Hay coches por los que vale la pena volverse loco. Si las capacidades off-road del Clase G no fueran ya lo suficientemente extremas, la reinterpretación más deportiva del popular todoterreno alemán llega para arrebatar suspiros. El Mercedes-AMG G63 2019 estrena motor, una apariencia más fresca y una sinfonía entre fierros y electrónica.
Quizá lo veas igual que siempre, pero si eres un auténtico seguidor de Mercedes, sabrás distinguir lo que hay de nuevo. No nos referimos a las líneas más limpias que llegaron al Clase G desde la presentación de su nueva generación en enero, sino del sabor AMG en sus accesorios. La parrilla, por ejemplo, es exclusiva para la división deportiva de la casa. Los parachoques son nuevos y los rines pueden ser de hasta 22 pulgadas.
Un todoterreno para competir sobre arena
Arena, lodo, piedras, pasto o lo que se te cruce en el camino. La apariencia intimidante del Mercedes-AMG G63 es sólo un primer anuncio de todo lo que se esconde bajo su carrocería: un nuevo propulsor más potente, una suspensión AMG Ride Control puesta a punto especialmente para este modelo, la alabada transmisión automática de AMG y tres diferenciales. Vayamos por partes.
El responsable del comportamiento enérgico del G63 es un V8 biturbo de 4.0 litros —reemplaza al bloque de 5.5 litros del modelo anterior— que desarrolla 585 hp y 626 lb-pie de par, que apoyado por una transmisión automática de nueve velocidades de cambios rápidos, permite catapultarlo de 0 a 100 km/h en cosa de 4.5 segundos. Puede llegar hasta a 220 km/h, pero el paquete opcional AMG Driver le da otros 20 km/h antes de limitarlo electrónicamente.
El motor es sediento, pero se vale de recursos como start & stop o desactivación de cilindros para ahorrar combustible. En un rango entre 1,000 y 3,250 rpm se puede circular con los cilindros dos, tres, cinco y ocho desactivados, de manera que el promedio de consumo combinado queda en 7.57 km/l, con emisiones de 299 g/km.
Hablemos ahora de lo que hay de nuevo con el chasís. El sistema de tracción integral ahora distribuye la potencia 40% al frente y 60% al eje trasero —el modelo anterior era 50/50. La caja reductora le permite administrar mejor el par disponible para volverlo aún más capaz de escalar pendientes a la vez que el embrague multidisco aumenta la capacidad de control en terrenos difíciles.
Y como todo AMG, el G63 no podía hacer de lado el sistema Dynamic Select, que modifica la dureza de la dirección, la firmeza de la suspensión, la sensibilidad del acelerador y el parámetro de funcionamiento de la transmisión y del sistema de tracción integral. Hay cinco programas disponibles: Slippery, Comfort, Sport, Sport+ e Individual, a los que se suman tres modos todoterreno: Sand, Trail y Rock.
Un G63 Edition 1 para acompañar el lanzamiento de la nueva generación
Como ya es tradición en AMG, las primeras unidades del G63 llevarán el distintivo Edition 1. Se puede pedir en una amplia gama de colores: Magnetite Black, Obsidian Black, Iridium Silver, Mojave Silver, Selenite Grey, Designo Graphite Metallic, Designo Platinum Black, Designo Mystic White Bright, Designo Platinum Magno y Designo Night Black Magno.
Se estrenará en el Auto Show de Ginebra a principios de marzo, pero a mediados de ese mismo mes se abrirá la lista de pedidos. Su lanzamiento en los principales mercados de Mercedes-Benz tendrá lugar en junio de este año.