esperaban.
El Gobierno de Joe Biden propuso nuevas reglas climáticas y de emisiones a través de la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA por sus siglas en inglés), está diseñando dos planes para asegurar que dos tercios de los autos nuevos vendidos y una cuarta parte del transporte pesado sean totalmente eléctricos para 2032, en datos compartidos por el New York Times.
La EPA está "proponiendo los estándares federales de tecnología de contaminación más estrictos hasta ahora para automóviles y camiones", mencionó, Michael S. Regan, administradora de la agencia.
Los grandes fabricantes han invertido millones de dólares en desarrollo para garantizar una efectiva electromovilidad en sus productos. Aunque, por otro lado, también se muestran preocupados por la baja demanda en vehículos totalmente eléctricos, además de reinvertir capital en brindar mantenimiento a su red de distribución de carga, la cual es mucho más costosa, gran parte la tiene que asumir el propio fabricante.
Sin embargo, en toda esta revolución eléctrica entran al juego los trabajadores, pues temen por sus puestos, debido a que un vehículo eléctrico necesita menos de la mitad de trabajadores para ensamblaje y no como uno de combustión.
"No hay ninguna buena razón por la que la fabricación de vehículos eléctricos no pueda ser la puerta de entrada a la clase media que los empleos automotrices han sido durante generaciones de trabajadores automotores sindicalizados", dijo en un comunicado Shawn Fain, presidente de United Auto Workers.
Los fabricantes de autos eléctricos están enfrentando los problemas 'reales' ante un público que está comprando menos, pero ante un gobierno que quiere impulsar su venta al máximo.