En la lista de autos exóticos que he manejado a través de los años, el BMW i8 Protonic Frozen Yellow es el más amarillo de todos. Es un exótico porque rara vez lo vemos en la calle, y esta edición especial lo es un poco más.
BMW ha logrado la sincronía perfecta entre dos tipos de máquinas, el motor de combustión, y el eléctrico. El i8 es su obra maestra —hasta ahora— si hablamos de una combinación de prestaciones, rendimiento y diseño.
Una vez que te subes al i8, es difícil que te quieras bajar. Es un auto con las características que busco para mi transporte diario, y es tan emocionante como un superauto, con el consumo de un híbrido. Son muchos los factores por los que no te lo recomendaría, pero hoy, en México, no hay otro híbrido tan delirante como el i8.
No vas a necesitar otro coche
Rápidamente me di cuenta que si quisiera viajar con mi pareja en el i8 hace falta espacio para el equipaje en la cajuela, donde sólo caben dos mochilas tipo escolar y tal vez un par de chamarras. En los asientos traseros —sí, es un 2+2— caben un par de maletas de pequeñas a medianas más, y la bolsa de mano comparte espacio con las piernas. Yo sólo extraño los revisteros y más espacios portaobjetos, pero estoy dispuesto a sacrificarlos por tener un coche así.
El alcance no es obstáculo para salir de viaje, ya que con un tanque de 42 litros de gasolina, motor de combustión y la constante recarga de la batería, podemos llegar hasta donde nos lo hayamos propuesto como lo hemos hecho cientos de veces en cualquier coche convencional.
La "magia" de BMW
Ya sé que algunos no están contentos con el hecho de que BMW empieza a vender vehículos de tracción delantera, y dirán que esos no se manejan tan bien... no estoy de acuerdo, pero eso lo dejamos para otro post. Lo que es una realidad es que todos los BMW que he probado últimamente cumplen con la premisa de la marca de ser máquinas de conducción. El nuevo X3, sorprendente, el M240i, inigualable, el M5, ni se diga.
Y el i8 no defrauda en lo más mínimo. Está fabricado principalmente con aluminio y plástico reforzado con fibra de carbón. La posición de manejo es tan baja, que cada vez que roza la parte inferior en un tope, se siente en las muelas. Y así debe de ser. El asiento es corto, el respaldo duro y la visibilidad es limitada, sin embargo, al hundir el pedal del acelerador, dejamos todo eso atrás... muy rápido.
Muchos me preguntaron: ¿es un V8? No. ¿V6? No. —Crece la incredulidad— ¿Cuatro cilindros? Y es entonces cuando contesté: uno menos. Entonces perdí a todo el público cautivo, y es que el downsizing de motores y la capacidad de los ingenieros de hacer éstos más eficientes y potentes todavía no está en el top of mind de la mayoría.
La dura verdad
Efectivamente, el motor de gasolina es el tricilíndrico TwinPower Turbo de 1.5 litros, sólo que para el i8 produce poco más de 230 hp, ¡Con 1.5 litros! Este motor está colocado en posición central, atrás del habitáculo y adelante del eje trasero. Cuenta con su propia transmisión automática de 6 velocidades e impulsa únicamente el eje trasero.
Adelante se encuentra el motor eléctrico, que por sí solo produce 131 hp y 184 lb-pie de par inmediato, cifras con las que podría impulsar otro auto de manera independiente. Pero no, en el i8 está conectado al eje delantero con una transmisión de 2 velocidades y la velocidad máxima que podemos alcanzar es de 120 km/h con una autonomía de entre 30 y 40 km en modo eléctrico 100%.
Para recargar la pila hacen falta 3 horas con un contacto de 220 V, pero la mayoría de ésta se lleva a cabo mientras andamos, parcialmente por el motor que envía carga a la batería siempre que está encendido y por otro lado con los frenos, que, por cierto, tienen muy buen desempeño al límite, son los mejores frenos regenerativos que he probado hasta ahora.
i8 fuera de la burbuja
¿Cine? Debes de buscar un espacio para estacionar el i8 en el cual nadie ni nada te pueda estorbar para la apertura de la puerta. Tampoco es un coche si quieres ser discreto, ya que salir es casi una acrobacia, que tristemente, juntará público en donde sea. Las puertas tipo alas de gaviota son un espectáculo, y a la vez, la característica más impráctica del i8. Rampas muy inclinadas y topes muy grandes son los enemigos naturales de este coche. Aunque debo aceptar que me sorprendió en cuántos no rozó, que creí que sí lo haría.
