Tuvieron que pasar más de 20 años para que pudiéramos tener en nuestras manos parte de la visión que presentó BMW en aquel entonces. Viajamos hasta Dingolfing, Alemania, para traerles de primera mano la prueba de manejo que realizamos del nuevo i5, un vehículo totalmente autónomo enfocado a la comodidad de los ocupantes y rodeado de lujo.
El viaje fue toda una experiencia, empezando porque recién bajados del avión, ya nos estaban esperando todo el convoy de vehículos que, hasta ese momento nos trasladarían a nuestro hotel al otro lado de la ciudad para que, al siguiente día, ahora sí, iniciará la prueba de manejo.
Aunque a estas alturas ya es mucho más común convivir con vehículos que se manejan solos, fue toda una experiencia disfrutar el viaje a bordo del nuevo i5. Se trata del primer modelo de BMW en contar con un sinfín de tecnologías que lo convierten en más que sólo un coche autónomo: es un mayordomo sobre ruedas.
Un punto importante a aclarar es que este vehículo ofrece dos modos de manejo: autónomo y pilotado, que este último es el que agradezco todavía, ya que “en mis tiempos” era bastante divertido manejar un auto, y de vez en cuando se extraña tener esas experiencias, por lo que, en definitiva, tenía que probar el modo piloto al día siguiente en la prueba.
A disfrutar del trayecto
Desde muy temprano, y después de haber tenido una breve explicación del modelo, que, por cierto, nos comentaron que estará en pisos de venta el próximo febrero, y que para México llegará en el segundo semestre de 2030 (el precio estará por confirmarse), ahora sí, llegó la hora de adueñarnos del que sería nuestro auto las próximas horas.
El modelo que nos tocó fue en un color gris metálico; nos dieron un código para ingresar al auto —recordemos que este modelo y los próximos ya no utilizarán llave de acceso. Ingresamos dicho código en la app y ahora sí, podíamos hacer uso del auto. Un detalle que me encanta es que siguen vigentes las puertas alas de gaviota, considero que ese detalle le da un plus.
Al entrar en el habitáculo, nos encontramos con una gran cabina. Se perciben materiales de muy buena calidad, a pesar de que todo el interior está hecho con materiales 100% reciclados. Lejos quedó la época en que materiales reciclados significaba superficies rígidas y de textura acartonada, como en el i3 de hace más de una década.
El gran trabajo de los creadores se observa en los más de 800 pequeños triángulos denominados “Alive Geometry” que están distribuidos por tablero y puertas con el fin de ofrecernos información de tráfico en tiempo real en 4D.
Por medio de los comandos de voz, le indicamos al auto nuestra ruta con destino a Ingolstadt. La idea de este primer trayecto era disfrutar del auto en su manejo 100% autónomo, y así fue. Cuando activamos este modo, desapareció el volante, y la consola central, además de que los asientos frontales se giraron para hacer del interior una sala de estar.
Uno de los detalles que percibimos fue que cada que el vehículo giraba o frenaba, por medio de los 800 triángulos, nos mandaba alertas para prevenir los movimientos.
Después de un playlist, un buen documental, y debo confesar, una pequeña siesta, llegó la hora de tomar el poder del vehículo para nuestro regreso a Dingolfing. Manejamos este increíble vehículo, disfrutamos mucho del trayecto y sobre todo de las tecnologías que te permiten tener una conducción mucho más sencilla y segura.
Por la autonomía no hubo que preocuparnos en ningún momento, pues este vehículo ofrece hasta 1,500 kilómetros por carga, además de que ya cuenta con paneles solares para nunca quedarse sin batería.
Finalmente, y después de haber disfrutado cada segundo a bordo de este nuevo i5 autónomo, podemos decir que el nivel tecnológico que integran la nueva generación de vehículos autónomos de la firma bávara va viento en popa, con este modelo nos podemos imaginar los proyectos que vienen en camino.