Comenzar a describir el atractivo estético y de equipamiento de la Teramont no sería lo justo, sobre todo cuando estás sentado detrás del volante de un comodísimo SUV familiar de tres filas de asientos en la versión Highline, cuya calidad de marcha es más que sobresaliente y que no hace más que sacarte sonrisa tras sonrisa cuando pisas el pedal del acelerador.
Y es que, conforme acumulamos kilómetros en el odómetro, mientras nos desplazamos por la autopista México-Pachuca, con las siete plazas ocupadas y los 583 litros de espacio tras la tercera fila de asientos llenos, no podemos dejar de pensar que en definitiva es una camioneta orientada para disfrutar de estos escenarios, una que saca lo mejor de sí en carretera y que se siente en su hábitat natural, cortesía de un esquema de suspensión claramente pensada en el confort, pero también de un tren motriz bien calibrado que le da mucha agilidad a todo el conjunto, a pesar de que la Teremont no es precisamente un peso pluma, pues en la báscula ronda las 2.6 toneladas.
Con todo, es un SUV que para nada denota todo ese peso, porque no es lo mismo un kilo de grasa que un kilo de músculo, y en ese sentido, la puesta a punto del motor lo resuelve todo. Bajo el cofre, la Teramont equipa la joya de la corona del Grupo Volkswagen: el cuatro cilindros de 2.0 litros turbocargado el cual, para esta ejecución, genera 269 caballos de fuerza y 272 libras-pie de torque, las cuales llegan a las cuatro ruedas a través del sistema de tracción integral 4Motion.
Pero este propulsor no brillaría de la misma forma si no fuera por la buena administración que realiza la caja automática Tiptronic de 8 velocidades a la que está unido, pues sacar lo mejor del motor en función del escenario de conducción en el que estemos. Por ejemplo, al realizar una maniobra de rebase y presionar el acelerador, la caja reduce un par de marchas con mucha rapidez para revolucionar el motor y obtener una respuesta contundente ante la demanda de potencia.
Entonces observarás en el head-up display proyectado en el parabrisas cómo la velocidad comenzará a incrementarse con rapidez, es como si la Teramont recuperara las buenas prácticas de su hermana menor Tiguan en cuanto a agilidad se refiere, pero en un formato de carrocería XL, de 5.09 metros de largo, 1.99 de ancho, 1.78 de alto, así como una distancia entre ejes de 2.98 metros.
Por otro lado, puede hacer del cuatro cilindros una máquina muy eficiente, pues en trayectos de velocidades constantes permite que trabaje con tranquilidad entre las 2,200 y 2,500 rpm con velocidades de entre 110 y 120 km/h. No es que la Teramont sea la campeona de la eficiencia en el consumo de combustible, pero dadas sus circunstancias de peso y dimensiones, así como la masa adicional que suponen siete pasajeros, los 10 km/l que obtuvimos en promedio durante todo nuestro recorrido, de alrededor de 400 kilómetros, nos dejó más que satisfechos; eso sí, el consumo se sitúa por debajo de los 9 km/l en un manejo urbano.
Por otro lado, la dirección es precisa y un tanto sobre asistida, pero no deja de transmitir confianza, mientras que el sistema de frenos, con discos ventilados en las cuatro ruedas y ABS, realmente mostraron un comportamiento sin fatigas ni comportamientos anómalos.
Además, a la buena calidad de marcha de la Teramont también abona mucho el esquema de suspensión que equipa, pues es lo suficientemente rígida para contener el balanceo de la carrocería en frenadas y giros bruscos, pero también hace lo propio al momento de absorber las irregularidades del camino. Desde luego que en este punto el diámetro de los neumáticos, de 20 pulgadas, así como su perfil de 50 mm juegan un papel importante a la hora de incrementar la comodidad en movimiento.
Desde luego que, al ser un vehículo familiar, tanto las amenidades a bordo como las de seguridad, están a la orden del día. Primero está el aire acondicionado automático de tres zonas, así como los puertos USB de carga distribuidos en todo el habitáculo y luego en enorme techo panorámico que los ocupantes agradecerán, pues la vista que ofrece, sobre todo de noche y con la luna asomada entre las nubes, ofrece una escena única.
El sound track de cada viaje corre a cargo del equipo de audio firmado por Harman Kardon y sus 11 bocinas que, junto con la buena insonorización del habitáculo, sentirás que estas en un concierto en vivo. El equipo se manipula a través de la pantalla táctil a color de 12 pulgadas del sistema de infoentretenimiento la cual, dicho sea de paso, ofrece conectividad con Apple CarPlay y Android Auto.
En el apartado de seguridad todo está presente, desde el cúmulo de bolsas de aire para proteger a los ocupantes en caso de impacto, hasta un completo paquete de asistencias a la conducción, como el control de tracción y estabilidad, sensores de estacionamiento, monitoreo de punto ciego con alerta de tráfico trasero, asistente de ascenso y descenso en pendientes y un largo etcétera.
De aquella primera propuesta de Teramont, que llegó a nuestro mercado en 2018, hoy encontramos una notable evolución en prácticamente todos los apartados, desde lo estético hasta lo funcional, sin dejar de lado la eficiencia en el consumo de combustible, y hoy goza de una saludable vida comercial, aplicando los retoques justos y necesarios para mantenerla al día en un mercado cada vez más competitivo, pero en donde la Teramont ha sabido desenvolverse con sus buenas cartas de presentación.
La Volkswagen Teramont está disponible en nuestro mercado en cuatro versiones, con precios que van desde $954,070 y hasta $1,181,070.