La industria automotriz es una nimal cambiante que debe evolucionar o morir, y con esa evolución muchos modelos desaparecen aún cuando según nosotros gozaban de cierta popularidad. Hay varios modelos míticos en esta lista que te presentamos de autos que desaparecieron en años recientes, pero hay otros que no fueron tan populares y su intención “ser diferentes” es lo que causó su pronta desaparición.
Algunos duraron muchos más años que otros, pero el cementerio automotriz recibió a estos modelos en años recientes y hoy aprovechamos para recordarlos.
Volkswagen Scirocco
La más reciente desaparición de la industria automotriz que encontraremos en esta lista es el Volkswagen Scirocco. El coupé deportivo de la casa alemana se produjo de 2008 a 2017 (la tercera generación que es la que estamos tomando en cuenta) y siempre fue una alternativa al Golf GTI, y es probable que ese haya sido su problema.
El Scirocco utilizaba la misma plataforma del Golf contemporáneo, por lo que también encontrábamos la mayoría de los motores. Desde el 1.4 turbo de 122 caballos de fuerza, hasta el 2.0 litros turbo de 265 caballos para el Scirocco R. El auto siempre tuvo un enfoque más deportivo gracias a su carrocería de coupé, y estaba dirigido a quien quería un auto más agresivo a costa de la practicidad que daba el Golf. No que no fuera práctico, pero su espacio en las plazas traseras y volumen de carga eran menores a las de su hermano hatchback.
Fuera de eso, era prácticamente el mismo auto, con un manejo sumamente parecido y un diseño que también nos recordaba al Golf. El Scirocco siempre se consideró como la versión más deportiva del Golf y gozó de cierto éxito, aunque se consideró un producto global y no llegó a mercados como el mexicano.
Recientemente surgió el rumor de la desaparición de este auto, y aunque la marca no ha dado la nota de manera oficial, las fuentes son lo suficientemente confiables como para considerarlo desaparecido. Esperemos que regrese en el futuro cercano, a fin de cuentas hubo un lapso de 16 años entre la segunda y la tercera generación, por lo que la posibilidad de verlo renacer una vez más todavía existe.
Ford Thunderbird
El nombre Thunderbird es de abolengo dentro de los fanáticos de los autos, y ha representado algunos de los modelos más emblemáticos de la marca del óvalo azul. La onceava y última generación que vimos de este auto se produjo de 2001 a 2005, y lamentablemente no tuvo el éxito que la marca esperaba.
Aprovechando la fiebre por los autos “retro”, Ford decidió lanzar una vez más el Thunderbird al mercado a principios de la década pasada, pero uno de sus mayores problemas es que era un auto que echaba mano de las piezas de otros modelos en lugar de ser un proyecto completamente nuevo. El nuevo Thunderbird compartía plataforma con el Lincoln LS y el Jaguar S-Type.
El Thunderbird siempre procuró ser un auto con un enfoque deportivo, pero esta versión se quedó un poco corta en ese departamento. Su puesta a punto era más la de un GT y la falta de una caja manual, aunque sea como opción, no le ayudaba mucho. Utilizaba el motor V8 de 3.9 litros con 250 caballos de fuerza acoplado a una caja automática de 5 velocidades. En 2003 se mejoró la potencia para que llegara a los 280 caballos, pero nunca fue suficiente para los fanáticos.
El Thunderbird nunca logró las ventas que Ford esperaba y en lugar de invertir más dinero para mejorarlo, decidieron que era mejor idea matarlo. Aunque todavía faltaban algunos años para la crisis económica de 2008, Ford sabía que no podía estar invirtiendo en autos de bajo volúmen en ese momento, y la desaparición del Thunderbird era inevitable.
Chevrolet SSR
La idea de una pick-up deportiva, convertible, con techo duro retráctil y diseño retro puede sonar bastante descabellada hoy en día, pero en 2003 Chevrolet creyó que era una excelente idea. La SSR o Super Sport Roadster, era como algo que nunca se había visto, y no se ha vuelto a ver hasta la fecha. Esta pick-up contaba con un diseño inspirado por las pick-ups de la marca de finales de la década de los 40, y añadía cosas bastante futuristas.
