"Yo escuchaba la música en vinilos antes de que se pusiera de moda" o "yo bebía mezcal antes de que fuera cool" son frases que utiliza la gente para defender su originalidad disuelta en alguna tendencia. Si entre camionetas se hablaran, el Ford EcoSport tendría todo el derecho de decir que confiaba en el mercado de los B-SUV antes de que se pusieran de moda.
Su historia comenzó a escribirse en 2003, cuando a alguien en Ford se le ocurrió que la plataforma del Fiesta daba lo suficiente para un SUV. Su desarrollo estuvo muy orientado a mercados emergentes en Latinoamérica —con Brasil como protagonista— y pronto se volvió uno de los productos más exitosos de Ford en México.
Hoy que el amor hacia este tipo de vehículos se ha convertido en tendencia mundial, todos los fabricantes han reservado un espacio en sus concesionarios para ofrecer un SUV de esta talla. Ford, consciente de la situación, decidió globalizar al EcoSport, no sin antes reacondicionarlo para cumplir con las exigencias de diferentes regiones, como Estados Unidos o Europa.
Producido en la India, pero con el ojo puesto en todo el mundo, el Ford EcoSport 2018 recibe un soplo de aire fresco en diseño, tecnología y motores. Su facelift ya está a la venta en México y le pusimos las manos encima durante una semana para conocerlo a profundidad.
Un rostro menos Fiesta y más Edge
El Ford EcoSport quiere ser más que un Fiesta inflado y para lograrlo hay que empezar por el diseño. Los cambios de esta actualización se concentran en el frontal, que ahora se parece más al Edge y goza de una apariencia más agresiva y robusta. Lleva luces de conducción diurna de LED, la típica parrilla trapezoidal de Ford y un montón de piezas en plástico negro para sentirse un todoterreno.
Su silueta e incluso el diseño de calaveras se mantienen intactos. Conserva la icónica llanta de refacción montada en el portón trasero, que abre hacia un lado y no hacia arriba como la mayoría de los vehículos. Este esquema nos crea una serie de sentimientos encontrados, porque nos gusta la idea, pero no tiene utilidad práctica e incluso puede llegar a ser estorbosa si te estacionas en paralelo. Se necesita que el coche de atrás esté a buena distancia para poder abrirlo por completo y, si no, habrá que detenerlo con cuidado porque a veces el amortiguador del portón decide seguir empujando hasta abrir totalmente.
El volumen de la cajuela no brilla por su amplitud, pero se mantiene dentro de los estándares del segmento. En términos generales, el Ford EcoSport 2018 es un SUV bastante práctico para ciudad. Disimula bien sus dimensiones a nivel diseño, aunque la cabina delata su longitud de sólo 4,097 mm —apenas más largo que un Fiesta. Buena noticia para encontrar lugar de estacionamiento, pero no tanto para la banca trasera; hay buen espacio para pies y cabeza, y sólo suficiente para rodillas y hombros.
Olvida lo que sabías del primer EcoSport
La mayoría de los coches fabricados en Brasil no suelen ser nuestros referentes en cuanto a calidad de materiales ni ensambles. El primer Ford EcoSport adolecía de ese recorte de costos. Desde un ojo más global —y ahora fabricado en India— el modelo 2018 nos recibe con un salto importante en la percepción de los acabados.
Buena parte del tablero utiliza plástico de tacto suave; el resto lo resuelve con una atinada combinación de colores y texturas. La tapicería bitono aumenta la sensación de calidad al interior, aunque es verdad que las superficies claras de los asientos y los paneles de las puertas son fáciles de ensuciar. Los ensambles son buenos, sin embargo, nuestra unidad de prueba sufría un rechinido en la parte trasera, que parecía provenir del montaje de la rueda en el portón.
La lista de equipamiento defiende la idea de que la cabina del Ford EcoSport es la parte más amable de este modelo. El tope de gama se viste con climatizador automático, computadora de viaje, espejo retrovisor electrocromático, doble puerto USB, llave inteligente, sensor y cámara de reversa y el completísimo sistema de infotenimiento SYNC 3 de Ford, con comandos de voz de utilidad real, navegación y compatibilidad con Android Auto y CarPlay. La mala noticia es que si CarPlay está conectado, no se pueden utilizar los mapas precargados en el sistema ni los comandos de voz ajenos a Apple.
Un punto que desentona con la atmósfera general de calidad es la pantalla monocromática de la computadora de viaje. Es funcional y la lectura es relativamente sencilla, pero los gráficos parecen heredados de un reloj despertador; muy básicos. Se echan de menos también unos faros de LED y, siendo exigentes, hasta sensores de proximidad al frente, aunque en general la relación calidad/equipamiento le sonríe al EcoSport.
