Todos los días se habla del lanzamiento de algún prototipo eléctrico, el desarrollo de un nuevo coche híbrido o la presentación de la versión eléctrica de algún modelo. La electrificación del automóvil está a la orden del día y Volvo podría estar a punto de cerrar un capítulo en su historia. De acuerdo con nuestros colegas de Road & Track, Volvo ya no desarrollará una nueva generación de motores de combustión interna.
Desde hace ya un tiempo se habla del proceso de electrificación por el que atraviesa la firma sueca y de su sólida intención de convertirse en la primera marca de autos en electrificar toda su gama, con la meta puesta para el próximo año, al ofrecer al menos una variante eléctrica para cada uno de sus modelos a la venta en el mundo.
La gama de motores de combustión interna que se ofrecen en algunos de sus modelos en la actualidad será la última. Recién se lanzó un motor turbo de tres cilindros, que seguirá vigente por muchos años para impulsar variantes híbridas de futuros productos. Ese bloque, junto con los T5, T6, D3 y D4 seguirán disponibles por un buen tiempo, pero no tendrán sucesor.
La apuesta de Volvo es hacia desarrollar configuraciones híbridas cada vez mejores sin tocar el propulsor de gasolina, de manera que ya están preparando bloques eléctricos más potentes y eficientes que la generación actual de configuraciones Twin Engine. Y si quedan dudas, basta echar un vistazo al estatuto de su división deportiva, Polestar, que ya habla de un coupé con prestaciones de locura gracias a una arquitectura híbrida de 600 hp.
Volvo parece tenerlo todo resuelto a corto plazo con el lanzamiento de nuevos modelos híbridos enchufables, pero el reto a largo plazo no es pequeño. Si se busca la electrificación total, es necesario apostar por una reducción de peso que además favorezca la eficiencia del vehículo. La selección de materiales y el desarrollo de nuevas plataformas cobrarán un papel clave en los próximos años del fabricante sueco.