Utilizó el motor V8 de 5.3 litros con 300 caballos de fuerza durante sus primeros dos años, pero para sus últimos dos cambió al V8 de 6.0 litros con 390 caballos de fuerza proveniente del Corvette. Junto con el motor de mayor desplazamiento también se ofrecía una caja manual de 6 velocidades como opción. En su último año se aumentó todavía más la potencia para dejarla en 395 caballos para la versión automática y 400 caballos para la variante con caja manual.
La SSR es un vehículo extraño y estamos seguros que nunca veremos algo igual. La idea de juntar un coupé convertible con una pick-up no es algo que se le ocurra a todo mundo, pero Chevrolet encontró la manera de hacerla funcionar. Lamentablemente no tuvo el éxito comercial que se esperaba y se dejó de producir en 2006. Con el paso del tiempo ha formado una base de fanáticos debido a su carácter único, y aunque sabemos que jamás veremos algo igual, es interesante ver cómo algunas marcas están dispuestas a experimentar con conceptos originales.
Chrysler Crossfire
Resultado del matrimonio entre Chrysler y Daimler, el Crossfire fue el intento de la marca de crear un coupé deportivo que atrajera compradores más jóvenes. Producido de 2004 a 2008, el Crossfire utilizaba la plataforma de la primera generación del Mercedes SLK y era ensamblado por Karmann en Alemania. Comparte el 80% de sus componentes con el modelo de Mercedes y se produjo con dos carrocería diferentes: coupé y convertible.
El Crossfire se ofrecía como coupé o convertible, utilizaba un motor V6 de 3.2 litros con 215 caballos de fuerza acoplado a una caja manual de 6 velocidades o una automática de 5. También existió una versión de alto desempeño llamada SRT6 que contaba con el mismo motor, pero ayudado por un supercargador para entregar 330 caballos de fuerza. Lamentablemente esta versión sólo estaba disponible con la caja automática de 5 velocidades, lo que no le ayudaba a llamar la atención de los que buscaban un coupé deportivo.
A pesar de su estética llamativa, el Crossfire nunca cumplió con las expectativas que los clientes tenían. Contaba con un diseño lo suficientemente agresivo como para considerarse un coupé deportivo, pero la puesta a punto de su suspensión nunca estuvo a la par, y la falta de una caja de cambios manual en la versión SRT6 sólo empeoró las cosas. Se dejó de vender en 2008 y desde entonces Chrylser no ha hecho otro intento por crear un coupé deportivo de tracción trasera.
Dodge Viper
Probablemente el nombre más famoso de nuestra lista, el Dodge Viper fue uno de los pocos autos deportivos americanos que pudieron hacer frente a lo mejor que podía ofrecer Europa. Desde su llegada al mercado en 1992, nunca escondió su origen, presentándose como una evolución de un Muscle Car más que un auto deportivo de verdad. Fue hasta muchos años después que encontró el refinamiento necesario como para poderse considerar un competidor para los modelos europeos, pero nunca perdió su carácter desenfadado y agresivo.
La última generación del Viper se produjo de 2012 a 2017 y perfeccionó la fórmula del superdeportivo americano. El motor V10 siempre fue parte de la historia del Viper y en su última etapa utilizaba uno de 8.4 litros con 645 caballos de fuerza y 600 lb-ft de torque acoplado a una caja manual de 6 velocidades. El Viper siempre fue tracción trasera y caja de cambios manual. A pesar de ser uno de los únicos dos superdeportivos pertenecientes a una marca americana de producción en masa (acompañado del Chevrolet Corvette), el Grupo FCA decidió descontinuarlo este año, y fue tan solo en agosto que el último Viper salió de la línea de producción.
El Viper es un auto que pasará ala historia por ejemplificar en su estado más puro la ideología de los autos deportivos en Estados Unidos: poco peso, un motor gigantesco y transmisión manual con tracción trasera… si da vuelta o no es algo que corregiremos después. Mientras que Dodge siga siendo parte de FCA es muy poco probable que veamos el regreso del Viper, pero no nos queda más que soñar con que algún día el auto regresará al mundo de los vivos.
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