La suspensión es firme y de recorrido muy corto, lo cual beneficia la estabilidad y su agilidad para cambiar de dirección de manera inmediata. No hay balanceo ni cabeceo, incluso al límite. Lo malo es que el pavimento de la ciudad nos recuerda constantemente que tener un coche de primer mundo no es fácil, pero sí es posible.
Desde adentro
Aquí es donde BMW se esforzó mucho por cambiar la dirección de este coche. Tal vez demasiado. El acomodo de los instrumentos es diferente a otros coches, ya que debajo del túnel central se encuentran las pilas, sin embargo, la botonería es idéntica a la que se usa en un Serie 3. El puerto USB de este coche de prueba no realizó una conexión estable con mi teléfono celular, así que decidí utilizar la conexión inalámbrica Bluetooth.
El tablero de instrumentos es una pantalla donde se muestra la velocidad, computadora de viaje, odómetro y, dependiendo del modo de manejo, tacómetro o monitor de uso de energía. Si elegimos el modo eDrive, el i8 hará lo posible por no utilizar el motor de gasolina, en modo EcoPro el aire acondicionado baja su potencia, en Comfort todo funciona de manera equilibrada y en Sport, la combustión se convierte en nuestro principal proveedor de impulso, mientras se recarga constantemente la batería.
Cuando se exige toda la potencia en un pisotón el motor eléctrico se convierte en un e-boost, tanto ayuda esta inyección de carga eléctrica, que el i8 registró tiempos más rápidos de aceleración a 100 km/h que varios superautos, muscle-cars y otros modelos de alto desempeño, también recorrió el cuarto de milla en menor tiempo.
La calidad es innegable siendo una marca premium, y el ensamblado es impecable. Cuenta con iluminación interior configurable, climatizador de dos zonas, mapa 3D, navegación satelital y computadora de viaje con información de trayecto, viaje, distribución de la energía y datos de desempeño.
En resumen, un BMW i8 es un deportivo exótico, que es mejor considerar como biplaza, con diseño futurista, materiales de bajo impacto ambiental, un habitáculo muy seguro estilo coche de carreras, prestaciones de ensueño y consumo de auto híbrido. Una combinación poco común para la que hay que recurrir a marcas como BMW, Porsche o Volvo, por ejemplo.
7.6
A favor
- Look retrofuturista, detalles exteriores, y combinación de colores y superficies, luce espectacular.
- Manejo de superauto, a pesar de que la potencia no "espanta", es un coche muy veloz.
- Recibes los incentivos gubernamentales (y privados) de un auto verde cuando en realidad manejas un coupé deportivo.
En contra
- La apertura de las puertas requiere de doble espacio de estacionamiento en batería.
- Requiere de más espacio de cajuela, ¿tal vez al frente, como los Porsche 718?
- Poca autonomía en modo eléctrico, cuestión que mejora con el año modelo 2018 que pronto llegará a México.
BMW i8 Protonic Frozen Yellow 2017
2,889,900
- Motor de combustión: L3, 1.5 litros TwinPower Turbo
- Potencia: 231 hp @ 5,800 rpm
- Par: 236 lb-pie @ 3,700 rpm
- Potencia EV: 131 hp
- Par motor EV: 184 hp
- Potencia neta: 362 hp
- Transmisión: Automática de 6 velocidades
- Tracción: Trasera con motor de combustión, delantera con motor eléctrico, integral conectable
- Frenos: De disco regenerativos en las cuatro ruedas
- Peso: 1,560 kg
- Velocidad máxima: 250 km/h o 120 km/h en modo eDrive
- Aceleración de 0 a 100 km/h: 4.4 segundos
- Suspensión delantera: Paralelo deformable
- Suspensión trasera: Paralelo deformable
- Longitud: 4,689 mm
- Cajuela: 154 litros
- Consumo combinado: 18.7 km/l
- Emisiones de CO2: 125 g/km
- Capacidad del tanque: 42 litros
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