El Ford EcoSport es cómodo y se siente robusto
Si miras su ficha técnica, te encontrarás con que el Ford EcoSport es uno de los B-SUV más potentes del segmento. Lleva un motor de 2.0 litros de 164 hp y 146 lb-pie, cuya respuesta es bastante buena, pero la transmisión no le hace justicia a sus capacidades.
El ímpetu del propulsor basta para mover con soltura al EcoSport, sin embargo, la transmisión siempre busca la zona baja del tacómetro —decisión lógica para ahorrar combustible— pero tarda en reaccionar cuando hundimos el pie en el acelerador buscando un cambio descendente. Hay paletas de cambio al volante, pero en el día a día esta caja de seis velocidades le resta agilidad.
En carretera la caja tampoco es la mejor aliada. Más allá de su respuesta, la sexta relación es tan baja que apenas superados los 100 km/h es imposible aprovechar las pendientes en descenso para ganar velocidad por inercia. Hay que mantener oprimido el acelerador para no perder velocidad y eso rompe con la intención de ahorrar combustible. En ciudad promediamos 9.1 km/l; en autopista, 14.8 km/l.
La calidad de marcha es buena, aunque una suspensión tan blanda sumada a una carrocería alta desembocan en ciertos lancheos el pasar topes o circular en asfalto maltratado. El Ford EcoSport no sufre con baches ni rectas, hay mucha sensación de robustez, pero en carreteras de curvas el body-roll invita a ir más lento.
La dirección es rápida y poco comunicativa; tiene algo de juego en los primeros movimientos. Cumple en carretera y resulta muy cómoda en ciudad. Los frenos muerden correctamente, sin embargo, la primera impresión sugiere lo contrario, pues el tacto del pedal es esponjoso y el recorrido es largo.
Equilibrado y bien equipado. El Ford EcoSport tiene buenos motivos
El tiempo le ha sentado bien y la incorporación al mercado internacional le ha ayudado a incrementar su calidad general. A diferencia de sus primeros años, en los que competía consigo mismo —o si acaso con Volkswagen Crossfox—, hoy debe enfrentarse a rivales muy bien posicionados en diferentes áreas: los acabados de un Mazda CX-3, el motor turbo de un Suzuki Vitara, la oferta de financiamiento del Nissan Kicks o el interminable espacio interior del Honda HR-V.
Con una etiqueta de 363,000 pesos, el Ford EcoSport nos parece un SUV equilibrado. Hay buen nivel de equipamiento, de seguridad, de potencia y acabados correctos. No brilla por su espacio interior y el portón trasero tiene que gustarte mucho para que pases por alto su falta de practicidad, pero en términos generales, es un competidor de cuidado para el segmento, porque es poco lo que hace mal.
Existen dos versiones por debajo de la Titanium. La Impulse —acceso a la gama— y Trend con transmisión manual utilizan un motor de prestaciones más modestas: un bloque de tres cilindros de 121 hp y 111 lb-pie; el Trend automático conserva el motor de 2.0 litros. Todos llevan control electrónico de estabilidad, SYNC, MyKey, doble puerto USB y equipo eléctrico de serie. Su gama arranca en 290,000 pesos.
8.1
A favor
- El equipamiento es completo.
- La interfaz de SYNC 3 es intuitiva.
- El motor goza de buena respuesta.
- Los acabados han mejorado mucho.
En contra
- La dirección es poco comunicativa.
- Hay bastante body-roll en curvas.
- La transmisión cumple, pero es lenta.
- El portón trasero es todo menos práctico.
Ford EcoSport Titanium
363,000
- Motor: 4 cilindros de 2.0 litros
- Potencia máxima: 164 hp @ 6,500 rpm
- Par máximo: 146 lb-pie @ 4,500 rpm
- Transmisión: Automática de 6 vels.
- Tracción: Delantera
- Frenos: Disco / Tambor
- Peso: N.D.
- Velocidad máxima: N.D.
- Aceleración de 0 a 100 km/h: N.D.
- Suspensión delantera: Independiente tipo McPherson
- Suspensión trasera: Semiindependiente
- Longitud: 4,096 mm
- Cajuela: 334 litros
- Consumo urbano: 9.1 km/l
- Consumo en carretera: 14.8 km/l
- Consumo combinado: N.D.
- Emisiones de CO2: N.D.
- Capacidad del tanque: 50 litros