En tiempos donde los SUV y los eléctricos —o los SUV eléctricos— acaparan los titulares, encontrarse con coches como los nuevos BMW M3 y M4 le hace cosquillas nuevamente a esa parte más pasional de cualquier fanático de los autos. No son sólo los 510 hp bajo el cofre ni el sofisticado chasís para domarlos; es el sabor a historia. La firma alemana escribe un nuevo capítulo del modelo que ha hecho más famosa a la mejor letra del abecedario de BMW.
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El primer flechazo que nos da cualquier auto nace de la vista. Los BMW M3 y M4 2022 han acaparado buena parte de la conversación en relación a su diseño, fiel a la nueva tendencia de la marca a hacer parrillas cada vez más grandes. La buena noticia, como sucedió con el M440i, es que en persona luce mucho mejor que en fotos.
Cuando vi a los nuevos M3 y M4 a través de la pantalla, no me convencía demasiado su rostro. En persona me sigue pareciendo un poco desproporcionado, pero las líneas de carácter del cofre y el aspecto deportivo del parachoques sin duda se aprecian mejor cara a cara y equilibran su apariencia.
Si de llamar la atención se trata, la gama de colores incluye desde discretos tonos en escala de grises, hasta el amarillo Sao Paulo del M3 que pasó por nuestras manos. Pero estos autos no necesitan de colores fosforescentes para llamar la atención. Todo el tratamiento exclusivo de M se nota desde el rincón del que se le mire. Pinzas de freno en contraste, techo de fibra de carbono para bajar el centro de gravedad, cuatro salidas de escape en un vistoso difusor, rines de 18" y 19" atrás —el M3 que probamos calzaba 19" adelante y 20" atrás— y múltiples tomas de aire con propósitos específicos.
Una cabina preparada para la velocidad
El interior de los BMW M3 y M4 tampoco deja indiferente a nadie y despierta el apetito de cualquier fanático de la velocidad. Por un lado tendremos la instrumentación clásica de los nuevos BMW, con un cuadro de instrumentos digital de 12.3" y una pantalla de 10.25" al centro con una interfaz bastante completa y adaptada a servicios en línea.
Por otro lado, su cabina es un deleite para la velocidad. En primer lugar por los asientos deportivos con diseño tipo cubo con el logo M iluminado, que aseguran buena sujeción en track-days y confort para el día a día; opcionalmente se puede optar por unos de fibra de carbono, algo menos cómodos para el diario, pero definitivamente más vistosos y útiles en pista.
La posición de manejo se siente notablemente baja, como en cualquier buen deportivo, y deja ver algo de lo abultado del cofre. Lo genial desde el puesto del conductor es lo accesible que quedan los controles de todo lo que involucra la dinámica del auto. El volante lleva dos botones M desde los que puedes dejar cargada una configuración, para que al oprimirlo se ajusten dirección, control de estabilidad, suspensión y tacto de freno a lo que has predeterminado. Ese botón incluso puede pasar la caja a la marcha que tú pidas.
Pero antes de ahondar en lo que puedes hacer con esta máquina de 510 hp, repasemos rápidamente el equipamiento. De serie incluye sonido Harman Kardon de 16 bocinas, climatización automática de tres zonas, cargador inalámbrico, faros de LED con altas automáticas, espejo interior y lateral izquierdo antideslumbrantes, head-up display y asistente de estacionamiento automático.
Un auto bronco bien aferrado al asfalto
Desde que lo enciendes, el escape del BMW M3 tiene un sonido ronco de esos que ya casi no hay. Si eres discreto, puedes "bajarles el volumen", pero hay un botón para activar el escándalo completo y créeme que no querrás apagarlo después de escucharlo. Es una delicia.
Aún no arrancamos y este auto ya eriza la piel. No hubo oportunidad de probarlo en carretera, pero sí en un escenario mucho más especial y para el que fue concebido: la pista.
Sobre la base de un Serie 3 o un Serie 4, la división deportiva de BMW realmente le metió mano al chasís para conseguir una puesta a punto más rígida, capaz de domar tanta potencia. Lleva refuerzos en el montaje del motor, bajo el suelo y ajustes específicos en el subchasís. Al frente incorpora refuerzos que aumentan la rigidez transversal, y en el trasero, que es el de propulsión, lleva una unión más rígida a la carrocería.
Todo esto lo hace un auto muy firme en todo sentido, tanto en el comportamiento de la suspensión adaptativa, que aún en modo normal es bastante firme, como en el aplomo con el que se mueve. Ahí es donde sorprende. De las tres alemanas premium, BMW siempre suele ser la de los deportivos más broncos. Esta nueva generación del M3 lo es, pero también deslumbra por lo dócil que llega a ser.
El eje delantero se mueve exactamente hacia donde quieres que vaya y el trasero sigue su trayectoria incluso en curvas cerradas. Sorprende la actuación del diferencial para no perder ni tantita tracción, que es de suma importancia cuando hablamos de un coche capaz de llevar 510 hp y 479 lb-pie súbitamente al asfalto.
Esta facilidad de conducción lo hace un auto que puedes disfrutar incluso fuera de la pista. Seguramente será una gozada en carreteras de montaña, pero en pista, donde puedes hacer cosas que en vía pública no, el BMW M3 es capaz de mostrar su lado más salvaje tan pronto modifiques la actuación del control electrónico de estabilidad, que se puede ir desconectando en distintas etapas hasta llegar a apagarlo por completo.
De ese modo, los derrapes están asegurados y se vuelve un auto aún más divertido, pero que ya exige de manos expertas para sacarle provecho. ¿Quieres hacer donas? Puedes hacerlo. ¿Quieres cortar curvas drifteando? El M3 no te pondrá barreras. De hecho, si activas M Drift Analyzer, irá calificando tus derrapes en escala de cinco estrellas.
Si te das cuenta, hasta ahora sólo he hablado del chasís. Ha sido intencional, porque es de lo más fascinante de este auto, pero su motor también es una cosa espectacular. Su biturbo de seis cilindros en línea es explosivo y roba el aliento en arranques desde cero, incluso más si se activa el launch control. Llega a 100 km/h en 3.9 segundos y gusta por su capacidad de darte poder a cualquier rango de revoluciones, vayas cerca de 2,000 rpm o a 7,200, donde realiza el corte.
Los BMW M3 y M4 son dos deportivos dignos de un track day
Los BMW M3 y M4 2022 no dejan el alto desempeño a media tinta. Su prioridad número 1 es la velocidad, y su tratamiento en fibra de carbono, su chasís extremadamente rígido y la brutal respuesta de su motor lo dejan más que claro. Luego está la vanidad, con un amplio paquete de opciones de personalización por dentro y por fuera. Al final, pero sin menos importancia, el confort. Quiere ser ese sedán o ese coupé que uses todos los días, con algo de sacrificio en su altura respecto al piso y con llantas de perfil tan delgado, pero que no escatima en lo absoluto al hablar de equipamiento.
El precio base es de 1,930,000 pesos para el M3 y de 2,030,000 pesos para el M4, ambos exclusivamente disponibles en versión Competition en México. En otros mercados hay variantes algo menos potentes, pero con caja manual, o versiones de tracción integral. Demos tiempo al tiempo y veamos si en algún momento llegan a México.