Para los automovilistas que vivimos en México los baches son ¿cómo decirlo? “El Pan nuestro de cada día”. Son tan comunes en nuestro ir y venir, que prácticamente forman parte de los sonidos comunes del manejo, como el “tic-tic” de las direccionales o la alerta del cinturón de seguridad.
Hay tantos, tantísimos baches que es prácticamente imposible evitarlos todos, principalmente en época de lluvias, cuando el agua se encarga de ocultar algunos de los peores baches que nuestro auto ha conocido…o conocerá.
¿Cómo evitar los baches?
Olvídalo. Definitivamente es una labor imposible por una simple y sencilla razón: O fijas tu mirada en el camino o en el piso, tratando de evitar los baches. Lo mejor que puedes hacer es tratar de evitar los más grandes, los que sean más visibles y rogar que tu auto resista el suplicio de aquellos que no puedes evitar.
Aunque tú no lo creas, los autos que se venden actualmente en México están construidos de tal forma que puedan resistir determinadas imperfecciones del camino, aunque de ninguna forma Volkswagen, Audi, Ford o ninguna marca consideran que sus autos circularán por calles donde los baches comienzan siendo pequeñas imperfecciones en el asfalto y terminan siendo hoyos con aspiraciones a cráteres.
Así que, a menos que manejes un verdadero todoterreno, un camión de redilas, uno de transporte público o algo similar, lo mejor es que trates de evitar los baches en la medida de lo posible. Si ves un bache y tienes suficiente espacio, frena, prende intermitentes o trata de pasarlo lo más lento que puedas. Evita dar volantazos para esquivarlo si no estás seguro de que no hay autos, aun en el punto ciego.
Bueno, caí en un bache ¿y ahora?
Si es un bache pequeño, probablemente no haya pasado del típico disgusto de ver, escuchar y sentir cómo tu auto fue torturado. La cuestión en este caso es que si has caído en múltiples baches profundos durante el transcurso de los días y la semana, es conveniente que en algún momento trates de detectar si algo anda mal.
Un sábado o un domingo por la mañana realiza un recorrido por alguna calle tranquila de tu colonia. Baja todos los cristales del auto y escucha atentamente. ¿No se perciben ruidos raros al dar la vuelta o al pasar un tope?
En una calle recta y plana, reduce la velocidad al mínimo suelta el volante. ¿El auto sigue su camino de forma recta? Si tiende a irse hacia el lado izquierdo o derecho, probablemente haya perdido alineación. Así que es buen momento para acudir al especialista.
Cuando caes en un bache mucho más grande
Si por desgracia llegas a caer en un bache demasiado grande, lamentablemente las consecuencias pueden variar de leves a muy graves. Lo primero que debes hacer, luego de haber soltado toda clase de improperios, es mantener la calma y poner atención al auto.
¿Sientes vibraciones en el volante? ¿Escuchas sonidos raros? Mantente alerta y en la primera oportunidad que tengas estacionate y verifica los daños. Cuando tu auto cae en un bache muy grande, las consecuencias pueden ser desde la ponchadura de la llanta hasta daños al rin o a la suspensión.
Si la llanta se voló por el bache, el ruido será evidente: ¡Pack! ¡Fuiiiish! (aire escapando) y el testigo de presión de neumáticos se encenderá (si tu auto cuenta con el sistema, claro está). Evidentemente, si la llanta se ponchó, tendrás que sustituirla de inmediato, pero ojo, deberás revisar a conciencia el neumático dañado, pues en algunas ocasiones los baches provocan rajaduras o daños muy graves que pueden ser reparados, pero que provocan que la llanta ya no sea segura para circular. Si este es tu caso, lo mejor será comprar una llanta nueva.
Si en apariencia todo está bien luego de haber caído en el bache, lo mejor es continuar tu camino a casa y una vez en ella, realizar una revisión más detallada del neumático. Explora con las manos toda la superficie, pues es probable que el bache haya provocado una protuberancia. Si este fue el caso, no quedará más remedio que sustituir, pues no es nada seguro circular con una llanta con chipotes.
La otra probable consecuencia es un rin doblado, lo cual regularmente sucede por la cara interna. Cuando eso pasa, puede que el daño sea superficial o bien puede que la ceja se haya doblado lo suficiente para dejar escapar el aire de la llanta poco a poco. En cualquier caso, lo mejor es que lleves a reparar el rin cuanto antes.
La tercera opción es que el rin haya sufrido un daño más severo. Recuerda que en la actualidad, muchos coches cuentan con rines de aluminio, que si bien son más ligeros, también son más delicados.
¿El rin está roto, mutilado o partido? Si el daño es mayor, quedan dos opciones, llevarlo a reparar y utilizarlo sólo en la llanta de refacción o reemplazarlo. En este punto es importante recordar que ningún rin reparado recobra sus especificaciones originales.
Se escucha un ruido raro en la suspensión
Si la caída en el bache fue más allá de afectar la llanta, el rin y tu orgullo, entonces el coche se resentirá emitiendo ruidos raros a nivel de la suspensión. En este caso, el daño pudo haber llegado al portamangos (soporte que une componentes de dirección y suspensión y mantiene todas las partes en su lugar detrás de las ruedas delanteras), rótulas, horquillas e incluso al mismo amortiguador.
Si lamentablemente este fue tu caso, no hay de otra. Tendrás que llevar tu auto a la agencia o a un taller especializado en suspensiones, donde lo subirán en una rampa y evaluarán hasta dónde llegó la afectación.
En estos casos es probable que se tengan que reparar o sustituir amortiguadores; bases, retenes, cuerpo y soportes de fijación. Una revisión a fondo hecha por el mecánico revelará si el bache también provocó deterioro en otras zonas del coche, como fascias, sistema de frenos, cárter, transmisión, etc.
¿El gobierno pagará los daños de mi coche?
¡Ejem! La buena noticia es que la mayoría de los gobiernos de la República Mexicana están dispuestos a pagar a los conductores cuyo auto fue dañado por un bache. La mala noticia es que en este caso te enfrentarás a un mar de trámites burócraticos que podrían echar por tierra tus buenas intenciones.
El el caso concreto de CDMX, lo primero que debes saber es que el programa de pago por los daños de tu auto en plazo máximo de diez días, por parte del gobierno, terminó en diciembre de 2016.
Si en estos momentos marcas el teléfono 01 800 500 1500 y oprimes la opción dos, una señorita muy amable de Seguros Banorte te dirá que si no tienes póliza vigente con ellos, tendrás que irte por el camino largo, esto es, acudir al Juzgado Cívico o Ministerio Público que corresponda a la zona para levantar una denuncia donde tendrá que figurar un dictamen pericial certificado y favorable al denunciante.
Si no se obtiene el dictamen a favor no se podrá proceder con el resto del proceso y por ende no le podrás exigir al gobierno que te pague. Continuando con el tema relacionado a la Ciudad de México, el segundo paso consiste en acudir a la Unidad Departamental de Servicios Generales, localizada en Av. Río Churubusco No. 1155 en la delegación Iztacalco, con la siguiente documentación:
Denuncia ante el Juzgado Cívico o el Ministerio Público.
Escrito dirigido y firmado a la Dirección General de Servicios Urbanos para solicitar la reparación.
Presupuesto elaborado por una agencia a favor del afectado o dirigido al Gobierno de la Ciudad de México con un desglose de los arreglos.
Copias de la factura o carta factura a nombre del demandante o, en su caso, endosada; tarjeta de circulación, licencia de manejo del demandante, identificación oficial, comprobante de domicilio, fotografías del accidente, incluyendo el lugar donde ocurrió, así como de las piezas dañadas.
Formato único que te darán en la Oficina de Aseguramiento de la DGSU.
Este procedimiento es similar para el resto de la República Mexicana. Lo mejor es que te informes correctamente para saber cuál es el procedimiento a seguir. Una vez que hayas ingresado todos los papeles y que el proceso siga su cauce normal, es probable que el dinero llegue a tus manos en un tiempo aproximado de hasta 30 días hábiles.
Si vives en una ciudad donde existan muchos baches, otra buena opción es tratar de contratar una póliza extra en tu seguro, las cuales cubren daños ocasionados por los millones de baches que existen en México y algunas otras cosas, bastante interesantes.
Lo mejor en este caso es que hables al número de tu compañía de seguros y preguntes por las opciones y precios. Créenos, el gasto bien vale la pena, porque en ocasiones, los daños por un bache pueden sumar muchos miles de pesos y demasiadas molestias.
En Motorpasión México | Si vives en Toluca, podrás recibir hasta 5 mil pesos si tu auto se daña por un bache Fotografía | Pixabay | Alan Stanton | State Farm | Archivo